¿Qué fue de Britney Spears, la princesa del pop, rota por una industria y un entorno del que tardó años en emanciparse? ARTE.tv, plataforma de ‘streaming’ cultural europea gratuita, estrena este miércoles 15 de enero en abierto y de manera gratuita, ‘Britney sin filtros’, una serie documental de cinco episodios que profundiza en la carrera y vida personal de este ídolo pop, pero cuestionando el sistema que la produjo, impulsado por la mirada de la sociedad.
En 1998, la canción ‘…Baby One More Time’ arrasó en todo el mundo. En un momento en que la industria musical se apoyaba en los vídeos musicales para aumentar su popularidad, Spears, con su sexy atuendo de colegiala, causaba un gran impacto en los hogares de todo el mundo y se convertía en un modelo a seguir para las chicas jóvenes. Desde sus inicios soñaba con subirse a un escenario, pero, ¿cómo ser una misma cuando se ha sido educada desde la infancia para encarnar un ideal?
Conejillo de indias
La directora francesa Jeanne Burel, que, como toda una generación de mujeres jóvenes, creció con la cantante, traza la trayectoria de la apodada como la princesa del pop’: desde el éxito del fenómeno de su primer ‘single’ hasta su nueva vida sin filtros en las redes sociales, pasando por su naufragio y su liberación de la tutela abusiva de su padre. En la era de la televisión y las pantallas digitales, Spears fue conejillo de indias de la celebridad moderna, símbolo de la transformación de las industrias culturales, la escenificación de la vida cotidiana, el voyeurismo del público y la desacralización de los ídolos.
De la mano de diversos colaboradores (periodistas, autores, un doctor en psicología, un profesor de comunicación, un bloguero, etcétera), y a partir de material de archivo, esta serie documental desvela la conversión de una vida en un espectáculo permanente.
En el primer episodio, ‘Ser o no ser yo misma’, partiendo de la enigmática mirada de Britney Spears en Instagram, el capítulo se remonta a los orígenes del mito: la máquina Disney. ¿Cómo ha moldeado y condicionado este imperio del entretenimiento a toda una generación, y según qué valores? ¿Cómo ha influido en nuestra forma de presentarnos al mundo y de vernos a nosotros mismos?
El siguiente capítulo, ‘Callada estás más sexy’, viaja a la principios de la década de los 2000. EEUU oscilaba entre un puritanismo exacerbado y una fascinación obsesiva por todo lo relacionado con el sexo. Britney se convirtió tanto en el emblema como en el chivo expiatorio de esta cultura ambivalente. ¿Es virgen? ¿Se ha operado los senos? Pero la verdadera cuestión es otra: ¿qué se espera de una mujer famosa?
Beso entre Madonna y Britney Spears durante la gala de los MTV VIDEO MUSIC AWARDS del año 2003. / Win McNamee / EPC
El título tercero, ‘Tomad, esto es mi cuerpo’, se sitúa en el año 2007, cuando Britney Spears se rapó la cabeza ante los ávidos objetivos de los paparazzi. Se convirtió en un símbolo de la explosión de la prensa rosa, la mercantilización de la vida privada y el creciente apetito del público por el sensacionalismo.
En el episodio 4, ‘Fan no se nace, se hace’, bajo la tutela de su padre, Britney fue despojada de todo control sobre su vida. Ante su silencio forzado, sus fans tomaron el relevo y la hicieron existir virtualmente, apropiándose de su imagen. ¿Cómo han permitido las redes sociales a los fans invertir el equilibrio de poder entre los medios de comunicación y el público?, se pregunta Burel.
Por último, el epílogo es ‘Posteo, luego existo’. El 23 de junio de 2021, Britney Spears compareció ante un tribunal de Los Ángeles para pedir que se levantara su tutela. Fue a través de su voz, más que de su imagen, que recuperó su humanidad y su libertad. En su cuenta de Instagram, se reapropia el control de su imagen y muestra cada aspecto de sí misma. Pero ¿qué nos dice esto sobre nuestra propia relación con las redes sociales?