Que no hay ideas nuevas en Hollywood se sabe desde hace tiempo. Y que segundas partes nunca fueron buenas, bueno, eso no siempre es tan así. Avatar: El camino del agua es netamente superior a aquella más adolescente película original de James Cameron.
Con el estreno esta semana de Beetlejuice Beetlejuice el tema de la secuelitis aguda, crónica y nostalgiosa a sonar en nuestras cabecitas. Con esta comedia de horror de Tim Burton, los fanáticos ya saben que, si se pronuncia tres veces el nombre del fantasma, éste aparece. Y si a la secuela de la película estrenada en 1988 le pusieron Beetlejuice Beetlejuice, no esperen demasiado para imaginar que llegará una tercera (siempre que este fin de semana ande bien de taquilla en todo el mundo, como es de prever), a titularse Beetlejuice Beetlejuice Beetlejuice.
Les tiro la idea a la gente de Warner Bros.. De nada.
Pero ésta no es la primera vez que Hollywood vuelve sobre un filme exitoso. La “novedad” radica en que pasaron 36 años desde el estreno de la primera. ¿Cuánto sentido -o cuál es el sentido- de hacer segundas partes, o el número que sea, tantos años después?
«Beetlejuice Beetlejuice», que estrenó el jueves, Eddie Murphy en «Un príncipe en Nueva York 2», y Keanu Reeves en «Matrix Resurrecciones». Fotos Archivo ClarínEstá claro que no hay problema cuando apelan a nuestra nostalgia y ganan dinero. El asunto se torna entre vergonzoso y humillante cuando lo que no hay son ideas.
Y sí, es el ciclo sin fin, como decía una película animada que tuvo su secuela, pero directamente al video…
Un poco nos convoca a la nostalgia a quienes vimos esa película, pero está claro que no es como sucedió con Kill Bill, que a los pocos meses de estrenado el Volumen 1 llegó la segunda película con la novia Uma Thurman y toda su venganza.
Por más que parezca que Neo (Keanu Reeves) pone las manos para parar lo inevitable, hubo una cuarta de «Matrix», que fue una decepción.
El caso de «Matrix»
Con Matrix pasó algo, si se quiere, peor. Al filme de Neo de 1999 le siguieron dos secuelas (Matrix Revoluciones, en 2001, y Matrix Recargado en 2003), y Lana, una de las ahora hermanas Wachowski, insistió por su cuenta con Matrix: Resurrecciones en 2021. Fue un fracaso desde todo punto de vista, artístico y económico. Costó 190 millones de dólares y recaudó en todo el mundo 155 millones de dólares.
¿Oyeron hablar de otra de Matrix, seguida de una palabra que empiece con R?
A eso apuntábamos al comienzo. ¿Por qué hacer una continuación de un éxito? Los nuevos títulos, ¿apelan a que la historia tengo algo más para contar, o que lo que haya más para contar sean billetes de dólar?
Eddie Murphy en la insufrible «Un príncipe en Nueva York 2», junto a Arsenio Hall.
Una de cal y una de arena para Eddie Murphy
Eddie Murphy tuvo su época de gloria en los años ’80, y resurgió a comienzos de este siglo: no fue ningún burro al prestarle la voz a Burro en las películas de Shrek, y volvió sobre sus pasos con otras dos comedias.
Primero, 33 años después de Un príncipe en Nueva York (1988), hizo la secuela (Un príncipe en Nueva York 2, 2021), que por suerte se estrenó directamente en streaming -para quienes no la vieron y quieran defraudarse, la encuentran en el catálogo de Amazon Prime Video-, y luego lo hizo con su primer gran éxito, que había sido anterior: Un detective suelto en Hollywood (1984).
El realizador de la primera de Un príncipe… y de la tercera de Un detective…, John Landis, se retiró del cine y lo último que dirigió fue una serie de animación. No digo que haya sido el secreto de los éxitos de aquellas películas. Pero Murphy, al menos, la remontó en Un detective suelto en Hollywood: Axel F, a 40 años de la primera y 30 de la tercera. Está en Netflix, y vale la pena.
James Cameron tardó 13 años en estrenar «Avatar: El camino del agua», pero le salió muchísimo mejor que la original.Mencionábamos a Avatar, por caso, que tuvo su primera secuela 13 años después, tras innumerables postergaciones, pero por suerte el regreso fue mejor. La tercera (Fire and Ash) se sigue postergando, y ahora tiene como fecha de estreno el 19 de diciembre de 2025 (un día antes en la Argentina). Obviamente los efectos son mejores hoy que cuando James Cameron -un tipo que sabe de secuelas, desde su Terminator a Aliens, que fue la segunda de la saga- estrenó la primera. Allí, entonces, se entiende en parte la demora de las nuevas películas, porque todo lo que quería hacer y lograr, sentía que no lo podía.
Esta secuelitis no parece ser el caso de la trilogía de Richard Linklater con Antes del amanecer, que se planteó cómo reencontrar a sus personajes de enamorados cada 9 años. Del Amanecer pasaron por el Atardecer, se saltearon la noche, fueron directamente a la Medianoche y, una lástima, hasta ahí decidieron llegar con los personajes de Ethan Hawke y Julie Delpy.
Todo esto, al margen de los reestrenos en salas de cine de clásicos y no tan clásicos, actualmente Coraline, Relatos salvajes, la Batman de Tim Burton. Y en breve llega The Batman, la que protagonizó Robert Pattinson.
Robert Pattinson, un Bruce Wayne algo emo en «The Batman», que reestrenan en breve y tendrá su propia secuela en 2026.No, no son secuelas, pero Damián Szifron plantea no una si no dos películas retomando el estilo de los episodios, la Batman de Burton tuvo sus secuelas, y Matt Reeves, que estuvo metido en las secuelas de El planeta de los simios, trabaja en secreto en la segunda de Pattinson como Bruce Wayne para estrenar en 2026.
Es que cuando uno, emocionado por los recuerdos va a ver la nueva película, esperando sentir lo mismo que le sucedió cuando vio la anterior, años atrás, y al verla no solo nos demuestra cómo pasan los años en los intérpretes y por ende en uno, sino, peor aún, el recuerdo bello y nostalgioso se transforma en algo que es mejor apagar y borrar.