Gastón Benavídez abrió el marcador para Talleres y el uruguayo Edinson Cavani, de penal, señaló la igualdad en el Malvinas Argentinas, de Mendoza.
En los penales, su vía más rentable para ganar play offs, Boca se impuso a pura eficacia y no necesitó de Sergio Romero porque Nahuel Bustos y Benavídez ni siquiera acertaron al arco en sus definiciones.
El finalista de la Copa Libertadores, campeón de la Copa Argentina en cuatro ocasiones, enfrentará en semifinales a Estudiantes de La Plata.
Boca dispuso de un juego asociado que superó a Talleres. La diferencia se notó después de los primeros 15 minutos de juego y a partir de la chance de Miguel Merentiel, quien no llegó a empujar la pelota de cara al arco tras el pase de Valentín Barco, el partido se hizo más atractivo.
El equipo de Jorge Almirón jugó concentrado, especialmente en ataque, y aprovechó algunos espacios en el mediocampo y la defensa de Talleres.
Mientras Rodrigo Garro acumulaba imprecisiones, Talleres se apoyaba en la tenacidad de Valentín Depietri y Bruno Barticciotto para atacar. Un remate de Depietri fue atajado por Sergio «Chiquito» Romero y en la segunda jugada lo desperdició Ulises Ortegoza.
La noche mendocina resultaba un tanto esquiva a Boca que además reclamó dos penales, el primero discutible por una mano de Juan Rodríguez, que existió, pero resultó involuntaria tras el rebote de Herrera en la tapada ante Cavani; y el segundo muy claro por una mano de Lucas Suárez, tras un remate de Merentiel, que ocupó un lugar indebido.
El propio Cavani fue protagonista de dos situaciones de gol muy claras poco después. En un minuto quedó mano a mano con Guido Herrera por duplicado, pero sus definiciones fueron defectuosas.
El partido finalizó 1-1 y Boca, recién en los penales, obtuvo su premio. El equipo de Almirón fue ampliamente superior ante un Talleres timorato, que fue de mayor a menor y quedó lejos de un papel digno.