Loan Peña lleva más de 20 días desaparecido y el caso no sólo expone fallas en la investigación preliminar sino que ya comienza a tener un correlato en el malhumor social en distintas ciudades correntinas donde se suman marchas contra el gobernador Gustavo Valdés. Al mandatario le facturan no haber entregado los recursos suficientes a las fuerzas de seguridad y a la justicia provincial para tener una respuesta acorde y, al mismo tiempo, haber cometido errores comunicaciones en su intento por mitigar el costo político que le ocasiona el dramático episodio.
Desde el fin de semana, cuando el mandatario posteó en su cuenta de X la pista de la tía Laudelina sobre supuesto arrollamiento contra el menor, las protestas callejeras recrudecieron en Goya y en la capital provincial. La muchedumbre que se hizo ver frente a la Gobernación cantaba «Valdés, compadre, hacete responsable». También la justicia provincial viene recibiendo críticas de algunos encumbrados representantes del fuero federal, que aducen que desde el principio no estuvo a la altura de un caso de esta magnitud.
Los cuestionamientos al dirigente radical no sólo fueron por una supuesta intromisión en la justicia -hoy el caso está en el fuero federal pero si se confirmara los dichos de la testigo, podría regresar al ámbito provincial- sino que hay vecinos que lo acusan de plantar una hipótesis para intentar desviar la atención. Lo cierto es que el paso de los días y la falta de novedades sobre el paradero de Loan están dando cuerpo a una crisis política en la provincia mesopotámica.
Para el diputado Lisandro Almirón (LLA), el caso revela varias fallas en el Ejecutivo provincial, como no haber corrido a las autoridades de Seguridad por un accionar «lento», pero también la falta de recursos para modernizar a los fiscales que se rigen por un sistema acusatorio. «Vemos en las movilizaciones que este caso toca la fibra de las familias. Como padre de familia a uno lo afecta. Y el gobernador ha tenido una excesiva exposición mediática para las buenas noticias y un manejo por ahí discrecional para evitar las malas nuevas. Hay que ser más humilde. Un mensaje de Twitter no calma el dolor del pueblo, que necesita ciertas certezas que hoy están lejos de darse», expresó a Clarín.
Tampoco ha resultado de gran ayuda el desembarco en tierras correntinas de Patricia Bullrich con una suerte de «task force», integrada por efectivos de fuerzas federales dotadas de modernos drones. Y, a la falta de respuestas a la familia del pequeño, se le suman los roces con el poder político local que se sintió «ninguneado» por la ministra de Seguridad. Valdés la había apoyado como candidata a presidenta. Pero la funcionaria, en cambio, terminó recibiendo en su despacho al propio Almirón.