Los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en la agencia regional Jesús María, están en alerta, como sus pares de todo el país, tras el anuncio del nuevo decreto del presidente Javier Milei y del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, que podría modificar la estructura del instituto ligado al agro.
Desde hace seis meses,preparan un decreto para una reestructuración con ajuste que podría impactar en el cierre de áreas del organismo y en cientos de despidos.
Por esta razón, este jueves, el diputado nacional Luis Picat se reunió en la sede de la Sociedad Rural de Jesús María (SRJM), con trabajadores del INTA, para escuchar sus preocupaciones y presentarlas a las autoridades del Ejecutivo.
El diputado radical y ex intendente de Jesús María repasó que entre las últimas noticias del gobierno, se desestimó la intención de fusionar dos instituciones que “nada tienen que ver una con la otra”: el INTI y el INTA.
Por otro lado, se habló de una reestructuración del organismo, que a pesar de “no ser oficial”, podría reducir una planta de 6500 trabajadores a 4000. Estas afirmaciones fueron desmentidas por investigadores y trabajadores del INTA, quienes afirman que el instituto cuenta con la mitad de ese plantel.
Como diputado que conforma un grupo afin al gobierno de Milei, Picat manifestó que tiene la intención de llevar la mirada del interior para discutirla en el Congreso.
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En la reunión, propuso que los trabajadores deben visibilizar “las cosas buenas” y corregir lo malo de la institución.
“Primero, por supuesto que voy a defender los valores positivos que tiene el INTA. Pero también tenemos que interiorizarnos y regular los excesos que se provocaron”, anunció.
Entre los excesos, Picat denunció que hubo gente que ingresó “por la ventana”, sin concursos previos. Consideró que estas acciones “mancharon” la institución, por lo que es vital separar la “paja del trigo”.
Así, propuso reconocer los errores del INTA aplicando “herramientas de control” para que no se vuelva a repetir.
“Hay que ponerle freno a gobiernos que usan las instituciones para hacer política”, agregó.
Cuestionó que las agencias deben evaluarse desde ese punto de vista, desde sus eficiencias y del control. En este sentido, “cuando una agencia no sirva se cerrará o se reestructurará”. No obstante, remarcó que aquellas que sigan funcionando bien se mantendrán.
Defendió a la institución, reconociendo grandes avances como la promoción de la grama, la revolución en la ganadería en los años 80 o el cambio rural. Evocó a grandes exponentes del INTA como a Mario Baranchini, que trabajó el valor agregado de la siembra directa; a Eduardo Martellotto que propuso un innovador sistema de riego, y extensiones, que él mismo cuando fue intendente y presidente de la SRJM permitieron acerca la tecnología y el agua a lugares escasos y a pequeños productores.
“Es importante ser conscientes de lo que pasó, de lo que puede pasar y llevar soluciones”, indicó. Consideró esencial presentar una “contrapropuesta” y “ser proactivos” ante el nuevo decreto, para que no solo sea un sistema de defensa.
Indicó que a su parecer, la reunión resultó positiva y fue esencial para incorporar estrategias que permitan seguir adelante a la institución. Mientras tanto confirmó que seguirá manteniendo contacto con los trabajadores jesusmarienses para intercambiar información y conversar sobre la agenda.