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15 noviembre, 2024

Viraje de Sergio Massa con Javier Milei: baja la confrontación con el libertario y va en busca de sus votos

El viraje no deja de llamar la atención: en menos de diez días, el oficialismo pasó de señalar a Javier Milei como el responsable de la dramática situación que se generó por la devaluación tras las PASO a hacerle a guiños públicos, correrlo como un eje de polarización y enfocarse en cuestionar a Patricia Bullrich, a quien pretendía invisibilizar en el debate para asegurarse de dejarla afuera del balotaje.

Del otro lado, el líder libertario, ganador de las primarias por dos puntos con un discurso muy contundente, baja el nivel de confrontación, se muestra «colaborativo» ante el Fondo Monetario Internacional y, al igual que el candidato de Unión por la Patria Sergio Massa, se enfoca en cuestionar a Patricia Bullrich por considerar «que están apostando a causar un desastre económico» por «dinamitarle el roll-over al Gobierno» para «tener un voto más».

En una campaña en la que se mide al detalle cada movimiento, no parece tratarse de movimientos casuales. De hecho, en conjunto, propician las especulaciones que, es cierto, varían mucho según el origen y la pertenencia de cada interlocutor.

Hay quienes dicen que el cambio discursivo tiene que ver con uno de los primeros balances que hacían los intendentes tras las PASO, cuando se quejaban que desde el comando de campaña de UxP se demoraban en convocarlos. «Hay que dejar de inflarlo a Milei, que no lo nombren más, no lo suban más al ring que nos come votos nuestros«, reprochaban, tal como contó este diario, cuando la estrategia del oficialismo era polarizar con el libertario e invisibilizar a Bullrich.

Días atrás, en una declaración que pasó desapercibida, lo blanqueó públicamente el diputado ultracristinista Eduardo Valdés, quien aseguró que la Libertad Avanza «ganó con votos peronistas» y puso el ejemplo de Cuartel V, en Moreno: «El Frente de Todos en 2019 ahí sacó 71 por ciento y en 2023 sacó 40%, es decir que bajó 30 puntos, mientras que Milei sacó el 26% y Juntos por el Cambio bajó». La advertencia de los intendentes parece haber sido escuchada.

Los alcaldes dejaban trascender alguna molestia por el doble rol de Massa, como ministro-candidato, que lo obligó a abocarse a la gestión por el sacudón de los mercados que se evidenció el lunes post elecciones, y pedían a gritos ser convocados. Con el tigrense metido de lleno en la economía y con el norte puesto en su viaje al FMI, finalmente fueron recibidos esta semana por el gobernador Axel Kicillof.

El primer indicio de un cambio en el nivel de confrontación se dio este miércoles. Mientras Alberto Fernández, a través de la portavoz Gabriela Cerruti, señalaban que los saqueos eran «una operación armada por Milei», desde Washington el ministro de Economía dejó trascender el malestar y que era «una locura» decir eso, tal como contó el periodista Damián Nabot en La Nación. Ni Massa ni su entorno se encargaron de desmentir la noticia, a pesar de la consulta de Clarín, y guardaron silencio.

El ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa.

El ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa.
Casualidad ó no, Cerruti, por ese comentario, fue denunciada e imputada por los delitos de omisión de denuncia e incitación a la violencia. Lo hizo, de oficio, el fiscal Guillermo Marijuan, un viejo conocido de Massa. Un dirigente peronista conocedor de ese vínculo, pero también de buena relación con la portavoz, lo analizó en estos términos: «Un correctivo aleccionador para todos».

Luego, en línea con Massa, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, desvinculó a Milei: «No tiene nada que ver (con los saqueos», aseguró. Y lanzó elogios: “Cuando uno analiza la personalidad, creo que es de las personas que no hace nada de lo que no le gusta que le hagan”.

Cerruti se llamó a silencio y Alberto Fernández, que había retuiteado el mensaje de su portavoz en el que se apuntaba contra Milei, se corrió de la discusión.

Es lógico el enojo massista: la línea de la Rosada contradice el discurso que el oficialismo desempolvará en caso de llegar al balotaje, respecto a que la Argentina no puede ser gobernada por Milei: «Si tiene el poder para armarle saqueos a un gobierno peronista, ¿por qué no lo tendría para gobernar?», es el razonamiento que sembró un dirigente peronista que se quejó cuando escuchó el mensaje de Cerruti. 

Pero los guiños no terminaron ahí. Este jueves, Massa reveló que ante el FMI «hubo algunos (dirigentes de la oposición) con una posición mucho más colaborativa y otros con un planteo de que no había que darle nada a la Argentina, que el Gobierno tenía que pagar todos los costos”. Fue un gesto de reconocimiento a Milei y un dardo a los economistas de Juntos por el Cambio que envió Bullrich.

El libertario devolvió la sutileza. Con un tono moderado que se le advirtió en pocos pasajes de la campaña, reforzó las críticas a JxC: «Lo que sucede es que los economistas de Juntos por el Cambio, acorde a lo que está haciendo (el espacio) en este momento, están apostando a causar un desastre económico. Y en ese sentido me parece una gran irresponsabilidad, porque dinamitarle hasta el roll over a un gobierno significa que le están tratando de impulsar una crisis, y a mí me parece que eso no está bien, porque más allá del cálculo electoral que vos puedas hacer, es una aberración que por querer tener algún voto más, apuestes a «peor mejor», eso genera una situación que le va a generar mucho dolor a los argentinos».

Sergio Massa y Javier Milei en la cámara de Diputados durante la pandemia.

Sergio Massa y Javier Milei en la cámara de Diputados durante la pandemia.
Y se diferenció: “Yo creo que uno tiene que hacer propuestas constructivas y que justamente evite el sufrimiento de los argentinos. Pero parece que Juntos por el Cambio, con tal de ganar una elección, está dispuesto a todo”. Demasiada coincidencia.

Quienes más conocen a Massa aseguran que el vínculo «no cambió» y recuerdan que ni siquiera en el momento de mayor confrontación con Milei hubo descalificaciones hacia su figura. «Cuestionamos lo que propone pero no entramos en lo personal», remarcan.

Del otro lado, el libertario tampoco apeló a descalificar a Massa ni cuando fue señalado por contar, en sus armados territoriales, en especial en la provincia de Buenos Aires, con decenas de ex dirigentes del Frente Renovador.

Con todo, desde el búnker de Unión por la Patria expusieron que esta tregua no se trata de un cambio planteado por el comando de campaña. «Esto fue todo de Sergio», aclara uno de los que recorren a diario las oficinas de la calle Mitre al 300.

El acercamiento no termina de convencer a todos. Es que mientras unos entienden, al igual que los intendentes, que sirve para que UxP no resulte una oferta reactiva para el electorado mileista, con el objetivo de recuperar votos de las PASO; otros plantean que la buena sintonía entre ambos puede generar un efecto inverso, al dejar a Bullrich como la única alternativa opositora dura al kirchnerismo. 

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