La alimentación es uno de los pilares más importantes desde los que podemos empezar a cuidar nuestra salud. No hace falta esperar a estar enfermos para hacerlo: comer bien, en el momento adecuado, con los ingredientes adecuados, puede suponer una diferencia real a medio y largo plazo. Así lo ha recordado el médico y nutricionista cordobés Antonio Escribano Zafra en una de sus publicaciones recientes en Instagram, donde ha compartido una serie de consejos prácticos para incorporar el aceite de oliva virgen extra (AOVE) a la dieta diaria de forma novedosa y con beneficios claros para el organismo.
Según ha explicado el propio Escribano Zafra en un vídeo que se ha hecho viral en redes, “unas cucharaditas de aceite de oliva en el café o en el vaso de leche o en cualquier infusión que uno haga por la mañana” pueden marcar una gran diferencia en la salud digestiva. La razón es que “estando el aceite de oliva presente la acción sobre el duodeno, la vesícula biliar etcétera es más intensa y de esa manera podemos obtener un beneficio mucho mayor como es el de evitar los cálculos de la vesícula biliar”.
Pero esta no es la única forma novedosa de consumir aceite de oliva que ha compartido el especialista. Lejos de limitarse al uso tradicional sobre la ensalada o el pan, Escribano Zafra también propone combinarlo con otros alimentos saludables para potenciar su efecto antiinflamatorio y antioxidante.
Mezclar la comida con aceite de oliva
Una de las ideas más llamativas que ha propuesto es la mezcla de “frutos secos con el aceite de oliva y un poquito de miel: eso es un postre excelente, es una merienda, es un medio desayuno, una media mañana con una capacidad antioxidante, antiinflamatoria conjunta entre tanto unos como otros”. Este tipo de combinación, sencilla y al alcance de cualquiera, no solo mejora el perfil nutricional del snack, sino que además tiene un sabor especialmente atractivo.
Otra opción que menciona el médico cordobés es el uso del AOVE con “los frutos rojos“, ya que, tal y como explica, “la acción antioxidante de los frutos rojos y la acción antioxidante e inflamatoria del aceite de oliva se suma y de esa manera pues tenemos un efecto mucho mayor”.
También propone el uso del aceite con frutas frescas: “una naranja con aceite de oliva por encima o una manzana o un pincho de fruta con fresas, magnífico también”, recomienda, haciendo hincapié en la facilidad de su incorporación diaria sin necesidad de recetas complicadas ni ingredientes exóticos.
Además el aceite de oliva también puede enriquecer lácteos y desayunos: “simplemente un yogur o una cuajada: si le añadimos una cucharadita de aceite de oliva a cada yogur del día o a la cuajada o a cualquier postre pues se ha multiplicado su efecto”.
Son seis las formas nuevas que en total menciona Escribano Zafra para consumir aceite de oliva a diario, más allá de lo tradicional: en bebidas calientes, con frutos secos y miel, con frutos rojos, sobre fruta fresca, en lácteos y en desayunos más completos con leche y frutos secos: “cualquier merienda en la que se utilice leche, frutos secos e incluso algo más contundente se le añade una cucharadita de aceite de oliva y queda muchísimo mejor”.