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25 noviembre, 2024

Baretta, la triste historia de un policía que terminó tras las rejas acusado de asesinato

Ésta es la historia de un policía de ficción que terminó muy mal sus días en la vida real. Baretta fue una serie televisiva que rompió esquemas cuando en plena década del ’70 las policiales estaban muy de moda en la pantalla chica de los Estados Unidos. Y Robert Blake, con su personaje del detective Tony Baretta, fue un Doctor Frankenstein actoral, creador del monstruo que terminaría destruyéndolo.

La cosa ya venía mal desde el comienzo en la vida de este hijo de italianos nacido el 18 de setiembre de 1933 en New Jersey bajo el verdadero nombre de Michael James Vincenzo Gubitosi. De un padre alcohólico y pegador recibía golpes, humillaciones. vejaciones y hasta abuso sexual, mientras su madre miraba para otro lado. Aquello más que un hogar se asemejaba a un infierno.

Pero el niño tenía agallas y lo iba a demostrar. Obligado junto a sus dos hermanitos a formar parte de un triste espectáculo público donde sus padres cantaban mientras los obligaban a bailar, Michael buscó enseguida la manera de ganarse el sustento lejos de aquella familia disfuncional. Tenía cierto talento, le sobraba simpatía, carisma y picardía.

Era la época de las películas seriadas y el chico pegó trabajo en el elenco de La Pandilla, una suerte de antecesor prehistórico de Chiquititas (pero en inglés, claro)

Ahí estuvo desde 1939 a 1944 (uno de sus compañeritos era Jackie Coogan, el pibe del filme The Kid de Charles Chaplin y que unas décadas más tarde iba a encarnar al Tío Lucas en La Familia Addams) y lo siguiente fue un pequeño, pero importante papel junto al célebre dúo de cómicos Laurel & Hardy (conocidos mundialmente como El Gordo y El Flaco) en The Big Noise, de 1944.

Robert Blake nació el 18 de septiembre de 1933 en New Jersey, y fue anotado como  Michael James Vincenzo Gubitosi.Robert Blake nació el 18 de septiembre de 1933 en New Jersey, y fue anotado como Michael James Vincenzo Gubitosi.En 1948 apareció como el niño mexicano que le vendía un billete de lotería ganador a Humphrey Bogart en El Tesoro de la Sierra Madre. Para entonces ya se había cambiado el nombre a Robert Blake y había dejado atrás un reguero de pequeñas intervenciones actorales.

Pero los niños tienen la costumbre de crecer. Los años de tortura familiar le habían dejado profundas huellas, y Robert era ahora un pre adolescente de muy mal genio, peleador y contestatario como pocos. Como pudo terminó la secundaria y con esa imagen de petiso pandillero a-la-James-Dean intentó evadir el servicio militar con tan mala suerte que no sólo lo encontraron, sino que terminó sirviendo un año más en Alaska.

Confianza en sí mismo

Robert sin embargo creía fervientemente en él. A tal punto que pensaba que la televisión para un actor de su calibre era poco menos que un trabajo indigno. Por eso rechazó papeles que le hubieran valido cierta fama y fortuna. Como en 1959 cuando los productores de la serie Bonanza fueron a buscarlo para que interpretara a Joe, el más joven de los hermanos Cartwright y él les cerró la puerta en la cara. Finalmente ese rol lo ocupó un joven Michael Landon.

Vinieron varias películas que le permitían comer y mantenerse, pero nada que realmente le valiera una nominación al Oscar o algo parecido. Y así, en 1964, le ofrecen uno de los papeles importantes en la súper producción hollywoodense La más grande historia jamás contada.

No hizo de Jesús, claro. Ese papel le fue asignado a Max Von Sidow (más tarde actor fetiche de Ingmar Bergman), pero él se conformó con encarnar a Simón El Cananeo, uno de los Doce Apóstoles. En esa película trabajaban también algunos actores que iban a hacer carrera en la televisión. Como Telly Savalas (el detective Kojak) o Victor Buono (el Rey Tut del Batman de Adam West).

En 1967 le llega la consagración cinematográfica deseada cuando encarna al asesino Perry Smith en la aclamada película A sangre fría (dirigida por Richard Brooks), basada en la novela homónima de Truman Capote. Vendrán luego otros roles interesantes en la gran pantalla (su protagónico en el filme de culto Electric Glide in Blue, donde interpreta a un extraño policía motorizado. Este filme sería el germen de la serie Chips).

Blake tuvo un recorrido artístico previo a Baretta, pero fue este detective del blanco y negro quien le dio la fama que tanto buscaba.Blake tuvo un recorrido artístico previo a Baretta, pero fue este detective del blanco y negro quien le dio la fama que tanto buscaba.La historia cuenta que los productores de la cadena televisiva ABC habían logrado un cierto éxito con la primera temporada de una serie policial llamada Toma, donde Tony Musante se ponía en la piel de un detective maestro del disfraz. Pero ahora tenían un grave problema: Musante se abría del proyecto.

Había que buscar un reemplazo. Alguien recordó el nombre de Robert Blake y allá fueron a buscarlo. Y como era de esperar Robert los sacó vendiendo almanaques. Esto muchas veces puede excitar terriblemente a un productor televisivo, y ese rechazo se convirtió entonces en la meta de la cadena.

El verdadero origen de Baretta

Finalmente, y fajo de billetes verdes de por medio, aceptó. Eso sí, con algunas condiciones. Blake se aseguró que iba a tener injerencia total en los guiones, y que podía modificarlos a su antojo en beneficio de la serie. Así que cuando les mandó de vuelta el primero de esos guiones con algunas objeciones y propuestas, los productores cayeron en la cuenta de que debían dar de baja la vieja serie e inventar una nueva. Y así, medio de casualidad, un poco por capricho y otro tanto por no tener más remedio, es como aparece Baretta.

Si bien no es él quien diseña al personaje es sí quien le da los pequeños toques que van a hacerlo absolutamente original. Muchos años después, ya retirado, el actor decía en un reportaje que “Baretta soy yo, está hecho a mi imagen y semejanza”. Pero había un problema. De hecho había varios.

Uno grave era que Blake en ese preciso momento estaba pasando por uno de sus peores períodos de adicciones, tanto al alcohol como a las drogas. Y si antes su carácter era irritante, ahora prácticamente se había puesto inmanejable.

“Llegaba de su casa y nos tiraba el guión arriba de la mesa como con desprecio -decía uno de los productores, escandalizado- y estaba lleno de correcciones en rojo que él le había hecho. Muchos en el equipo lo odiaban”.

Pero la serie se estrena y comienza a tener un éxito inesperado. El público alucinaba con ese policía rudo que se pasaba el protocolo por el retrete y desbordaba de simpatías y canalladas en partes iguales. Veamos entonces algo del perfil del personaje y de la serie, única manera de entender el boom que generó:

El dream team de los personajes de la serie

Anthony Vincenzo Baretta (nótese que el segundo nombre es uno de los suyos, es real) vivía en un destartalado departamento de un hotel mugroso y descascarado llamado King Edward, en una ciudad innominada. O sea, nunca se refiere si la acción transcurre en Nueva York, en Chicago o en la Costa Oeste. Pero viendo con atención las calles, muchos de los exteriores estaban rodados en el downtown de Los Ángeles, y algunas partes en South LA, que son áreas bien bravas de la ciudad.

El hotel era administrado por Billy Truman (Tom Ewell, famoso por haber protagonizado La Comezón del séptimo año junto a Marilyn Monroe; un filme de 1955 dirigido por Billy Wilder). Truman era un policía retirado que había sido amigo de su padre, y muchas veces oficiaba como consejero de Baretta, a quien veía como un hijo.

Luego estaban los otros personajes, a saber: su jefe el Inspector Shiller, interpretado por Dana Elcar, actor que más tarde trabajaría en la serie McGyver y que en cine había hecho un buen papel en El golpe (1973) junto a Robert Redford y Paul Newman.

El teniente Hal Brubacker (Ed Grover) en las siguientes temporadas suplantó a Shiller. Y acá hay un dato curioso, porque este actor había trabajado en el filme Serpico (1973) junto a Al Pacino, donde hacía del Inspector Lombardo. Y era obvio que la debilidad de Baretta por infiltrarse en las organizaciones delictivas disfrazado había sido un detalle tomado del Serpico de Sidney Lumet pero adaptado a la pequeña pantalla.

Entre sus colaboradores (soplones) figuraba Rooster, un proxeneta algo excéntrico interpretado por Michael D. Roberts, que fumaba en boquilla extra larga y le imprimía toques de humor a la serie. Roberts trabajó posteriormente en series como Friends, Hulk, McGyver y Seinfeld.

Otro personaje estrambótico era Little Moe, un enano limpiabotas que también solía vender periódicos (el actor Ángelo Salvatore Rositto) cuyo posterior trabajo en Mad Max 2 Mas allá de la cúpula de fuego (junto a Tina Turner) le valió excelentes críticas. Pero el mejor de todos los personajes secundarios no era un ser humano sino una increíble cacatúa blanca.

«Lala era una genia. Aunque también problemática. Era como una persona atrapada en el cuerpo de un pájaro». Así describía Blake a la cacatúa estrella.Fred, la cacatúa, oficiaba como compañera de cuarto de Baretta y además solía atenderle el teléfono. El detalle de poner a este animalito en pantalla decididamente ayudó a que la serie fuera todo un éxito. En cada capítulo se utilizaban varias aves, pero la verdadera y la más entrenada se llamaba Lala, y así la recordaba Blake:

“Lala era una genia. Aunque también problemática. Era como una persona atrapada en el cuerpo de un pájaro. Si se enojaba te echaba una mirada dura como diciendo ‘¿Tienes algún problema conmigo?’ y te mordía el dedo con fuerza. Por raro que parezca el pájaro entendía la cámara”.

La vestimenta de entrecasa de Baretta consistía en unos jeans medio rockabillies, una campera de corderoy algo raída, una boina de tweed con visera, una remera roja ajustada y llevaba siempre un cigarrillo sin encender o en la boca o detrás de la oreja

Manejaba un destartalado Chevrolet Impala de 1966, apodado El Fantasma Azul por el color azul desteñido que tenia, y frecuentaba la academia de billar de Rose y a sus ocasionales novias las llamaba “primas”.

Los métodos que utilizaba Baretta para atrapar malhechores eran bastante violentos y en cierta medida similares a los del teniente Harry Calahan (o Harry El Sucio) de Clint Eastwood. Llevaba un revólver 38 corto que portaba en una tobillera en la pierna derecha.

La banda sonora incluía una excelente música de jazz-rock compuesta por Dave Cruisin, y en la segunda temporada a ese tema, titulado Keep your eye on the sparrow (lo que acá en nuestra jerga sería algo así como “Ojo al piojo”) le pusieron letra que incluía una frase que Tony solía repetir: “No cometas el crimen si no estás dispuesto a pagar la condena”. Buen consejo.

Baretta duró cuatro temporadas, entre 1975 y 1978. Fueron 82 capítulos vertiginosos hasta que en abril de 1977 Blake anunció que se retiraba de la serie: “Traté de hacer de un policía un ser humano y di todo lo que podía dar, por eso me fui”. Inmediatamente la cadena ABC aprovechó que ya no soportaba más los modos del actor (se lo querían sacar de encima a toda costa) para cancelar la serie en la cuarta temporada y sin episodio final.

Con célebres invitados como Joan Collins, Meg Foster, Erik Estrada, o Dennis Quaid la producción terminó significándole un Emmy a Blake en 1975 y un Globo de Oro en 1976 por su caracterización. Pero esa renuncia sería para el actor el comienzo del peor de los calvarios.

Y se le vino la noche

Después se tomó varios años sabáticos donde se entretenía presentándose en distintos late night shows (programas nocturnos de entrevistas) y siguió su derrotero en el cine con variada suerte, donde el papel más destacado fue el estrafalario lunático de Carretera perdida (David Lynch, 1997).

Robert Blake finalmente murió el 9 de marzo de 2023, a los 89 años.Robert Blake finalmente murió el 9 de marzo de 2023, a los 89 años.En 1999, Blake conocería a una mujer en un bar y todo iba a precipitarse. Ella era Bonnie Lee Blackey y lo que no sabía en ese momento el actor era que ella se especializaba en dos cosas. Una, proponerles matrimonio a señores de edad avanzada con buen pasar económico. Y, dos, que en lo posible fueran famosos. Para entonces Blake reunía ambas condiciones.

Poco meses más tarde se casaron en una rápida ceremonia y ella le anunció que estaba esperando un hijo. Para Robert ése era su segundo matrimonio. Para Bonnie el número diez. Pero había un problema. Ella no sabía si el hijo por nacer era de él o de Christian Brando, uno de los once hijos de Marlon Brando que venía de purgar una condena en la cárcel por homicidio involuntario, perpetrado contra el novio de su medio hermana, Cheyenne.

Bonnie y Brando habían tenido una aventura mientras ella estaba en pareja con Blake. A éste le pareció buena idea realizar una prueba de ADN y allí se constató que el hijo (una niña a la que llamarían Rose) era del actor de Baretta. Con semejante escenario es entendible que la situación de la pareja fuera más bien inestable. Ese matrimonio se parecía a una película de Hitchcock.

La noche del 4 de mayo de 2001 Blake llevó a su esposa a cenar al restaurante Vitello´s donde tenían un plato llamado precisamente Baretta. La pareja salió luego de cenar y se sentó en el auto de Blake. Pero el actor le dijo a su esposa que había olvidado un arma en el restaurante. Cuando volvió ella estaba muerta, con dos disparos en la cabeza.

Blake fue el principal sospechoso de ese homicidio y el juicio (largo y plagado de eventos que la prensa amarilla recogía con fruición) ya se parecía al caso O.J. Simpson. Luego de varios años de proceso finalmente la Corte determinó que el actor no había sido culpable (aunque dos personas atestiguaron que él las había querido contratar como sicarios para asesinar a su esposa) y en 2005, luego de pasar distintos momentos en la cárcel y haber pagado millonarias fianzas, quedó libre.

Pero los cuatro hijos mayores de Bonnie Blackey le iniciaron una demanda civil alegando que él había sido responsable del asesinato de su madre. Pedían 30 millones de dólares. Blake se declaró en bancarrota y tuvo que vender su mansión en Los Ángeles para poder pagar. El crimen sigue sin aclararse hasta el día de hoy. Y Blake quedó literalmente arruinado.

Tras un juicio largo por el asesinato de su mujer, Blake fue declarado inocente y en 2005 quedó libre. Más adelante se declaró en bancarrota. Se derrumbó.Tras un juicio largo por el asesinato de su mujer, Blake fue declarado inocente y en 2005 quedó libre. Más adelante se declaró en bancarrota. Se derrumbó.Consiguió un trabajo como ayudante de un rancho, se mudó a un pequeño departamento y aparecía en distintos programas de chismes donde le pagaban para que contara su historia. En uno de ellos, precisamente en la cadena ABC que unas décadas antes lo había visto triunfar, dijo que había ido y regresado del infierno muchas veces, pero que seguía vivo y no se rendiría.

Blake se casó en 2017 por tercera vez, con Pamela Hudak, de quien se separó a los pocos años. Aquejado por problemas coronarios Robert Blake finalmente murió el 9 de marzo de 2023, a los 89 años. Pero en algún lugar del recuerdo de sus fans Baretta sigue custodiando la ciudad. Así, con sus malos modos y su simpatía a cuestas.

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