El primer tiempo se presentaba duro para la Argentina. Mayormente se jugaba como proponía Chile, con el roce y las infracciones como protagonistas y poco juego. Pero así y todo la Selección campeona del mundo logró generar las chances más peligrosas. Y la más clara fue de Lionel Messi.
El ’10’, que minutos antes había alarmado a todos por una dolencia en el aductor de la pierna derecha, se encendió de pronto y aprovechó un toque de Rodrigo De Paul hacia el centro para enfocar y darle al arco de zurda. Fue a los 35 minutos y el buen remate de Leo pegó en la parte externa del palo izquierdo de Claudio Bravo y se fue afuera.
Ya había contado con otra situación concreta el cuadro albiceleste. Nicolás González quedó de pronto mano a mano con Bravo con una pelota picando.
Pero ese pique fue alto y no bajaba más. González decidió cabecear para abajo y falló.
En otra que comandó Messi, Nahuel Molina tiró el centro y Erick Pulgar casi mete la pelota en su propio arco. A pesar de un campo de juego en malas condiciones y de un rival duro, la Argentina fue más en la primera parte.