Nada más tentador que unos buñuelos caseros recién hechos, dorados por fuera y suaves por dentro. Esta receta es tan sencilla que solo necesitás mezclar los ingredientes en un bol y disfrutar del resultado: buñuelos esponjosos, perfumados con ralladura de limón y perfectos para acompañar el mate o el café de la tarde.
Ingredientes
- Yogur de vainilla: 1 pote (120 g)
- Azúcar: 3 cucharadas
- Huevo: 1
- Ralladura de limón: 1 unidad
- Harina leudante: 2 potes de yogur
- Grasa o aceite: cantidad necesaria
- Azúcar para rebozar: cantidad necesaria
Preparación paso a paso
- En un bol, colocá el yogur, el azúcar, el huevo y la ralladura de limón. Mezclá bien hasta integrar todos los ingredientes.
- Agregá la harina leudante y revolvé hasta obtener una masa lisa y sin grumos.
- En una olla profunda, calentá la grasa o el aceite a temperatura media.
- Para que los buñuelos salgan parejos, atá un hilo de algodón de una asa a la otra de la olla. Colocá la mezcla en una manga y, cuando el aceite esté caliente, dejá caer la masa cortándola con el hilo al tamaño deseado.
- Freí los buñuelos hasta que estén dorados de ambos lados, retiralos con una espumadera y colocá sobre papel absorbente.
- Rebozá en azúcar mientras aún estén tibios y ¡listo!
Un clásico irresistible
Estos buñuelos esponjosos son ideales para disfrutar en familia, acompañados de una infusión caliente o como un antojo dulce de media tarde. Con pocos ingredientes y un truco simple, el resultado es perfecto: dorados, livianos y con ese sabor casero que siempre conquista.
