Nadie sabe cuánto más durará este sueño y poquísimos futboleros creen que tendrá el final óptimo, pero los simpatizantes de Girona disfrutan de estos días en los que su equipo encabeza la Liga de España por encima de Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid. El conjunto gerundense, que este jueves a las 15:00 visita a Betis en Sevilla por la 18ª fecha de LaLiga de España, se sostiene en la cima con un modesto plantel, que combina experiencia y juventud, y que tiene como uno de sus pilares a un argentino que hizo toda su carrera fuera del país: el arquero Paulo Dino Gazzaniga.
En su segunda temporada en suelo catalán, Gazzaniga es el propietario indiscutido de la valla del elenco dirigido por Míchel Sánchez Muñoz, la gran revelación de la temporada española. En varios de los 17 encuentros de esta campaña, el longilíneo cancerbero, que mide 1,96 metros, fue fundamental para que su equipo sumara y en cinco completó la faena con su arco en cero.
A este hombre que el 2 de enero cumplirá 32 años, el oficio le llegó por herencia familiar desde su natal Murphy, un pueblo de 4.000 habitantes ubicado a 156 kilómetros de Rosario y en el que también nació Mauricio Pochettino, un hombre que tendría un rol clave en su carrera. El abuelo paterno de Gazza fue arquero. “Por desgracia no llegué a verlo. Jugaba en el pueblo y todos siempre me hablan maravillas de él. Dicen que era un arquerazo. De la zona, lo mejor”, contó en 2018 en una entrevista con Clarín.
También Daniel Eduardo, su padre, se desempeñó bajo los tres palos: pasó por las divisiones inferiores de River (no llegó a debutar en Primera), jugó en Instituto de Córdoba, Deportivo Maipú de Mendoza y Villa Dálmine, y también tuvo experiencias en Ecuador y Perú. “Desde el primer día en que vi atajar a mi papá, me gustó tanto lo que hacía que quise ser arquero. En lo que más me fijaba era en la vestimenta, porque siempre son los distintos”, explicó Paulo.
El joven Gazzaniga inició su camino en Centro Recreativo Unión y Cultura, el único club en el que se practica fútbol en Murphy, y tuvo un breve paso por el Club Atlético Las Palmas, en la ciudad de Córdoba, cuando su papá fue a jugar a Instituto. Pero la primera gran mudanza de su vida ocurrió cuando tenía 15 años: sus padres se divorciaron y Daniel optó por radicarse en España. Lo siguieron sus dos hijos, Paulo y Gianfranco, dos años menor, quien también es arquero y hoy se desempeña en el Racing de Ferrol, de la Segunda División española.
Paulo Gazzaniga junto a Patricia, su pareja, y Mario, su hijo de dos años.Allí, Paulo jugó dos años en Torre Levante Orriols y uno en la academia del Valencia, pero a los 19 años quedó libre. En ese momento recibió dos propuestas: una de un club valenciano de la tercera división española y otra del Gillingham inglés, que militaba en la League Two, la cuarta división de ese país. “Cuando me presentaron las dos opciones, ni lo pensé porque sabía que ir a Inglaterra era abrir una puerta mucho más grande. Agarré mi bolsito, mi par de botines, mi par de guantes y me fui a la aventura con 50 euros en el bolsillo”, recordó en 2018.
Con el equipo del condado de Kent disputó apenas 22 partidos, que le bastaron para llamar la atención de varios conjuntos de categorías superiores. En julio de 2012, Southampton, que unas semanas antes había conseguido el ascenso a la Premier League, lo fichó a cambio de dos millones de libras y le ofreció un contrato por cuatro años.
Paulo Gazzaniga hizo su primera experiencia profesional en el Gillingham, de la cuarta división de Inglaterra.“Estuvimos buscando un arquero joven y con hambre, y Paulo encaja en ese molde. Tiene una buena estatura, es un chico joven que tiene confianza en sí, lo cual es bueno, y tiene muy buena actitud y ética de trabajo, lo cual es importante para nosotros”, elogió Nigel Adkins, entrenador de los Saints, al argentino, que entonces tenía solo 20 años.
En Southampton le costó hacer pie y solo consiguió disputar 23 encuentros en cuatro años. Pero allí conoció a Mauricio Pochettino, quien se hizo cargo del equipo en enero de 2013, tras el despido de Adkins, y años más tarde le abriría otra gran puerta. Pese a haber nacido en el mismo pueblo, el arquero y el entrenador no habían tenido contacto hasta que coincidieron a 11.000 kilómetros de Murphy.
Con el arco muy bien cubierto por Fraser Forster y ya sin Pochettino a cargo del equipo, Southampton optó por cederlo a préstamo a Rayo Vallecano en la temporada 2016/17. En la primera de sus tres experiencias profesionales en España, disputó 32 encuentros del torneo de Segunda División (en 11 no recibió goles) y otros dos correspndientes a la Copa del Rey. “Ir al Rayo fue muy importante. Ahí me volví a sentir arquero, tuve la posibilidad de volver a jugar varios partidos”, destacó sobre aquella campaña.
Paulo Gazzaniga atajó una temporada en Rayo Vallecano, en la segunda división de España.A su vuelta a Inglaterra, se mudó de Southampton a Londres, ya que Pochettino lo llevó a Tottenham. Allí también le costó muchísimo ganarse un lugar, ya que el guardavalla titular era el francés Hugo Lloris, capitán del equipo y uno de los referentes de Gazzaniga en el puesto. De hecho, en su primera temporada jugó solo un partido, ante Crystal Palace por la Premier League (Lloris estaba lesionado). En la segunda, sumó algo más de tarea: trabajó en 11 encuentros.
Pese a su poca actividad, en noviembre de 2018 fue convocado por Lionel Scaloni, quien estaba a cargo del seleccionado argentino desde hacía dos meses, para dos amistosos frente a México en Córdoba y Mendoza. Apenas unos días antes de ese llamado, había debutado en la Champions League en una victoria 2-1 de Tottenham sobre PSV Eindhoven.
Paulo Gazzaniga jugó su único partido con el seleccionado argentino en noviembre de 2018: fue un amistoso ante México.“Me sorprendió el llamado. Fue de un día para el otro. No tenía indicios de que me iban a llamar. Yo venía haciendo mi trabajo como siempre y me agarró desprevenido. Mauricio (Pochettino) me lo dijo y pensé que estaba bromeando”, contó Gazzaniga, quien se mostró muy reconfortado por la posibilidad de compartir un plantel con Sergio Romero, otro de sus referentes: “Ser compañero de Chiquito es otro sueño para mí. Lo sigo y es un orgullo estar entrenándome con él”.
El santafesino disputó su único encuentro con el combinado nacional el 20 de noviembre de 2018 en la victoria 2 a 0 contra los mexicanos en el Malvinas Argentinas de Mendoza: reemplazó a Gerónimo Rulli a los 12 minutos del segundo tiempo y tuvo una muy destacada labor, con dos buenas tapadas ante un cabezazo de Jesús Gallardo y un remate de media distancia de Víctor Guzmán. Tras ello, no volvió a ser convocado.
En Tottenham solo tuvo continuidad cuando Lloris sufrió una fractura en el codo izquierdo en octubre de 2019. En febrero de 2021 fue cedido a Elche, el equipo del empresario argentino Christian Bragarnik. Allí fue titular en los últimos ocho partidos de la temporada y ayudó a que su equipo (en el que también jugaban Pablo Piatti, Lucas Boyé, Iván Marcone, Emiliano Rigoni y Guido Carrillo) consiguiera, en la última fecha y gracias a una victoria sobre el Athletic Club de Bilbao, la permanencia en la elite del fútbol español.
Paulo Gazzaniga fue dirigido por Mauricio Pochettino en Southampton y en Tottenham. Foto: David Klein / Reuters.Luego de que expirara su contrato con Tottenham, en julio de 2021, Gazzaniga se vinculó por dos años con Fulham, que acababa de descender de la Premier League al Championship. Comenzó su primera temporada siendo titular, pero después de 11 fechas perdió el puesto con el eslovaco Marek Rodak en el equipo que terminaría consagrándose campeón del certamen de Segunda División.
Sin lugar en el conjunto del sudoeste de Londres, el guardavalla apostó nuevamente por un préstamo y por España como destino: en septiembre de 2022 lo contrató Girona, un club cuyo paquete accionario pertenece, en un 44,7%, al City Football Group (propietario también de Manchester City, entre otros) y que dos meses antes había conseguido el ascenso a la Primera División.
En el conjunto gerundense le tomó un puñado de fechas arrebatarle la titularidad al veterano Juan Carlos; desde que se la apropió, nunca la cedió. En ese torneo, en el que su equipo se aseguró holgadamente la permanencia, tuvo un rendimiento muy parejo con algunos picos como su notable actuación en el Camp Nou, donde el equipo de Míchel Sánchez Muñoz (ya había dirigido al arquero en Rayo Vallecano) rescató un empate 0 a 0 con Barcelona.
Paulo Gazzaniga está disputando su segunda temporada con Girona. Foto: Josep Lago / AFP.Al terminar esa temporada (y también su vínculo con Fulham), varios clubes se interesaron por los servicios de Gazzaniga. Entre ellos, Villarreal, que buscaba un reemplazante para Gerónimo Rulli, quien había sido transferido a Ajax. Pero el santafesino, ya como jugador libre, firmó por otras dos temporadas con Girona. Parece que no se equivocó: hoy es una de las figuras de uno de los equipos que sorprenden a Europa.