Brilló el baloncesto, brilló un Martín Carpena pletórico, pero ganó Estados Unidos (88-98). La selección norteamericana sigue estando un paso por delante de una España que mantuvo el pie en el acelerador durante todo el partido y a la que se le acabaron notando los problemas en la dirección de juego. Sin embargo, esto solo ha sido un amistoso y la ruta hacia el Mundial sigue cumpliendo con sus pasos esperados. Granada será la última prueba.
¿Es invencible esta versión de Estados Unidos? Ni mucho menos. España le plantó cara durante 35 minutos, pero vencerle a este grupo, aunque no sean las grandes estrellas de primera línea de la NBA. Si llega un futuro cruce en la cita de Japón, Filipinas e Indonesia, será posible hacerlo evidentemente. Ahora bien, las conclusiones de este domingo son las que son y han sido una verdadera prueba de hacia dónde tiene que ir este equipo.
Y una de esas buenas conclusiones se cumplió cuando Scariolo ya se encargó de confirmar que Juan Núñez -8 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias- iba a acudir al Mundial «tocando madera». Sin embargo, este domingo fue la presentación en sociedad del base encargado de dirigir a España en la cita nacional. El partido del joven del Ratiopharm Ulm fue digno de un director de juego consolidado con conocimiento desde hace varios años del tipo de juego que quiere imprimir Sergio Scariolo con las ausencias de Ricky Rubio y Lorenzo Brown.
Eso sí, la mejor de las noticias se la queda Málaga. ‘Su’ Alberto Díaz frente a Luka Doncic y todos los NBA que han pasado por el Palacio estos tres días del Torneo del Centenario. La Costa del Sol volvió a recibir 37 años después a Estados Unidos y lo hizo con un ambiente espectacular, propiciado también por la producción de la FEB que convirtió cada partido en un show al que los norteamericanos están muy acostumbrados y que mantiene vibrante a la afición.
Acelerón final de Estados Unidos para ganar
Las dos mejores selecciones del mundo, frente a frente desde el primer segundo. Sin temor a nadie ni a nada. Un espectáculo de máximo nivel que comenzaron desde la dirección Juan Núñez y Jalen Brunson en el que, por mucho que fuese un amistoso, nadie se dejó una gota de sudor y ahí España, con el Martín Carpena de las grandes noches, salió a brillar para con un Santi Aldama que ya no es una sorpresa para nadie. 28-26, pero qué 28-26 tan disfrutado.
Salió mejor el equipo de Steve Kerr en el segundo cuarto, mucho más acertado con varios triples de Cameron Johnson que le permitieron retomar la ventaja en el marcador (32-37). Como personaje secundario apareció el excajista Darío Brizuela. No tenía el físico de ellos, pero su talento y su chispa fueron esenciales en el avance del segundo período, frenado por un primer acelerón estadounidense al filo del descanso (45-55)
Ese mismo inició llevó a España a estar otra vez en el partido. Álex Abrines y Willy Hernangómez colocaron el 54-55 y el Palacio se vino abajo. España estaba de vuelta. Aunque el que nunca se llegó a ir fue Jalen Brunson. El base los Knicks fue un dolor de cabeza constante. Sin embargo, él solo no pudo frenar a una selección que volvió a ponerse por delante con el 65-64. No obstante, salieron a relucir los problemas de juego sin Juan Núñez que se encargó de resolver el propio Alberto Díaz con 4 puntos consecutivos (72-73).
Ahí estaba el partido. En mantener la concentración y el acierto en ataque para forzar hasta el último segundo al equipo que la FIBA cree que va a ganar el Mundial -con los de Scariolo sextos-. Durante 35 minutos hubo pulso en el partido, hubo cara a cara de manera directa, pero el físico se acabó imponiendo. Los Edwards, Jaren Jackon Jr, Brunson e Ingram fueron los que acabaron resolviendo el partido ante España. 88-98, pero una jornada para Málaga inolvidable.