Hace casi 3 meses que River no gana cuando sale del Monumental. La última victoria fue el 12 de junio a Banfield 4-1 en el Florencio Sola, por la fecha 20 de la Liga Profesional. Eran otros momentos. El equipo de Martín Demichelis lucía y se encaminaba al título que luego consiguió.
Desde entonces, jugó siete encuentros fuera de su casa y en ninguno pudo conseguir la victoria. Perdió 5 (Barracas Central, Talleres, Inter, Argentinos Juniors y Vélez) y empató 2 (San Lorenzo y Rosario Central). Y de los últimos 13 encuentros, ya sea visitante o en cancha neutral (la derrota con Talleres en Mendoza por la Copa Argentina) solo ganó 1. Y son 7 de manera consecutiva sin triunfos.
La escasa producción de River en cancha ajena no solo es en cuanto a los resultados. También, desde el juego. El equipo baja muchísimo su nivel. Y esto genera una gran preocupación.
«Me preocupa e investigaré por donde puedo solucionar esto lo antes posible», reconoció Martín Demichelis en conferencia de prensa. Y, con absoluta sinceridad, comentó: «Estuvimos desconocidos y fue uno de nuestros peores partidos desde que estamos acá, sino el peor».
Luego, Demichelis profundizó su análisis y vinculó esta mala racha con respecto a las salidas fuera de casa. «Seguramente vaya de la mano, volvimos a perder de visitante y sobre todo volvimos a no ser nosotros», reconoció. Y agregó: «Hicimos el peor primer tiempo desde que soy técnico de River. Hay mucho por analizar y corregir».
«COMO PRIMER RESPONSABLE TENDRÉ QUE DAR EN LA TECLA PARA QUE RIVER VUELVA A SER EL QUE SE VIO EN LOS ÚLTIMOS MESES»
Visiblemente golpeado, Martín Demichelis analizó la derrota ante Vélez en Liniers. pic.twitter.com/n3XJaxKStK
— ESPN Fútbol Argentina (@ESPNFutbolArg) September 3, 2023 Esta mala racha contrasta con lo bien que le va de local, ya que en Udaondo y Figueroa Alcorta solo perdió un partido en el año, ante Arsenal. Después, ganó los otros 17, de los que 16 fueron de manera consecutiva, logrando una racha histórica.
Este contraste ya se había visto en la Copa Libertadores. Es que River ganó todos los partidos que jugó como local en el certamen internacional, pero de visitante cayó en 3 e igualó el restante. Esto lo llevó en la fase de grupos (en la que triunfó en los tres partidos como local, y de visitante cayó en dos y empató otro) a quedar en el segundo lugar y tener que definir en Brasil en la serie de octavos de final con Inter, en la que fue eliminado por penales.
Pero los problemas fuera de Núñez son globales para River. Es que en el ámbito local también tuvo algunos traspiés en otros estadios. De hecho, las estadísticas son elocuentes al respecto. De local, desde que arrancó el ciclo de Demichelis, cosechó el 94 por ciento de los puntos (producto de 17 triunfos y una derrota en 18 encuentros), mientras que de visitante obtuvo el 43% (de 20 partidos, ganó 7, perdió 8y empató 5). Y tres juegos fueron en cancha neutral, de los que ganó 2 y perdió uno.
Son las dos caras de este River que navega en la incertidumbre. Y que en menos de un mes visitará a Boca.