La noche del domingo se vistió de heroísmo en la tranquila localidad de Cabalango, cuando dos efectivos de la Policía de Córdoba le salvaron la vida a una beba de tan solo un mes y cinco días que había dejado de respirar.
El rápido y profesional accionar de los Cabos Primero Gustavo Molina y Facundo Peralta fue determinante para que la pequeña hoy se encuentre fuera de peligro.
El dramático suceso comenzó a la 1:00 de la madrugada del 6 de julio, cuando una mujer de 39 años, presa de la desesperación, irrumpió en la dependencia policial de la comuna. En sus brazos traía a su pequeña hija, inmóvil y, según su testimonio, sin poder respirar.
Ante la crítica situación, los cabos Molina y Peralta comenzaron a aplicar maniobras de primeros auxilios sobre la beba. Realizaron la maniobra de Heimlich adaptada para lactantes, logrando en cuestión de segundos desobstruir sus vías respiratorias y que volviera a tomar aire.
Con la urgencia que el caso ameritaba, los propios policías subieron a la madre y a la niña al móvil policial y las trasladaron a toda velocidad hacia el dispensario de la localidad vecina de Tanti.
Allí, la beba fue recibida por la doctora de guardia, quien procedió a estabilizarla. Tras la revisación, la profesional diagnosticó un cuadro de “broncoaspiración por reflujo”. La pequeña quedó internada en observación para un mejor monitoreo y asistencia, confirmándose su evolución favorable.
Posteriormente, la madre realizó una interconsulta en un nosocomio de la ciudad de Córdoba, donde le dieron el alta médica a la beba.