Sergio Massa logró prorrogar las sesiones ordinarias del Congreso con la intención de postergar el dictamen de la comisión de Diputados que lleva adelante el proceso de juicio político contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia para después del balotaje que lo enfrentará a Javier Milei.
La decisión fue confirmada este lunes mediante la públicación en el Boletín Oficial del Decreto 583/2023 que extiende hasta el 9 de diciembre el período ordinario de sesiones. La medida tiene las firmas del presidente Alberto Fernández y del jefe de Gabinete, Agustín Rossi, quien comparte la fórmula con Massa.
La decisión cuenta con el guiño de Cristina Kirchner, que también necesita extender la actividad legislativa ante la imposibilidad de reunir el quórum para tratar los pliegos de jueces y fiscales.
Si bien desde el bloque oficialista intentan mantener el cronograma que se habían fijado para la etapa final del proceso de enjuiciamiento que se inició a fines de enero contra el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, y los tres jueces que integran el máximo tribunal; Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti; el ministro y candidato hizo un esfuerzo por cerrar un frente de conflicto luego de las críticas de Juan Schiaretti y Roberto Lavagna, a la que también se sumó Mauricio Macri.
En rigor, Massa ya había anticipado a mitad de semana su intención de reactivar el Congreso después del 20 de noviembre si es elegido presidente, prometiendo en primer término un proyecto de modernización del Estado. Pero tanto desde la bancada oficialista como desde el entorno del ministro no dieron precisiones sobre esta propuesta ni tampoco qué otras iniciativas maneja si el candidato de Unión por la Patria finalmente se impone en la segunda vuelta.
Pero con el aval de Cristina Kirchner, el tigrense consiguió extender la actividad del Congreso hasta después del 30 de noviembre cuando finaliza el periodo ordinario.
Así pretende cajonear, por lo menos hasta después de la elección del 19 de noviembre, el dictamen sobre el juicio político a la Corte.
La medida también le sirve a la vicepresidenta que está cada vez más complicada en el Senado para reunir el quórum, debido a los problemas de salud del sanjuanino Rubén Uñac, sumado a la imposibilidad de tomarle juramento al reemplazante de Matías Rodríguez, quien falleció recientemente.
En lo que tiene que ver con el juicio político a la Corte, también surgieron algunas versiones que ponían en duda que los massistas Ramiro Gutiérrez y Micaela Moran vayan a firmar el dictamen impulsado por los ultra K Leopoldo Moreau y Rodolfo Tailhade junto a Vanesa Siley.
Una fuente judicial advirtió que a Gutiérrez, quien es mencionado como uno de los candidatos para ser ministro de Justicia si Massa es electo, se le iba a hacer difícil reunirse con los jueces de la Corte si su firma aparecía en el dictamen. Incluso lo dejaría afuera del perfil de gobierno de unidad que el tigrense promociona para cerrar la grieta política.
Sin embargo, vale aclarar que ese no será un impedimento para que el kirchnerismo pueda dictaminar después del balotaje, ya que puede reemplazar a los dos massistas con otros diputados K. Práctica que ha venido aplicando a lo largo del proceso para garantizar el quórum y avanzar contra la Corte.
Por ahora, lo concreto es que la comisión está convocada para el martes con el objetivo de esperar el descargo de los jueces Maqueda y Lorenzetti, quienes no enviaron su respuesta a las imputaciones de la comisión. Rosatti y Rosenkrantz si lo hicieron y con fuertes críticas al proceso realizado por los diputados. Si no se presentan, que es la opción más posible, los diputados avanzarán con el informe de acusación que ya tienen preparado.
Inicialmente, el oficialismo mantiene por ahora su intención de sacar dictamen entre el 13 y el 17 de noviembre, aunque todo estará supeditado a lo que resuelva el ministro.