28 diciembre, 2025

Descubre por qué tu gato rasguña los muebles

Cuando un gato rasguña un sillón, una mesa o una puerta, puede parecer un simple acto de destrucción. Sin embargo, veterinarios y especialistas en comportamiento felino coinciden en que se trata de una conducta instintiva, ligada a la comunicación, al bienestar físico y a la salud emocional del animal, más que a un comportamiento “malintencionado”.

Los gatos utilizan sus uñas para múltiples funciones esenciales: marcar territorio, estirarse, liberar energía acumulada y mantener sus garras en buen estado. Rascar es, en definitiva, una necesidad biológica que forma parte de su comportamiento natural.

Qué sienten los gatos cuando rasguñan

Uno de los motivos principales del rascado es el marcaje territorial. Las almohadillas de sus patas poseen glándulas que liberan feromonas al rascar, dejando señales químicas que otros gatos pueden percibir. A esto se suma el beneficio físico: al rascar, el gato elimina las capas externas desgastadas de las uñas, manteniéndolas sanas.

El rascado también cumple una función emocional. En situaciones de estrés, cambios en el hogar o aburrimiento, rascar ayuda a liberar tensión, estirar los músculos y descargar energía. Además, activa especialmente los músculos de la espalda y las patas, funcionando como una forma de ejercicio.

Un estudio reciente dirigido por la veterinaria Yasemin Salgirli Demirbas, de la Universidad de Ankara, reveló que factores como la presencia de niños en el hogar, determinados rasgos de personalidad y altos niveles de actividad nocturna pueden aumentar la frecuencia con la que los gatos rasguñan los muebles. “No se trata solo de destrucción, sino de una respuesta a factores ambientales y de comportamiento”, explicó la especialista.

Cómo interpretar esta señal de tu gato

  • Si rasguña justo después de despertarse, probablemente esté estirándose y activando su cuerpo.
  • Si insiste siempre en los mismos muebles, es muy posible que esté marcando territorio.
  • Si el rascado aumenta tras mudanzas, visitas o cambios familiares, puede estar manifestando estrés o inseguridad.
  • Si no cuenta con rascadores adecuados o bien ubicados, los muebles suelen convertirse en su alternativa natural.

Por qué es importante entender esta conducta

Interpretar correctamente el rascado mejora el vínculo con el gato, ya que permite ofrecer soluciones sin recurrir al castigo. También ayuda a reducir el daño en los muebles, al redirigir la conducta hacia rascadores apropiados, y favorece la salud emocional del animal, evitando frustración o estrés acumulado. Un ambiente enriquecido, con espacios para rascar, jugar y esconderse, contribuye a un mayor bienestar general.

Qué hacer para evitar que rasguñe los muebles

Los especialistas recomiendan proporcionar rascadores verticales y horizontales, de sisal o cartón, ubicados en los lugares donde el gato ya suele rascar. El castigo no es efectivo: según veterinarios de AniCura, reforzar positivamente el uso del rascador con premios es mucho más útil.

También aconsejan cortar las uñas cada dos a cuatro semanas para disminuir el daño, enriquecer el entorno con juegos y estímulos diarios, y utilizar disuasores suaves, como cinta de doble cara o feromonas sintéticas que ayuden a reducir la ansiedad.

Entender que rascar no es un problema de conducta, sino una necesidad natural, es el primer paso para una convivencia más armoniosa entre gatos y humanos.

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