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24 noviembre, 2024

Cruces por la muerte de una argentina que estaba desaparecida en Colombia: la Justicia habla de accidente, pero la familia denuncia femicidio y apunta a su marido

Micaela Frette (34), una argentina y madre de dos hijos que se había ido a vivir a Colombia en enero pasado, fue denunciada como desaparecida el sábado 7 de septiembre. Fue cuando su familia perdió todo tipo de contacto con ella. El jueves de la semana pasada apareció muerta en Supatá, una localidad ubicada a poco menos de 80 kilómetros de Bogotá. Hasta hoy, el misterio rodea las causas del fallecimiento.

Para la Justicia se trató de un accidente: las pericias indicaron que su cuerpo no presentó signos de violencia. Sin embargo, familiares de la víctima apuntan a su marido ya que previo a su desaparición habrían tenido una acalorada discusión. Y le exigen a las autoridades que se investigue detalladamente el caso: creen que se trató de un femicidio.

Además, piden ayuda para repatriar a los dos hijos de la mujer: Thiago, de 16 años; y Maite, de 8.

Para entender el entramado y las sospechas hay que hurgar tiempo atrás. A principios de año, Micaela se mudó junto a sus dos hijos de Ezeiza a Colombia con la idea de recomenzar la relación con Ricardo Balbuena (45), padre de su hija menor.

Durante una década la relación sufrió varias turbulencias. Y muchas idas y vueltas. «Ella estaba mal económicamente en Argentina y decidió recomenzar la relación con el padre de su hija. Él le prometió que iban a tener una mejor relación. Y se fue para Colombia. Pero algo pasó en este último tiempo porque ella quería pegar la vuelta con sus hijos», reveló una amiga de la víctima al sitio local Q’Hubo Bucaramanga.

Micaela Frette tenía 34 años y era madre dos hijos. Foto: FacebookMicaela Frette tenía 34 años y era madre dos hijos. Foto: Facebook«Era muy celoso y sé que no la estaba pasando bien. Sus separaciones anteriores se dieron porque él le pegaba. La maltrataba. Ese sábado que se la vio por última vez, Micaela estaba incomunicada porque en medio de una discusión con Ricardo, le rompió el celular», confirmó la amiga al sitio colombiano.

Durante esos últimos días, dijo, Micaela se había mudado con sus hijos a un departamento de una amiga por la constante violencia que sufría por parte de su pareja.

Por los dichos de sus familiares, la joven argentina se comunicó con su madre ese sábado por la mañana para avisarle que regresaba hacia el país, y que por la tarde les confirmaría el vuelo que tomaría. Sin embargo, nunca los volvió a llamar.

Su última imagen: una corrida como si escapara de algo

Una amiga colombiana fue el último allegado que la vio con vida. Fue alrededor de las 14.30 en el departamento donde Micaela estaba parando.

Pero lo último que se supo de ella, en base a los dichos de los testigos de Cundinamarca, fue alrededor de las 15 cuando la vieron «corriendo por la calle como si escapara de algo». Cinco días más tarde, su cuerpo fue encontrado cerca de un arroyo, en la quebrada El Muerto, ubicada en la vereda Imparal (Supatá).

Las autoridades locales tomaron el caso como «accidental», ya que el cuerpo no presentaba signos de violencia y las causales de muerte señalaron «inmersión». Es decir, que se ahogó. De todos modos, nadie explicó por qué estuvo casi cinco días desaparecida.

Uno de los posteos de su hermano Walter, quien exige mayor investigación en el caso. Foto: FacebookUno de los posteos de su hermano Walter, quien exige mayor investigación en el caso. Foto: Facebook«La Justicia de allá es muy diferente a la de acá. Nos dicen que no hay detenidos. Que se trata de un accidente, pero a mi hermana la asesinaron. Hay indicios que ocurrió eso porque ella se iba a volver al país», apuntó Walter Frette, hermano de la víctima.

En charla con el canal TN, el hermano confirmó que su hermana había quedado incomunicada porque «se le rompió el celular». «Horas más tarde de esto, perdimos contacto con mi sobrino porque curiosamente también se le rompió el celular», sospechó.

«Todo esto es muy raro. Este señor nos dice una cosa, pero la versión de su amiga que vivía ahora con ella es muy diferente. Se acusan mutuamente. No sabemos qué pasó con mi hermana. No hay nadie detenido», denunció.

«La Justicia se lava las manos. Para lo único que nos llamaron es para avisarnos que si queríamos recuperar el cuerpo de Micaela había que pagar 3.800 dólares. Y que sólo podíamos traer a mi sobrino mayor, porque la menor se quedaba con el padre allí. Pedimos que nos ayuden. No sabemos a quién recurrir», pidió con angustia.

Walter dijo que la familia está pasando por un momento de «dolor e incertidumbre» y se quebró con su relato al aire: «No sabemos qué le pasó, no tenemos la plata para recuperarla… Necesitamos que nos ayuden».

Por último, cuando se lo consultó por la Embajada argentina allí, el hermano de Micaela cambió el tono de la charla. «No saben nada. No se meten. Hablé con el consulado, pero nosotros le estamos pasando toda la información porque no saben nada. No entiendo como en los países no hay un representante de Argentina para que pueda solucionar este tipo de inconveniente que le puede pasar a cualquier argentino», se quejó.

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