Bildu y PNV libran su propia batalla en Navarra y los de Arnaldo Otegi han aprovechado el punto muerto en el que se encuentran las negociaciones entre el PSN y Geroa Bai, coalición de partidos navarros a la que pertenece el PNV, para ofrecerse como salvavidas de un gobierno progresista. Los independentistas vascos han crecido en las últimas elecciones autonómicas y generales en su territorio, especialmente entre los ciudadanos más jóvenes, con una campaña en la que han difuminando los mensajes identitarios para dar más fuerza a las apuestas por las políticas sociales y la brecha que ha surgido en la conformación del gobierno navarro les ofrece una oportunidad con la mirada puesta en las autonómicas vascas de 2024.
Geroa Bai no quiere aceptar las condiciones que le impone María Chivite (PSN) para reeditar el gobierno de coalición (en el que también se encuentra Podemos), y EH Bildu ha visto en ese bloqueo la puerta abierta a potenciar su posicionamiento como un partido útil por su capacidad para «frenar a las derechas» y anotarse un tanto de «responsabilidad» en ese cometido, en palabras de la portavoz de EH Bildu en el parlamento navarro, Laura Aznal. La forma de hacerlo ha sido anunciar una consulta a la militancia para «desbloquear» la situación, poniendo el foco en la «guerra de cargos» en la que se encuentran enfrascados PSN y Geroa Bai para formar gobierno.
Nueva estructura de Gobierno
Donde los nacionalistas tenían 5 carteras, Chivite quiere dejarles solo 4 y con menos competencias. El argumento de los socialistas es que ellos han mantenido su posición mientras Geroa Bai ha perdido peso en las últimas elecciones, pasando de 9 a 7 escaños. Bildu se frota las manos porque mientras los representantes del PNV han disminuido en cuatro puntos sus apoyos (de 17% a 13%), ellos han pasado de 14% a 17%, de 8 escaños a 9.
La consulta anunciada por EH Bildu no tiene aún fecha, aunque fuentes de la formación reconocen que será «inmediata», y la pregunta que se planteará a sus militantes está aún por determinar. Como las prisas apremian y las fechas son malas, explican que es muy probable que se facilite el voto telemático. Hace justo cuatro años, el 30 de julio de 2019, los de Otegi votaban en Navarra precisamente su abstención para investir a Chivite y el 75% votó a favor. Entonces, igual que ahora, el objetivo era evitar un gobierno conformado por los partidos conservadores, pero para demostrar que no era un regalo gratuito a los socialistas, todos los diputados abertzales votaron en contra en la primera vuelta y en la segunda, solo se abstuvieron los cinco necesarios para garantizar que la investidura saliera adelante. Los demás votaron no.
Lo que este martes ha propuesto la portavoz de EH Bildu es que en esta ocasión los votos de su formación puedan ser positivos. Aznal ha asegurado que «está en juego el futuro de la gente, de Navarra» y no están «dispuestas a desoír lo que han dicho las urnas, que no es otra cosa que la sociedad navarra no quiere que gobierne la derecha y condicione las políticas públicas». «La situación no está a la altura de las condiciones», ha señalado en referencia a las negociaciones de los partidos de gobierno para después advertir que «hay mucho en juego«.
Tensión con Geroa Bai
El anuncio sobre la consulta a los militantes y la puerta abierta al sí a Chivite, en principio sin entrar en su gobierno como sí exige Geroa Bai, se ha producido después de que la coalición que lidera la exdiputada Uxue Barkos haya rechazado la última propuesta del PSN. «La negociación de un gobierno no puede basarse en el mercadeo de ofertas y contraofertas», ha denunciado este martes. Y ha ido más allá, ha censurado que la propuesta de los socialistas navarros es «un intento incomprensible de humillar a quien hoy sigue siendo socio imprescindible para la conformación de un gobierno progresista y plural. Es un intento equivocado de pretender acumular poder orgánico y económico en manos socialistas sin que las urnas le hayan dado esa representatividad».
La coalición llega incluso a decir que «pretender ahora y en tiempo de descuento marear a los actuales socios de gobierno y a la opinión pública navarra con un ir y venir de ofertas y contraofertas sin sentido, solo denota falta de decisión para cerrar ya y cuanto antes un acuerdo de gobierno progresista y plural». Una afirmación que se produce después de que este lunes la parlamentaria de Geroa Bai María Solana dijera que si el PSN no quiere el acuerdo con ellos debe empezar a «explorar» otras alternativas, en referencia a EH Bildu. «Geroa Bai no se opondría con sus votos» a ese hipotético acuerdo, dijo Solana, pero la formación reta a EH Bildu a que «asuma su responsabilidad» con la «participación de dicho gobierno» y no solo con el apoyo externo, recordando que los socialistas prefierieron dar la alcaldía de Pamplona o Estella a UPN para evitar que gobernara Bildu. «Para evitar un gobierno de derechas no basta con un sí incondicional a un hipotético gobierno de 14 (PSN- Contigo-Zurekin)».
Los gobiernos municipales pueden entrar también en juego en el intercambio de apoyos al Gobierno foral, toda vez que desde EH Bildu han asegurado que están dispuestos «a hablar de gobernabilidad en todas las instituciones» bajo la premisa de que «debe ser la fuerza progresista más votada la que lidere los gobiernos» de estas instituciones y Geroa Bai ha abierto la puerta a apoyar mociones de censura locales «en el momento en el que la mecánica institucional lo permita».
Voto positivo necesario
Lo cierto es que Chivite (11 escaños) necesita que junto a Contigo-Zurekin (la formación que representa a la coalición de partidos a la izquierda del PSOE en Navarra que tiene 3 escaños) uno de los otros dos, Geroa Bai (7) o EH Bildu (9) voten que sí a su investidura en la segunda vuelta para que no le superen los noes de UPN, PP y Vox, que suman 20 diputados.
Respecto a la posibilidad de que EH Bildu forme parte del Gobierno de Navarra, los socialistas no se muestran de momento partidarios. Durante la campaña dijeron que no gobernarían con ellos y cuando se constituyeron los ayuntamientos, el 17 de junio y ya con las generales convocadas, prefirieron no votar a favor de candidatos independentistas. Este lunes, el número dos del PSN, Ramón Alzórriz, seguía en esa línea pero no descartaba apoyarse en ellos para sacar adelante sus políticas: «No queremos ni debemos conformar un gobierno ni negociar ese Gobierno (en referencia a EH Bildu), pero no es menos cierto que la fórmula que hemos ido avanzando en la anterior legislatura de diálogo, de negociación y de acuerdo, en base a cuestiones sociales con EH Bildu ha sido positiva y, por lo tanto, habrá que avanzar también en esa línea».