21/08/2023 19:30
Clarín.com Sociedad Actualizado al 21/08/2023 19:30
Y ahora nos enteramos de que la clave del éxito del candidato Javier Milei está en un consejo que le dio el ex periodista fallecido Mauro Viale.
Ni bien ganó las Paso y en el programa de Fantino, Milei contó que Viale -olfateador nato del rating en TV y conocedor del potencial que tenía ese economista exótico y apasionado con las ideas ultraliberales – un día lo invitó a tomar un café y le dijo: “Esto es como un round de box. Tenés tres minutos para contar una idea y en el primer minuto tenés que meter una piña de knock out. Si al conductor le gusta, agarrás vuelo y explicás más”.
Milei hoy es el que mejor ejecuta el libreto de Viale. El que muchos intentan, pero no les sale.
Si se observa bien, la piña de knock out para atrapar a la audiencia -bajo diversos formatos- es el mismo método que se usa para atraer la atención en la jungla de contenidos que hoy son las redes sociales. Se lo llama “clickbait” y es una técnica de presentación de contenidos en forma sensacionalista para forzar un clic.
Milei es un maestro en este arte y, por eso, su candidatura no necesita de la publicidad tradicional. El mensaje atrae y se expande por Tik Tok y otras plataformas de una manera casi natural, en forma más eficiente.
Con el guion anarcocapitalista bien aprendido, Milei espera el mejor momento ante un micrófono para «meter la piña». Dolarización, casta y políticos ladrones son sus hits. Aunque a veces no le sale del todo bien, como eso de la venta de órganos y la libre portación de armas. Pero no importa: el “efecto Viale” siempre se habrá logrado: se activa la atención de la audiencia, todos hablan de él.
En educación la piña es el “voucher” (el cerebro activa la atención). Y entonces viene la explicación: un sistema que le saca la plata a los políticos ladrones y adoctrinadores del Ministerio y te lo da a vos en un cupón para que elijas el colegio que quieras. El que nadie elija y se quede sin matrícula (sea público o privado) deberá cerrar. Motosierra.
Más allá de si esto se puede aplicar o no, o si efectivamente va a mejorar las oportunidades de chicos y jóvenes, lo interesante es que no hay nada concreto en la “mesa chica” de Milei. En la propuestas de campaña hay solo un párrafo y no se dice cómo se hará. Es solo un título y clickbait. Pura improvisación.
Quedó claro la semana pasada, cuando los supuestos referentes de Milei en educación se negaron a hablar con la prensa. No porque le dieran la espalda al rating, sino porque no saben qué decir. No tienen un plan y recién lo están pensando ahora. Ni siquiera tienen un equipo: lo están formando en estos momentos. Y los cercanos a Milei que hablaron del tema (y hasta él mismo) se fueron contradiciendo cada vez que contaron qué significan los vouchers.
Al final, en algún sentido, no son tan distintos a los dirigentes que hasta ahora llegaron al gobierno. La educación en último lugar y, llegado el caso, vemos lo que hacemos.