16 enero, 2025

El PSOE sitúa las batallas de Madrid y Andalucía como claves para recuperar suelo electoral y superar una década en Moncloa

El PSOE quiere situarse en un suelo del 30% de apoyos electorales y aspirar a la meta del 35%. Estos son los cálculos que hacen en Ferraz para seguir en Moncloa más allá del horizonte de 2027 y sobre los que se muestran optimistas si recuperan terreno a nivel autonómico. Principalmente en Madrid y Andalucía, pero también en Aragón o Castilla y León. Un objetivo en el que se encuadra la apuesta por la renovación de liderazgos territoriales, en muchos casos con la promoción de secretarios generales desde el Consejo de Ministros. La propia vicepresidenta primera, María Jesús Montero, tras su salto a Andalucía, ha reconocido que este sacrificio personal “es importante para España”.

En Ferraz repiten el mensaje de que uno de cada cinco españoles son andaluces para dar cuenta de las motivaciones detrás de esta apuesta. Se asume, por tanto, que para revalidar el Gobierno es imprescindible reactivar los graneros clásicos del voto socialista. Solo con ser primera fuerza en Cataluña y Euskadi no basta, según entienden. Máxime con la debilidad del espacio a su izquierda, fragmentado y con una caída crónica en las encuestas.

Lo que dicen descartar los socialistas al calor de esta estrategia es que se plantee un adelanto electoral para hacer coincidir las generales con las andaluzas, cuya legislatura remata dentro de año y medio. “El presidente ha repetido que agotará la legislatura y trabajamos con ese escenario”, indica uno de los ‘ministros candidatos’. Al mismo tiempo, se inclina a elucubrar que no habrá adelantos electorales autonómicos, pese a reconocer esta “incógnita”.

La batalla por Madrid es el otro reto de los socialistas tanto por su bajada electoral en la tercera comunidad más poblada. Además de en Andalucía, Pedro Sánchez llamó la atención a los suyos tras las elecciones europeas del pasado año sobre el “agujero” electoral en Madrid. Entonces, el PP obtuvo una ventaja de doce puntos y medio y 350.000 votos más. Esto es, la mitad de los 700.000 sufragios con los que los populares aventajaron a los socialistas en estos últimos comicios.

El ministro de Transformación Digital y candidato único para liderar el PSOE de Madrid, Óscar López, suele recordar que no hace tanto tiempo fueron primera fuerza frente a la líder de los populares, aunque no consiguieron sumar. Fue en 2019, cuando Ángel Gabilondo obtuvo 37 escaños (diez más que los actuales) y el 27% del voto. En Andalucía, el PSOE se quedó en las europeas del pasado mes de mayo casi seis puntos por debajo del PP y a 166.000 votos, perdiendo en las ocho provincias y en la capital.

El análisis de los socialistas para confiar en su meta del 35% pasa por aprovechar la brecha en la Comunidad Valenciana frente a Carlos Mazón por su desgaste en la gestión de la DANA, erosionar la hegemonía de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, tarea encargada al ministro Óscar López, y mirar de tú a tú a otros presidentes del PP. No solo al andaluz Juanma Moreno, sino también a Jorge Azcón en Aragón, Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León o María Guardiola en Extremadura.

Los cinco ministros socialistas llamados a ejercer la oposición en sus territorios y enfrentarse al PP compatibilizarán sus cargos institucionales con los orgánicos, precisamente. Se busca aprovechar la visibilidad y altavoz que les garantizan sus actuales responsabilidades. La ofensiva contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, se ha dejado notar de forma recurrente en las comparecencias tras el Consejo de Ministros.

El escollo a la izquierda

En los últimos días, Montero ha hecho lo propio contra el presidente andaluz y hace presagiar una intensificación del choque por la negociación de la quita parcial de la deuda y la financiación autonómica. El titular de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, con la carpeta de la inmigración canaria, es otro de los ministros que consiguen estar en la agenda de la política de su territorio a la espera de las próximas elecciones.

El principal escollo de los socialistas en estos momentos para alcanzar su objetivo es la pérdida de pie del espacio a su izquierda. Entienden que si se desmorona por debajo de los 30 escaños, las opciones de reeditar una coalición en 2027 se reducirían drásticamente. Pese a ello, señalan que todavía queda mucho recorrido y señalan las dudas sobre cómo pueda acabar reconfigurándose este espacio.

Lo que sí apunta uno de los colaboradores del presidente del Gobierno es que formaciones como Podemos están instaladas en el “relato” y en una competición por la hegemonía del espacio que confundiría intereses propios con un “interés mayor”. Algo que espera que se acabe entendiendo y sobre lo que se muestra optimista tras los acuerdos para la reforma fiscal, al lograrse compaginar intereses contrapuestos.

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