Hace tiempo dejó de ser una casualidad. Es imposible que en la mayoría de los penales la suerte esté del lado de Sergio Romero, y por casualidad se convierta en figura en el mano a mano desde los doce pasos. Lo demostró en la semifinal ante Países Bajos del Mundial de Brasil 2014, atajando dos penales para convertirse en «héroe», como le dijo Javier Mascherano en la previa a la tanda, y sigue revalidando su especialidad durante su estadía en Boca, donde se convirtió en el principal actor para dejar atrás a Racing y avanzar a las semifinales de la Copa Libertadores. Detrás de estas estadísticas, hay un trabajo especial.
Muchas veces, detrás de algunos éxitos hay un secreto que pocas veces es revelado. No es el caso de Chiquito, que en diálogo con «El Canal de Boca», contó el trabajo que realizó previamente para poder ser la figura y el principal actor por el cual el Xeneize está en semifinales del torneo internacional.
El joven Exequiel Zeballos fue letal y adelantó en la serie al Xeneize tras convertir el primer tanto. Luego, a través de Gonzalo Piovi, llegó la oportunidad de la Academia para empatar el encuentro, pero Chiquito intuyó bien e hizo caso a la popular frase «el zurdo la cruza». «Yo le tenia mucha fe al penal de Piovi. No me preguntes el motivo, pero tres días antes yo dije que si había un penal de Piovi, yo lo iba a atajar. Esa sensación ya la sentía«, expresó el arquero con pasado en la Selección Argentina.
En el tercer penal por lado, luego de que ambos equipos conviertan en el segundo, Romero se lució ante Leonardo Sigali, luego de haberlo analizado con delicadeza previo al encuentro. «En el penal de Sigali, sabíamos que él tenía tendencia de patear a la derecha. Pero nuestra decisión era quedarnos parados. Fuerte al medio. Era el tercer penal, el que tenes que asegurar. Cuando llego y lo veo, dije: no lo va a patear al medio», comenzó relatando el futbolista.
Sergio Romero, figura en los penales ante Racing. (Photo by Luis ROBAYO / AFP)«Decidí ir a donde él se sentía fuerte», citó y agregó: «Si yo me quedaba parado, nos íbamos a mirar los tres y decirnos: ¿para qué cambiamos si la tendencia iba a la derecha? Entonces decidí ir a la derecha y cuando lo atajé, vino Gayoso y me dijo: menos mal que te tiraste a la derecha».
Cada vez que toca patear ante Romero, luego de mirar las estadísticas que mantiene el arquero, el arco se achica. Desde su llegada al Xeneize, hace a poco más de un año, atajó 8 de los 14 penales que le patearon.
Chiquito Romero, la clave para que Boca esté en semifinales de Copa Libertadores. EFE/ Juan Ignacio RoncoroniEl segundo penal que contuvo trajo consigo una cuota de preocupación para el cuerpo técnico de Jorge Almirón. Es que inmediatamente después de haber atajado el penal a Sigali, se tomó la parte posterior de la pierna derecha. Solo se trató de un calambre por la tensión, y nada tuvo que ver con las lesiones sufridas en su rodilla, que lo marginaron de varios encuentros en el comienzo de su aventura con Boca. Actualmente, trabaja su lesión con una rutina dictaminada por el doctor del Xeneize Jorge Batista: «No sólo la hago diariamente sino que me la guardé en la agenda porque el día de mañana te puede ayudar».
El éxito en los penales refleja el trabajo en equipo que hacen los arqueros suplentes (Javi García y Leandro Brey), el entrenador de arqueros Fernando Gayoso y él. Sin lugar a dudas fue la clave para que el conjunto de La Ribera enfrente a Palmeiras en semifinales (ida el 5 de octubre y la vuelta será una semana más tarde, el 12, en Brasil), donde existe la posibilidad que tenga que relucir su as de espada nuevamente.
La lesión en su rodilla y la espera de Boca para que sane en su totalidad
«Desde que llegué al club recibí un trato espectacular, me hicieron sentir en casa de primer momento. Cuando me volvieron a operar de la rodilla no me apuraron con los tiempos, me dijeron que me iban a esperar el tiempo de la recuperación», contó el arquero, mientras que afirmó que «valió la pena ese periodo duro porque el presente es bueno».