La Audiencia Provincial ha desestimado la apelación interpuesta por el extrabajador del Córdoba CF que fue condenado por al Juzgado de lo Penal número 2 el mes de mayo del año pasado, por realizar una grabación de una árbitra al final de un partido colocando el móvil en el vestuario, según ha avanzado el digital Cordópolis. El empleado del club blanquiverde, que ejercía por entonces como delegado de equipo, fue condenado por un delito contra la intimidad. La resolución judicial de primera instancia consideró probado que el procesado grabó con su teléfono móvil, sin su consentimiento ni conocimiento, a una árbitra de fútbol mientras se desvestía en un vestuario del estadio El Arcángel en abril de 2022, tras un partido del equipo titular de la instalación contra Las Palmas Atlético.
Un año de cárcel
Un año de cárcel, doce meses de multa con cuota diaria de seis euros, una indemnización de 2.000 euros a la víctima por daños morales y la asunción de las costas del proceso, además de la inhabilitación para ejercer el derecho al sufragio pasivo, componen la condena al exempleado del Córdoba CF que tomó imágenes de una árbitra tras un partido en la temporada 21-22, en la que el equipo militaba en la Segunda RFEF, según expresa la sentencia del Juzgado de lo Penal Número 2 de Córdoba. La defensa habia solicitado la libre absolución del acusado, mientras que la Fiscalía pedía dos años y medio de prisión, veinte meses de multa y tres mil euros de indemnización.
Al término del encuentro disputado por el equipo blanquiverde ante Las Palmas Atlético, en los vestuarios femeninos del equipo arbitral, la mujer advirtió la presencia de una luz a través del espejo. Al girarse comprobó que había un teléfono móvil cargando, de modo que la mujer se acercó y vio que el dispositivo, presuntamente, estaba grabando. La jueza Inmaculada Vacas consideró probado que este hombre colocó su teléfono móvil en modo grabación para obtener, de manera ilícita, imágenes de la mujer mientras se duchaba.
El entonces delegado del club aseguró que era suyo, pero que estaba grabando “sin querer”. La árbitra acudió a la Comisaría de la Policía Nacional, donde denunció los hechos. La Policía detuvo al exdelegado del club, que no fue despedido hasta seis meses después, una vez que los hechos trascendieron.