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25 noviembre, 2024

Los hinchas se preguntan: a qué juega el River de Demichelis

Las alarmas suenan cada vez más fuerte. Los hinchas se preguntan, ¿qué le pasa a River? aunque más correcto sería preguntarse ¿qué quiere River?, que a su vez desata otras cuestiones en un dominó peligroso. ¿La actuación ante Vélez fue solo la de una mala noche o parte de las respuestas a los otros interrogantes? Lo responderá el equipo en lo que le falta por jugar en esta Copa de la Liga y, sobre todo, desde las señales que envíe Martín Demichelis.

No se termina de entender el equipo inicial que puso ante Vélez. Tampoco la demora en hacer los cambios que eran obvios hasta para el menos avezado. Cuando los hizo estaba dos goles abajo, que podrían haber sido más si Armani, injustamente criticado en las redes, no hubiera aparecido en los remates de Romero y del tiro libre de Aquino o el cabezazo de Giannetti.

La otra enorme preocupación es haber visto un equipo sin rebeldía. Sin alma, se dice en la tribuna. Entregado en la derrota táctica, simple pero eficaz, que le propuso Vélez, sin “vergüenza deportiva” para ir a buscar el empate primero y el descuento después.

River Cayó en Liniers y está décimos en su zona.River Cayó en Liniers y está décimos en su zona.Corre el rumor de que la eliminación ante Inter en la Libertadores y frente a Talleres en la Copa Argentina fueron dos torpedos que impactaron en la línea de flotación del ánimo del plantel. Si es así, no es tolerable.

Estamos hablando de River. De un River que venía de ganar la Liga Profesional por un campo de distancia. ¿Cómo puede caerse un equipo con la jerarquía de estos jugadores por dos eliminaciones, aunque una de ellas les haya quitado la posibilidad del gran objetivo que era la Libertadores? En el triunfo son todos fenómenos. Los grandes se ven en la adversidad. Y en la adversidad, este River del último mes no estuvo a la altura de su historia. Las 16 victorias al hilo en el Monumental no deberían medirse como un mérito, sino como una obligación.

Queda una sensación de problemas de gestión. O de algo peor, que se utilice esta Copa de Liga como un experimento para formar el “gran River 2024”. Si es así, Demichelis transita más hacia la temeridad que a la audacia.

Se deja a ir a Robert Rojas (a Tigre) que puede ser central o lateral, en línea de cuatro o de tres. No juega Casco, presumiblemente porque está en bajo nivel. Herrera no es considerado. Y aparece Simón contra la banda, que no es lateral natural ni tiene las características para el puesto.

Se expone a Enzo Pérez, una institución, a jugar solo en el medio. Y a ser devorado ante el pressing adversario. No es la primera vez que sucede. ¿Merece Pérez sufrir en sus últimos meses en River?

No supo resolver River el uno contra uno contra las bandas: ¿resultado? equipo partido y sin juego. Borja aislado y sin que le llegue juego, De la Cruz, fastidiado, poco pudo hacer. Y De la Cruz debe ser el mejor futbolista del medio local del último año y medio. El sábado fue condenado al naufragio, en soledad. Barco estaba, en el banco. Desperdiciado.

Demichelis navegó con suficiencia la transición de Gallardo, manteniendo la línea del Muñeco hasta lograr el título. Después de la vuelta olímpica todo es a mano propia. Y los números no le dan. Redujo en parte en el plantel, llegaron hombres nuevo s llamados “refuerzos”. Hasta ahora, con cuenta gotas, a la exigencia de jugar en River solo respondió Collidio Perdió gol con la ida de Beltrán. No se sabe cuál es el sistema que íensa el técnico que ayude a solucionar el problema. En suma, no se ve con claridad qué quiere hacer Demichelis con el River de su autoría.

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