Cada hora que pasa es crucial. A cada hora que avanza, la población de la Franja de Gaza disminuye. Los vahídos se convierten en finales. Los órganos colapsan tras demasiadas jornadas consecutivas sin nada que llevarse a la boca. Los recién nacidos no superan otra noche más sin conocer lo que es comer. Las morgues de los hospitales se llenan de cuerpos con las costillas arañando la piel. El hambre, —“la hambruna creada por el hombre”, como no paran de repetir todas las organizaciones humanitarias—, arrasa con Gaza. Esta mañana el director del ministerio de Salud gazatí, denunciaba que 20 personas habían muerto de inanición en las últimas 48 horas en todo el enclave palestino.
“Esta cifra de 20 muertes en dos días no tiene precedentes”, ha dicho Munir al Barash a Al Jazeera. Horas más tarde, los hospitales de la Franja han informado de que en las últimas 24 horas, sólo en las últimas 24 horas, 15 personas han muerto como consecuencia del hambre y la desnutrición. Entre las víctimas mortales, hay cuatro niños. Esto eleva a 101 el número total de personas que han muerto de inanición en el enclave desde el comienzo de la guerra, de las cuales 80 son niños. El pasado viernes, el hospital al Shifa, el más grande del enclave, anunció que “cientos de pacientes están llegando con síntomas graves de hambre, incluidos niños y bebés en estado crítico”.
Gente desplomada por las calles
La crítica situación ha convertido el devastado enclave en una sociedad de zombis. Centenares de gazatíes, mayores y pequeños, sufren agotamiento, desnutrición severa y pérdida de memoria, todos ellos síntomas de una inanición prolongada. “Los casos que nos llegan son de personas que se desplomaron en las calles por falta de nutrición”, ha denunciado el doctor Suhaib al Hams, director del hospital de campaña en al Mawasi, zona humanitaria declarada por el Ejército israelí, a la que somete a bombardeos constantes. “Todos necesitan comida incluso antes que medicinas”, ha dicho, advirtiendo sobre una inminente “ola de muertes” debido a fallas orgánicas entre las personas desplazadas.
Sólo esta mañana dos bebés, uno de apenas 40 días de vida, han muerto en los hospitales de Gaza. “La hambruna en Gaza es generalizada: Israel la ha orquestado, Israel ha diseñado su maldad, pero no nos equivoquemos, la hemos permitido, la hemos facilitado, la hemos envalentonado”, ha señalado la directora de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, en ‘X’. “Y los palestinos mueren de hambre, y vemos a nuestros colegas morir de hambre, a nuestros amigos consumirse, y vemos a niños pasando hambre a pocos kilómetros de toneladas de comida, pudriéndose, desperdiciando: el hedor de lo que hemos hecho de nuestro mundo es insoportable”, ha concluido.
El bloqueo impuesto por las autoridades israelíes no hace más que agravar la situación, mientras centenares de camiones con ayuda humanitaria y grandes cantidades de alimentos aguardan en las fronteras de Gaza. Es una hambruna “causada por el hombre”, ha declarado Michael Fakhri, relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación. “Lo que estamos presenciando ahora en Gaza es la etapa más terrible de la campaña de hambruna de Israel”, ha dicho a Al Jazeera. “Este es el peor escenario posible: se le niega a la gente lo que necesita para sobrevivir; no se trata solo de negación de alimentos, sino también de agua y atención médica; desde una perspectiva legal, es un crimen de guerra”, ha añadido.
Más de 1.054 palestinos muertos buscando alimentos
Además, las Naciones Unidas han denunciado que, entre el 27 de mayo y el 21 de julio, las fuerzas israelíes han matado a 1.054 palestinos en Gaza mientras intentaban acceder a alimentos. “Los palestinos en Gaza mueren de hambre o por las balas del Ejército israelí mientras intentan conseguir comida”, afirma el comunicado de la oficina de derechos humanos. Al menos 766 palestinos han sido asesinados cerca de los puestos de distribución de ayuda de la polémica Fundación Humanitaria de Gaza, apoyada por Israel y Estados Unidos. Los otros 288 han muerto baleados cerca de convoyes de Naciones Unidas y otras organizaciones de ayuda.
“Las horribles muertes físicas y psicológicas y el sufrimiento causado por el hambre son el resultado de la interferencia de Israel en la entrega y militarización de la ayuda humanitaria”, declara la ONU. Hasta el director de la Asociación Médica Israelí, Zion Hagay, ha pedido al Ejército israelí que garantice la entrada de ayuda y suministros médicos a Gaza. La hambruna está afectando a todos los sectores de la sociedad gazatí. La agencia de noticias AFP ha emitido un alarmante comunicado advirtiendo que sus periodistas en el enclave corren el riesgo de morir de hambre debido al continuo bloqueo de alimentos y ayuda humanitaria por parte de Israel.
Ataques contra Deir el Balah
Se trata de una situación sin precedentes a todos los niveles. “Desde la fundación de AFP en agosto de 1944, hemos perdido periodistas en conflictos, hemos tenido heridos y prisioneros en nuestras filas, pero ninguno de nosotros recuerda haber visto morir de hambre a un compañero. Nos negamos a verlos morir”, ha declarado la reconocida agencia de noticias. Más allá de los desmayos, mareos, y el hambre feroz que domina a todo el pueblo gazatí en estos momentos, este también debe enfrentarse a las siempre presentes bombas israelíes. Durante la última jornada, los ataques y las operaciones terrestres se han intensificado contra la central Deir el Balah donde los tanques israelíes no habían entrado hasta este lunes.
La Organización Mundial de la Salud ha denunciado que su almacén principal en el centro de Gaza ha sido dañado en ataques aéreos israelíes. Además, los soldados israelíes han detenido al personal de esta agencia de la ONU y a sus familias para interrogarlos en las instalaciones de residencia. En Deir el Balah, se encuentran las sedes de muchas organizaciones humanitarias internacionales que están proveyendo de servicios esenciales a decenas de miles de personas. Desde la madrugada de este martes, al menos 63 personas, incluidos 26 solicitantes de ayuda, han muerto en ataques israelíes, elevando la cifra de víctimas mortales de los últimos 21 meses a 59.106.
Suscríbete para seguir leyendo