La Bombonera se llenó de margaritas en el día 1049 del duelo por la muerte de Diego Maradona (y en una fecha poéticamente alegórica, 10/10). Dalma Maradona presentó en la Bombonera el documental La hija de Dios (que estrenará HBO Max el 26 de octubre) y hasta la estatua de «Pelusa» quedó rodeada de ofrendas florales alusivas en sus medias.
Hace 28 años, en octubre de 1995, Dalma Nerea salía de una caja para sorprender a su papá en el regreso a Boca, ante Colón, en la Bombonera, en lo que sería un día épico: aquella tarde él se enfrentó a «El Huevo» Toresani y por la noche lo instó a acercarse a «Segurola y Habana» ante la cámara de Fútbol de Primera. Este martes hubo otras cajas, las de las pantallas con imágenes de infancia ochentosa.
En el salón Filiberto, Benjamín Agüero Maradona, Gianinna, Claudia Villafañe, Andrés Caldarelli (marido de Dalma), Sergio Goycochea, Fernando Signorini, Gastón Pauls, varios ex Cebollitas (la ficción en la que debutó la actriz) y más llenaron ese espacio especial del club que se caracteriza por sus murales de lucha y sus conventillos incluidos en su decorado.
Si hay una imagen que puede resumir ese vínculo filial y disparó esta producción es el de las margaritas en las medias. Entrenamiento napolitano, 1989. En la foto, Diego está sentado en la pelota, mientras Dalma, de dos años, decora con florcitas las medias de su papá. Secuencia siguiente: «El Diez» se suma a correr en grupo y trota posando para el fotógrafo con las margaritas adheridas a las piernas.
Dalma en la alfombra azul. Foto Martin Bonetto
La palabra de la protagonista
«Es el ausente más presente del mundo, lo veo en las fotos que me mandan, en los murales de la calle, en todo», se emocionó Dalma, elegantísima en su traje de lentejuelas azul.
Las margaritas pasaron a ser protagonistas en este lanzamiento que habla de Dalma, pero también de Diego. Habla de Maradona. Foto: Martín Bonetto«Este documental es mi mirada, un recorte, un padre en los ojos de una hija, van a ver imágenes domésticas de archivo que nunca vieron«, anticipó ante Clarín, con un símbolo de «buena suerte» en el cuello, un collar con una margarita. «Lo extraño y lo amo cada día más, con lo bueno y lo malo, soy la persona que soy por él»:
A los 36, perdió la cuenta de las veces que pisó este suelo xeneize, de las veces que se abrazó a su papá en la cornisa de ese palco al que «El Diez» habitaba con habano en mano a grito vivo. La mujer que celebró sus 15 en 2002 cerrando la Bombonera exclusivamente para ella, en una descomunal carpa blanca montada sobre el césped mientras sonaban Los Piojos, convirtió la pérdida en un documento fílmico registrado desde Fiorito hasta Nápoles.
Título desprendido del unipersonal de Erika Halvorsen (también hubo libro autobiográfico de Dalma editado por Sudamericana en 2012), La hija de Dios -con dirección de Lorena Muñoz- está dividido en tres episodios de 45 minutos. Guillermo Coppola, Sergio Goycochea, Carlos Tévez, Lalo Maradona y Jorge Burruchaga son algunas de las voces que dibujan al Maradona padre y amigo.
Dalma yendo al entrenamiento de Boca en un camión Scania manejado por Diego, Dalma como única espectadora en una función de un circo napolitano cerrado exclusivamente por pedido de Diego, Dalma recibiendo un automóvil de regalo a los 12 años, Dalma bebé como «trofeo» de las revistas que ofrecían un millón de dólares por la exclusividad de su carita… Las anécdotas como hija se multiplican en un folclore infinito que podrían ser varias temporadas de esta serie documental.
La niña a la que Diego alguna vez calificó de «salvadora inconsciente», la misma que mientras lo buscaba lo hizo arrojar la cocaína por el inodoro -sin ella saberlo-, lloró más de una vez este martes en el Alberto J. Armando, mientras afuera la calle era «un hervidero» y se hablaba la corrida cambiaria y del vértigo pre-elecciones…
«Tu Dios, mi papá». La frase en el césped de la Bombonera. (Foto Martin Bonetto)«La historia de Diego conmigo sólo la puedo contar yo. Quería hacer justicia desde mi lugar en algunas cosas que cuento», sumó Dalma, que considera mágico haber podido visitar con su hija Roma el mural inspirado en la famosa foto de las margaritas, pintado en Paradiso di Soccavo, donde entrenaba Diego en Nápoles.
«El desafío era cómo adentrarnos en el mito. Queríamos escucharla a Dalma, escuchar su narrativa. Es de las personas más inteligentes y valientes que conozco», elogió el productor Axel Kuschevatzky. De fondo, las pantallas regalaban los primeros pasos registrados en VHS, acompañada por ese padre «terrenal» que intentaba domar el ego en medio de sus jugadas estratosféricas.
«Lo más difícil fue el recorte de una vida, mucho quedó afuera. Pero lo más importante fue respetar el punto de vista de Dalma, un diario íntimo, un viaje por su recuerdo, por esa historia de amor», explicó la directora Lorena Muñoz, que ya puso su sello cinematográfico a otros dos mitos, Rodrigo y Gilda. «Tuvimos acceso a un archivo maravilloso, conmovedor, hogareño. El material lo humaniza. Y Claudia es la documentalista más importante de esta historia, el ojo que filma».
Las hermanas Maradona, más Claudia y Benjamín (Foto Martin Bonetto).Sobre el final, Dalma invitó a las plateas de la Bombonera en penumbras y llegó la sorpresa: entre violines, saxo y cantos maradoneanos, un sector del césped se iluminó con la leyenda «tu Dios, mi papá».
Una lluvia breve, como de cierre de rito, regó la jornada. Más de 1.000 días sin Maradona, más de 1.000 días sin justicia…