El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, alertó sobre la «delicadísima» situación económica que atraviesa la Argentina y afirmó que «hay trabajadores y trabajadoras que no llegan a fin de mes».
«Vivimos en nuestro país una situación delicadísima en este orden, hay muchísimos trabajadores y trabajadoras que no llegan a fin de mes y esto angustia muchísimo», enfatizó Ojea en su mensaje para la Fiesta de la Transfiguración del Señor y memoria de San Cayetano.
En ese marco, el presidente de la CEA precisó: «Cuando pedimos trabajo, pedimos por la dignidad, porque el trabajo hace a la dignidad de la persona; no es un objeto de compraventa, no es un objeto de consumo sino que el que no trabaja siente que está de sobra, que no vale; se siente herido en su dignidad, esa dignidad que solamente le da el ser hijo de Dios. Todos nosotros somos hijos de Dios y tenemos este derecho a trabajar».
«Hay cientos de trabajadores que trabajan en la economía popular, cartoneros, feriantes, vendedores ambulantes; personas, mujeres que cuidan niños, que realizan distintos servicios, que cuidan personas mayores, que cuidan enfermos, hermanos nuestros que viven de changas, changas de pintura, de albañilería; si tantos trabajos en donde no rige la plenitud de los derechos», puntualizó.
Además, Ojea explicó: «Cuando le pedimos al santo del pan y el trabajo, pan y trabajo le estamos pidiendo paz. La paz se construye en lo concreto, en el amor a lo concreto. Cuando nosotros luchamos de verdad para que todos puedan tener trabajo y para que sean respetados todos los trabajadores, aún aquellos que no pueden vivir la plenitud de todos sus derechos».
«El 7 de agosto celebramos a San Cayetano. Queremos así unirnos en la oración a tantas hermanas y hermanos nuestros que van a acudir no solamente al Santuario de Liniers, sino también a tantos santuarios que están extendidos en todo el país para pedir por el pan y por el trabajo. San Cayetano es el santo del pan y del trabajo; cuando hablamos del pan, hablamos de un derecho universal de todos los seres humanos. Cuando hablamos del pan, hablamos de Justicia», sostuvo.