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18 noviembre, 2024

El gobierno recibió alertas extranjeras de inteligencia por la presencia de iraníes en la región

En los días previos al barbárico ataque del grupo fundamentalista Hamas en territorio israelí del 7 de octubre pasado, la Cancillería argentina recibió información sensible de su embajada en Irán. Esta informaba que había recibido alertas de que la representación boliviana en Teherán emitían visados a ciudadanos iraníes “con condiciones mínimas”.

Es decir, se le advirtió a Buenos Aires que en el gobierno de Luis Arce son muy flexibles con los visados a ciudadanos persas y que ello implicaba el riesgo de que entraran ilegalmente a la Argentina, adonde podrían luego buscar regularizar su situación migratoria.

Las relaciones de privilegio entre Bolivia e Irán datan de hace más de una década con lo que fue la presidencia de Evo Morales. Y se reactivaron a partir de 2020 con la de Luis Arce.

De hecho, a mediados de año su ministro de Defensa, Edmundo Novillo Aguilar, visitó a su par iraní, Mohammad Reza Ashtiani.

Ambos firmaron un memorándum de entendimiento para ampliar la cooperación bilateral en el campo de seguridad y de defensa, que inquietó a Estados Unidos, a Israel y a unos pocos sectores en la Argentina porque tienen un contenido secreto que allana el camino a la cooperación militar boliviano y persa, que incluye la construcción de drones, el desarrollo militar conjunto en la frontera de este país. Se desconoce si con ello firmaron acuerdos migratorios especiales.

Argentina no tiene plenas relaciones diplomáticas con Irán desde el gobierno de Carlos Saúl Menem, cuando la justicia determinó la participación de la milicia chiita pro iraní Hezbollah en los atentados terroristas a la embajada de Israel (1992, 29 muertos) y Amia (1994, 85 muertos).

La embajada argentina en Teherán está conducida por un encargado de negocios. Y lo mismo, la embajada iraní en Buenos Aires.

Fuentes de inteligencia afirmaron a este diario precisamente que quien recibió la alerta y la transmitió a los equipos del canciller Santiago Cafiero fue el encargado de negocios argentino en Teherán, Mariano Jordan, un experimentado diplomático de carrera.

El ataque de Hamas a Israel, que desató una nueva y sangrienta guerra en Oriente Medio activó, según fuentes latinoamericanas, el accionar de la jefatura intermedia en Cancillería que primero había recibido sin tanta preocupación la alerta.

Esas fuentes extranjeras afirman también que otras capitales latinoamericanas recibieron el mismo aviso. En Uruguay y en Brasil, y que al menos lo supo el gobierno israelí. Sin embargo, son todos países que tienen embajadores plenos en Teherán. Para el caso, Lula da Silva, aumentó la cooperación con los iraníes en esta nueva edición de su gobierno.

Un caso que demuestra la facilidad con la que a veces pueden entrar al territorio nacional, individuos con documentación ilegal o irregular es el del iraní que acaba de ser expulsado el 29 de agosto pasado, tras un largo seguimiento del juez federal entrerriano Pablo Sero y cuya historia publicó Clarín este domingo.

Nombrado por Teherán como Reifi Mojtaba tras una larga investigación judicial en la que ninguna agencia internacional lo pudo identificar ni siquiera en los países de Latinoamérica en donde dijo que estuvo -Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia-, este ciudadano persa había entrado al país primero en 2021 desde la localidad boliviana de Yacuiba a Salvador Mazza, en Salta. Lo expulsaron por identidad falsa y si no es que se quedó en el país, volvió a entrar por tierra.

Finalmente, el 24 de junio de 2023, una vendedora de boletos de la estación de ómnibus de Concepción, en Entre Ríos, lo denunció a la policía porque cuando quiso comprar un ticket para cruzar la frontera hacia Uruguay, mostró un DNI, que no era el de él -era robado-, y porque ni siquiera hablaba español.

Su forma de vida indigente no coincidía con su periplo latinoamericano ni con sus apuntes tomados en una libreta. Su caso coincidió con la retención del avión de Emtrasur y su tripulación venezolana iraní de junio de 2022.

Irán en Latinoamerica

“Hezbollah no se considera una organización terrorista en la mayoría de los países al sur del Río Grande; de ​​hecho, sólo Argentina, Colombia, Guatemala, Honduras y Paraguay consideran a Hezbollah una organización terrorista. Sin esta designación, la capacidad de las autoridades locales para monitorear o procesar a Hezbollah y sus agentes locales es limitada”, escribió recientemente Emanuele Ottolenghi miembro principal de la Fundación para la Defensa de las Democracias.

“Hezbollah disfruta del apoyo abierto de regímenes autoritarios locales alineados con Teherán, como el de la Venezuela de Nicolás Maduro, que, para todos los efectos, se ha convertido en la base de operaciones avanzada de Irán en América Latina”, señaló Ottolenghi para insistir en la necesidad de monitorear los movimientos y células instaladas en la región. Y advierte que la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay sigue generando movimientos de lavado de dinero, narcotráfico y financiamiento del terrorismo de grupos vinculados a Hezbollah.

Las relaciones entre el Movimiento al Socialismo boliviano y la República Islámica de Irán se estrecharon con la visita a Evo Morales en 2012 a La Paz del ex presidente Mahmud Ahmadinejad. El mismo que firmó el controvertido acuerdo con Cristina Kirchner en 2013, que buscaba dar una vuelta de página a la causa AMIA.

Bolivia, como entonces Venezuela -que junto a Nicaragua y Cuba son los regímenes que tienen relaciones estrechas con Irán/ recibieron con honores en 2011 al entonces ministro de Defensa iraní Ahmad Vahidi -hoy en Interior- pese a que hay una alerta internacional de Interpol contra él por la causa AMIA.

Según trascendió la embajadora boliviana en Teherán, Romina Pérez se mueve como una diplomática con privilegios y extremos cuidados a nivel local que le proveen los propios iraníes y no el gobierno de La Paz.

Por cierto, cuando fueron las grandes manifestaciones y represión por la muerte de la joven Mahsa Amina, golpeada por la policía de la moral iraní por no usar correctamente el velo, Pérez dijo que las protestas estaban “orquestadas por sionistas británicos y estadounidenses”. Por el escándalo causado, dijo luego que «tergiversaron» sus palabras.

Otro punto que marca la relación con ciertos países de la región es que el dictador Daniel Ortega -que ante las narices del embajador argentino en Managua, Daniel Capitanich recibió a otro acusado por AMIA- cuando reasumió el poder -el vicepresidente Mohsen Rezai- nombró como embajador en Teherán a Ron Moncada, hermano del canciller Denis Moncada, sin experiencia alguna en diplomacia.

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