José María López acaba de bajarse del auto 117 en el box de Toyota Gazoo Racing en el Autódromo Juan y Oscar Gálvez y encara directo a Matías Rossi: “Fijate si te podés acercar un poco, la butaca me queda un poco lejos”. “Todos los años hago un poco de sacrificio y este año quiero que haga un poco de sacrificio él. Mita y mita (sic)”, se explaya luego en la charla que comparten con Clarín en la previa de los 200 Kilómetros de Buenos Aires de TC2000, la que correrá por cuarta vez con el Misil. “Capaz que me estoy achicando”, bromea Pechito con ese tono cordobés que nunca abandonó pese a que ya pasó más de la mitad de su vida en Europa.
“Es siempre especial volver a correr a Argentina. O sea, yo tengo los mejores recuerdos de mi paso por Argentina, esos seis, siete años que estuve acá. Siempre es lindo, por la gente, porque vienen mis seres queridos y mis amigos a verme, por los fanáticos. Siempre disfruto mucho”, agrega quien llegó el miércoles a Buenos Aires y el jueves ya estaba arriba de no uno, sino dos autos, porque también disputará la fecha del TCR South America. En esta nueva categoría que recorre circuitos brasileños, uruguayos y argentinos, justamente, Rossi viene de hacer la pole y ganar las dos carreras en San Juan.
“No era el plan original que corriera”, cuenta el piloto titular en estos 200 Kilómetros de Buenos Aires del TC2000, aunque avisa que no le esconderá información a su compañero y rival este fin de semana. “En eso soy abierto, me gusta ganar, pero no escondo cosas. O sea, no digo ni que está bien ni que está mal si alguien esconde esa información de cómo manejar el auto. Pero a mí me gusta ser abierto y compararme y competir con pilotos del nivel de Pecho porque, real, te hacen mejorar. No es que es una frase que uno la dice de cassette, la digo realmente porque te vas puliendo en detalles. Ojalá nos vaya muy bien a los dos con el TCR y acá”, desea.
«Acá» es el TC2000, donde parten como una de las parejas fuertes, como también les ocurrió en 2017, 2018 y 2021. “Lo sabemos, entre los dos tenemos no sé cuántos campeonatos de TC2000”, reconoce López, ganador de tres títulos que se suman a los cinco de Rossi. “Pero también hay parejas muy fuertes y muchos equipos fuertes. El primer año que vinimos había mucha expectativa y el segundo, también -recuerda-. Pero la realidad es que nunca estuvimos a la altura en el sentido de performance del auto como para pelear más. Siempre hubo alguien más rápido, en general los Fluence anduvieron siempre muy bien acá. Obviamente tanto él como yo siempre damos lo mejor. De mi parte, inclusive muchos de los años que vine fui más rápido que los pilotos titulares. Entonces, más allá de que seamos una dupla fuerte, necesitamos también el auto que acompañe y creo que el Corolla estas últimas dos carreras pegó un salto. Vamos a ver que pasa acá. Si el auto está bien, a igualdad de maquinaria, creo que podemos pelear bien para ganar”.
El piloto de Del Viso se encarga de destacar que pese a que anteriormente tuvieron “un lío de confiabilidad o algún problema”, siempre se fueron “con una buena sensación interna”. “Eso también te demuestra que aún sin el resultado final que esperamos, lo volvemos a intentar. Obviamente yo soy piloto Toyota hace muchos años, Pecho tiene un vínculo con la marca. Pero también se trata de una carrera en la que sos una dupla de pilotos y compartís un montón de cosas y si no te llevás bien es una cagada. Si no hubiese buen feeling, hubiese aparecido alguna excusa de algún lado para no seguir. Y acá siempre está la predisposición, aún con intentos fallidos. Obviamente nos tenemos fe los dos y son carreras de autos, donde el auto tiene que andar bien, pero estamos confiados para esta edición”, subraya.
Sobre su participación en el TCR South America, Pechito revela: “Me entusiasmó mucho la idea de correr solo. Hace muchos años que comparto el auto con alguien. Entonces, eso me gustó y ya lo poquito que viví lo disfruté mucho. Disfruté mucho de poder hablar con mi ingeniero, de buscar qué poder hacer en el auto para que me sienta más cómodo. Me entusiasmó eso. Tenía muchas ganas. Hace muchos años. Las carreras de resistencia están buenas porque te enseña a compartir, a ver desde otro punto la competencia, donde vos tenés que ayudar también a la persona que tenés al lado. En cambio, cuando vos estás solo tenés que tratar de optimizar al máximo lo tuyo y eso también está bueno. Y eso un poco lo extrañaba”.
Rossi le comparte: “Lo que más cuesta para mí es pasar del TCR al TC2000 y aprovecharlo, porque el TC2000 es más rápido, es más liviano, frena mejor. Entonces cuando vos venís con la referencia del TCR te subís al TC2000 y nosotros decimos ‘te quedas corto’ entre comillas. Te quedás corto ahí en el límite del auto”.
Matías Rossi y el TC2000: «No está pasando su mejor momento pero soy auspicioso»
Matías Rossi, piloto titular en los 200 Kilómetros de Buenos Aires, con Pechito López como invitado. Foto: Fernando de la Orden / Matías Rossi tiene diez títulos en el automovilismo argentino: la mitad los conquistó en el TC2000, donde está a solo dos del máximo ganador, el mítico Flaco Traverso. Sin embargo, reconoce que la categoría no pasa por su mejor momento.
«A mí particularmente me invade toda la historia del TC2000 en mi visión porque a mí me dio mucho cuando la categoría estaba fuerte, aprendí muchísimo, tuve la suerte de correr siempre para fábricas, que es el objetivo cuando empezás, y hoy no está pasando el mejor momento y soy auspicioso de que se mejore de acá al futuro. Aspiro a eso», reconoce.
En un automovilismo cambiante, donde el show a veces pesa más que el deporte, el Misil afirma que no le gusta pero que aprendió a entenderlo «mientras las reglas sean claras para todos». «Siempre uno lo ejemplifica para que se entienda con el fútbol: vos no le ponés a Messi un botín de cinco kilos de plomo. O sea, el tipo hace maravilla y la hace siempre. O en el tenis, no le ponés a Djokovic una raqueta más pesada. En el automovilismo se empezó a implementar esa regla de que el juego se reparta -compara-. ¿Por qué? Bueno, uno no lo entiende, pero lo aprendí a aceptar, digamos, con el paso del tiempo. Y bueno, uno convive con eso, como te digo, mientras las reglas sean claras para todos y al final se termine destacando, ganando carreras y siendo campeón el mejor, lo aceptás. Desde ese punto de vista lo acepto».
«Y sí lo que me gusta -aclara- es que las modificaciones se hagan para un mejor espectáculo. Por ejemplo, viene López, el mejor piloto, con el mejor auto y gana por una vuelta. Está bárbaro lo que él logra, pero también vos entendés que la gente quiere ver buenas carreras y ahí es donde empezás a comprender este tipo de sistema que reparte un poco más el juego y la aceptás porque termina siendo un bien común».
-¿Qué balance hacés de tu año, sin TC pero con el nuevo TCR?
-Viene siendo un año un poco irregular, como año en sí. Sí lo que aspiro siempre es a mantenerme competitivo. Como todo, hay rachas y momentos, son carreras de autos. Me siento bien en lo personal, en ese sentido, de sentirme competitivo y queriendo que sea mejor, porque llegamos a octubre y estoy quinto en el campeonato de TC2000, quinto en el de TCR y segundo en el Top Race. Siempre uno aspira a estar en el top tres, digamos, a pelear hasta el final. Hasta acá ha sido un año en el que logré un poco más de lo que pretendo.
-¿Tenés ofertas para volver al TC? ¿Lo extrañás?
-Tengo ofrecimientos para volver al TC. Se extraña porque el TC siempre es un fenómeno popular, está en boca de todos y no sé, voy a un evento y, real, me dicen ‘che, Mati, ¿volvés al TC?’ Siempre es la primera mención del público. La gente se acuerda. Está el tema de los autos nuevos. Bueno, mi identificación obviamente con Toyota y el proyecto de TC que fuimos juntos. Se extraña desde ese lado. El auto es muy lindo para manejar, sobre todo ahora los nuevos que son más rápidos. Así que sí, siempre se extraña y no sé qué va a pasar el año que viene porque estoy totalmente en veremos en cuanto a qué voy a hacer. No he hablado con nadie. Mi objetivo principal es seguir ligado a Toyota de alguna manera, hagamos lo que hagamos. Y después ver cómo me acomodo en el resto.