Diluvió el jueves, aumentó la temperatura viernes y sábado, y ahora llegan nuevas lluvias: un clima propicio para que la primera generación de mosquitos Aedes aegypti de esta primavera salga a atacar. Todavía, según los últimos datos epidemiológicos informados, no hay circulación viral del dengue en Ciudad y provincia de Buenos Aires. Pero todo indica que no pasará mucho tiempo hasta que eso suceda.
La incógnita, todavía a esta altura del año, es cuán preparado estará el país para lo que promete ser una nueva temporada de dengue álgida, luego de la epidemia récord que finalizó a mediados de 2024. Una primera pista preocupante fue informada por Clarín este sábado, con los faltantes de repelente que ya se observan en las góndolas de supermercados y farmacias.
Otra preocupación es la disponibilidad de vacunas, a lo que se suma una tercera: la confirmación de que el mosquito del dengue ha consolidado su resistencia a un insecticida muy común que se utiliza en Argentina para fumigar. Y dicha resistencia ocurre, incluso, con hasta diez veces la concentración que se administra habitualmente.
Eso fue corroborado recientemente por científicos del Conicet. Al mismo tiempo, los investigadores demostraron que otro compuesto permite matar a los Aedes aegypti con una eficacia del cien por ciento. Sin embargo, esa fórmula no se usa en Argentina, no fue aprobada por la ANMAT y el Ministerio de Salud plantea reparos.
El trabajo científico fue publicado en la revista Parasites & Vectors, firmado por especialistas del Conicet, de la Fundación Mundo Sano y del Instituto Oswaldo Cruz, de Brasil. La novedad sobre el insecticida cien por ciento eficaz fue identificada luego de que los mismos investigadores llegaran a la conclusión de que una nueva mutación genética de los Aedes aegypti los había vuelto aún más resistentes a los insecticidas del grupo de los piretroides, los más utilizados.
Experimentación con mosquitos Aedes aegypti en laboratorio. Foto: AFPSobre el insecticida alternativo, en cambio, concluyeron: “Todas las poblaciones Aedes aegypti colectadas en campo eran susceptibles, es decir, tenían un cien por ciento de mortalidad a un compuesto que se llama pirimifosmetil, que es un órgano fosforado”. Así lo destacó Laura Harburguer, directora del estudio e investigadora del Conicet en el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (Ministerio de Defensa) y del Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas de Villa Martelli.
El pirimifosmetil no está aprobado en Argentina. Según Harburguer y su grupo de trabajo, “se usa en otros países y está recomendado por la Organización Mundial de la Salud para su utilización en el control de Aedes aegypti. Si se siguen las recomendaciones de uso de este compuesto, sería una alternativa de control para reducir el vector del dengue en nuestro país”.
De todos modos, la investigadora advirtió: “Tendría que estar acompañado de una campaña de manejo integrado que incluya el descacharrado, el control de las larvas y la participación de la comunidad en este tipo de actividades, porque no podemos depender solamente de los insecticidas”. Para agregar: “Si el control se basa sólo en un tipo de insecticida, su aplicación repetitiva va a generar resistencia y en unos años si no hacemos un manejo integrado del vector, vamos a estar otra vez en la misma situación”.
Paula González, otra de las autoras del estudio e investigadora del Conicet, se explayó sobre la resistencia de los mosquitos al viejo insecticida: “La evaluación toxicológica reveló la presencia de tres mutaciones genéticas (V410L, F1534C y V1016I) en los mosquitos analizados involucrada en la elevada resistencia a piretroides”. La segunda y la tercera ya habían sido descriptas anteriormente y ahora identificaron la primera. Fue localizada en al menos cuatro localidades del Norte argentino: Tartagal y Orán (Salta), Clorinda (Formosa) y Puerto Iguazú (Misiones).
Según explica el sitio Infomed, el llamado “efecto knockdown” (de volteo), o parálisis rápida, es “una característica clave de la acción de los piretroides sobre los insectos. Este se da por la activación prolongada de los canales de sodio dependientes de voltaje por parte de los piretroides, algo que finalmente conduce al bloqueo de la conducción del potencial de acción en el sistema nervioso de los mosquitos. A causa de esto es que ‘caen’ tras el contacto con el insecticida”. Ese mecanismo es el que ahora ha entrado en crisis.
Los mosquitos se volvieron resistentes al producto que se utiliza hoy para fumigar.
Qué pasa con pirimifosmetil en Argentina
¿Por qué Argentina no autorizó el pirimifosmetil como herramienta para saldar el déficit provocado por el sobreuso del otro insecticida? Clarín tuvo acceso a un informe técnico sobre este compuesto, realizado por el Instituto Malbrán en marzo de este año, bajo la supervisión del Ministerio de Salud, que aporta una primera pista al respecto. Pero luego, más recientemente, fue seguido de una aclaración en apariencia contradictoria con ese primer veredicto.
Yendo a marzo, el ensayo oficial utilizó una concentración del pirimifosmetil al 30 por ciento y comprobó que a las 72 horas de exposición del mosquito la letalidad era, efectivamente, del cien por ciento, en coincidencia con las conclusiones del trabajo del Conicet mencionado más arriba. En consecuencia, los autores recomendaron avanzar con nuevas pruebas de laboratorio y también en el terreno.
No obstante, luego de conocida la nueva investigación argentino-brasileña, el Ministerio de Salud emitió una comunicación de cuatro páginas con algunas aclaraciones. Allí afirma que “los compuestos organofosforados presentan elevada toxicidad, no sólo para mosquitos sino también para otros artrópodos, peces, aves y mamíferos”. Y señala que “su uso extensivo tanto en la agricultura como en la salud pública ha sido asociado en otros países a un mayor riesgo para desarrollar distintos tipos de cáncer”.
De todos modos, el texto -firmado por la Dirección de Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores- agrega que dada la ocurrencia documentada de resistencia del Aedes aegypti al insecticida hoy utilizado y en base “al aumento sistemático de la ocurrencia y envergadura de las epidemias de dengue en Argentina, los equipos técnicos (…) se encuentran trabajando actualmente en evaluación de compuestos alternativos para el control de ejemplares adultos de esta especie”.
PS