Parece que sí…
Javier Gerardo Milei finalizó su visita de este martes a la Residencia Presidencial observando parte de los jardines. Y, fundamentalmente, las oficinas de la Jefatura de Gabinete y las habitaciones de huéspedes. El presidente electo se fue pensando en instalarse allí para trabajar y no en la Casa Rosada, por lo que podría pensar en más oficinas en ese sector: su estilo de trabajo de 24 por 7 transformará a la Quinta de Olivos en un paisaje bastante menos bucólico que el que hoy mantiene en las horas finales de la gestión de Alberto Ángel Fernández. Mientras tanto, el futuro mandatario sigue en el Hotel Libertador, donde se cocinan muchas definiciones que han generado tensión política tanto dentro del esquema de La Libertad Avanza como de los fieles a Mauricio Macri. La mano derecha en la gestión es Nicolás Posse, pero su persona de consulta final es y será siempre «El Jefe»: Karina Milei.
Karina Milei sale del Hotel Libertador. Foto: Luciano Thieberger.
Los arcángeles de Javier
Lo primero que hizo ruido en el piso 21 del Hotel Libertador fue que se dijo que no iban a hablar más de la composición del futuro Gabinete y el empresario Guillermo Ferraro salió en Radio Mitre para «confirmarse» al frente del súper Ministerio de Infraestructura y Transporte, que nucleará Obras Públicas, Minería, Energía, Transporte y Comunicaciones. Allí sucederán las reformas y privatizaciones que Milei quiere como parte fundacional de su sueño de ser el nuevo Menem. Por eso, el próximo ministro deberá pensar en cambios como los que hizo Carlos Saúl y le tocará modificar la ley 13.061 (de Obra Pública), la 17.520 (de concesión de la obra pública) y la fundamental ley 23.696 de Reforma del Estado. Además, Nicolás Posse tendrá a su cargo la reforma administrativa, Rodríguez Chirillo la energética y la Reforma del Estado quedaría para el abogado Sergio Arbeleche, del estudio Bruchou-Funes de Rioja. Todo tiene que ver con todo…
De izquierda a derecha Daniel Marin, Guillermo Francos, Nicolás Posse, Diana Mondino y Karina Milei
Fuerzas del cielo
En tanto, sigue el misterio sobre el futuro ministro de Economía. Luis «Toto» Caputo no quiere ser («asuntos de familia», arguyó pero sugirió a alguien de su conocimiento y equipo). Emilio Ocampo, el gurú dolarizador, observa todos estos movimientos con suma desconfianza. Ramiro Marra es la «gran incógnita» del Gabinete mientras tributaristas respetados se pusieron a la orden al rumorearse que podría recalar en la AFIP. Santiago Caputo fue el único mencionado en el discurso ganador del Presidente electo del último domingo -además de Karina M.- y se mueve con sumo sigilo. Por eso, nadie vio cuando recibió al consultor Gustavo Gómez Repetto en el Hotel Libertador. Repetto fue clave en la comunicación de Mauricio Macri en el último tramo de su gestión nacional y hoy colabora con el ex Presidente y con Fernando de Andreis. Y el área de Seguridad mete ruido, pues la vicepresidenta Victoria Villarruel no responde a la «organicidad» del ministro coordinador Nicolás Posse y conversa sobre el asunto directo con Milei. Aunque no deja de sonar como alternativa a Seguridad, varios dan a Diego Santilli no para ese ministerio fundamental sino para AySA, la empresa de aguas que hoy comanda Malena Galmarini de Massa. Santilli podría tener así relación con los intendentes de más de veinte municipios bonaerenses, un lugar ideal para hacer política. La tarea sería ordenar esa compañía para lograr un «equilibrio operativo», en la previa a la estatización que el «León Libertario» prometió en sus primeras horas como mandatario electo. A cerrar los grifos…
Hotel Libertador: Fátima Florez y Ramiro Marra. Foto Juano Tesone
Cristina, de regreso
Tras la derrota del peronismo, la hoy vicepresidenta suspendió su viaje a Nápoles para una conferencia, y se quedó en Capital para estar al tanto de la transición. Lo que hoy desvela a Cristina Elisabet Kirchner es la provincia de Buenos Aires y delinea con Axel Kicillof el futuro gabinete bonaerense. El reelecto mandatario se vio este martes con Sergio Tomás Massa y hablaron de todo: ministros y hasta la Legislatura provincial, de la que se va Federico Otermín para asumir de intendente en Lomas de Zamora y suena para ese lugar Mariano Cascallares. Las conversaciones se dan a toda hora entre Cristina, Massa, Kicillof y Máximo Kirchner. Y con el «revivido» Martín Insaurralde: «Martín nunca se fue», fanfarronea un peronista de viejos acuerdos con el ex de Jesica Cirio. Los intendentes se dividen entre los convocados a la nueva etapa y los que no fueron llamados por Cristina. «Tengo tres pasos a nivel pendientes, me quiero matar», rezonga un jefe comunal pensando en que Javier Milei privatizará la obra pública. Pero quien «privatizó» hasta ahora es CFK, que piensa a toda hora en cómo armar la Provincia con sus fieles pero respetando algunos acuerdos, como el que reclama el Frente Renovador del derrotado candidato presidencial. Llegó la hora de «la resistencia al ajuste». Todo esto, cuando ni pasó una semana de la victoria electoral del economista liberal…
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, junto a la vicepresidenta cristina Kirchner durante un acto en Avellaneda. Foto: Twitter