El caso generó conmoción en La Rioja y derivó en una investigación judicial que avanza con allanamientos y secuestro de dispositivos. Un hombre —propietario de varios departamentos alquilados principalmente a estudiantes mujeres— fue denunciado por instalar cámaras ocultas en las viviendas y registrar imágenes de sus inquilinas sin consentimiento.
La situación salió a la luz cuando una joven encontró una cámara escondida detrás de una ventilación tapada con cinta aislante en su habitación. Al revisar la memoria del dispositivo, descubrió que contenía grabaciones de ella mientras dormía. El hallazgo motivó que otras inquilinas del mismo complejo revisaran sus departamentos y también denunciaran la presencia de dispositivos similares.
La investigación quedó en manos de la Fiscalía de Violencia de Género de La Rioja, que ordenó allanamientos tanto en los departamentos como en la vivienda del propietario. En los procedimientos se secuestraron cámaras, memorias, computadoras y documentación que será analizada por los peritos.
Las denunciantes relataron que el acusado habría ingresado a los departamentos con llaves propias para instalar los dispositivos, lo que agravaría su responsabilidad. En algunos casos, las cámaras habrían captado también audio.
Hasta el momento, el sospechoso no fue detenido ni imputado formalmente. La causa permanece en etapa preliminar, con medidas de protección para las víctimas y análisis de las pruebas secuestradas.
El caso abrió un fuerte debate en la provincia sobre la seguridad en alquileres estudiantiles y la necesidad de actualizar los marcos legales relacionados con la violencia digital y la invasión a la intimidad.