Hace poco Gustavo Grobocopatel concretó un sueño que le rondaba hace años: escribir un libro. “Desde el campo” (Sudamericana), en coautoría con Luciana Vázquez, es un repaso por Los Grobo y sus desafíos empresariales a lo largo de 40 años. Como hoy su faceta artística es la ordenadora, tal vez haya sido más fácil auto observar aquella “otra vida”.
Él sostiene que uno es uno, con sus múltiples intereses y que eso va mudando de acuerdo a las circunstancias. Celebra haber planificado el retiro de su actividad empresarial desde hace muchos años porque dice que aquella decisión le permite tomar otras con mucha mayor libertad. ¿Quién es al que mediáticamente se bautizó “el rey de la soja”, que hoy tiene un 5 % del paquete accionario de aquella empresa, y que está decidido a ser un buen músico?
Noticias: ¿En qué momento empezó a pergeñar al Gustavo de los 63 años que tiene?
Gustavo Grobocopatel: El cuerpo te lo pide. Ya somos más viejos, digamos que fue una transición. En los últimos años empecé a valorar mucho el tiempo, hacer lo que uno quiere. Levantarse a la mañana sin despertador y hacer lo que uno tenga ganas. Nunca es exactamente así, porque siempre uno depende de otros, pero me siento libre y hago más o menos lo que me gusta. Fue poco a poco, a medida que ya no era responsable de mil personas. Ahora que he podido alivianarme, me da mucha felicidad.
Noticias: ¿Qué siente respecto al impacto directo de la situación de Los Grobo en su ciudad, Carlos Casares?
Grobocopatel: Bueno, obviamente es un tema que me preocupa, es no haber podido cerrar el círculo definitivamente, y eso genera mucha angustia. Es una empresa que tiene el nombre de mi familia, con toda la historia que construimos, tanto con la gente, con los clientes, con una cantidad enorme de ideas, de utopías, de éxitos, de fracasos. Pero uno es optimista. Son crisis muy profundas que generan problemas y daños pero entiendo que se está tratando de buscar la mejor salida y a veces las empresas salen fortalecidas de estos procesos. Ojalá sea el caso.
Noticias: Habla siempre de crisis como oportunidad. Resulta paradójico que la situación crítica de la empresa se conociera públicamente en diciembre y el libro salió en julio.
Grobocopatel: Sí, estaba a punto de salir cuando vino la crisis financiera. Con Luciana Vázquez decidimos esperar un poco para volver a leerlo y ver si había que modificar algo. Y la realidad es que no modificamos nada. Sí decidimos colocar algunas referencias en el prólogo y en el epílogo, sobre el límite difuso que hay entre el éxito y el fracaso. Pero si alguien compra el libro pensando que va a haber algo de esta crisis, se va a llegar una decepción: es un libro sobre la historia de los últimos 40 años en Argentina, sobre los desafíos personales, del país, de la empresa.
Noticias: Siempre habla de Los Grobo en términos de gesta.
Grobocopatel: Me gusta el concepto de gesta. Mirá, yo creo que las empresas tienen un propósito, un sentido y un alma. Y esa gesta que busca transformar. Eso nos ocupó mucho tiempo, no solamente a mí y a mi familia, sino a mucha gente que trabajó en Los Grobos. Todos salieron con una especie de ADN, de marca sobre esto de transformar el interior, transformar la Argentina, transformar la forma de ver el mundo. Me parece que valió la pena.
Noticias: Sigue viviendo en Uruguay. Ese “plantarse” lejos, ¿cómo lo hace sentir?
Grobocopatel: Creo que cada vez somos más ciudadanos del mundo. Eso no significa que deje de ser argentino, culturalmente soy profundamente argentino y la realidad es que vivir en Colonia, es como vivir en Argentina.
Noticias: Vivir en Colonia, es vivir en Uruguay; y es una decisión.
Grobocopatel: Bueno, es una decisión de vivir en un lugar culturalmente muy parecido, adonde puedo volver rápido e irme rápido, se puede estar. No lo veo como una cosa distinta, lo veo como parte de la Banda Oriental del Paraná que soñaba Artigas.
Noticias: ¿No le incomoda opinar sobre la realidad política, económica o social de la Argentina estando fuera?
Grobocopatel: No, me siento como que estoy, mis vínculos son con la gente, tengo mi familia, mis padres, amigos del alma. De cualquier manera, encontré en Uruguay una especie de paraíso, con las cosas buenas que tiene Uruguay, esta cosa de que no pasa nada. Y eso es una ventaja y una desventaja, pero para mí, a los 63 años, es una ventaja.
Noticias: ¿Por qué hoy repite que elige las cosas que no le llevan tiempo?
Grobocopatel: Toda mi vida elegí las cosas que hacer en función del impacto que podía tener en la sociedad. Ahora, si hay algo que es muy bueno, pero me lleva mucho tiempo, prefiero no hacerlo.
Noticias: ¿Le pasó algo puntual para hacer ese clic?
Grobocopatel: No, es un cambio. Mirá, yo creo que la vida es corta, y si uno puede en una vida tener dos es mucho mejor.
Noticias: ¿Siente que va por ese camino?
Grobocopatel: Voy por ese camino, esta vida que tengo ahora es muy distinta a la que tenía hace 10, 20 o 30 años. Y es lo que me gusta hacer, me gusta levantarme sin urgencias, leer libros, escribir, cantar, estudiar música, grabar un disco. También, hacer consultoría, que si bien la empecé a hacer hace algunos cuantos años, ahora disfruto mucho de viajar por el mundo tratando de aprender y de devolver cosas que he aprendido. Eso me genera mucha ilusión.
Noticias: ¿Cuánto de todo esto tiene que ver con el amor, con una construcción de pareja como la que vienen haciendo con la soprano Verónica Cangemi?
Grobocopatel: Obviamente que todo tiene que ver, el hecho de que yo esté más dedicado a la música tiene que ver con la existencia de Verónica, obviamente. Nos conocimos por la música y sí, es un desarrollo personal, pero tiene que ver con quién es la persona con la cual convivís y compartís momentos.
Noticias: ¿Quiere o necesita el aval social como músico, como el que tiene como empresario?
Grobocopatel: No, no lo pienso. Obviamente que como artista, uno quiere ser avalado y emocionar. Pero no es que yo quiera tener el aval, tampoco en la empresa fue así. O sea, me costó mucho hacer lo que hice. No tuve el sí fácil cuando era un personaje joven, medio hippie, de bermudas y zapatillas rotas, no es que todo me fue fácil. Y tampoco ahora en la música: te conoce todo el mundo como empresario y te mira como diciendo: ¿Y este loco? Pero más allá de los prejuicios, quiero ser un buen cantante, un buen músico, entregar cosas buenas. Y me parece que mi testimonio sirve a mucha gente que quiere lo mismo. Sabés la cantidad de empresarios que me han dicho: “Toda mi vida quise tocar la guitarra, mis viejos no me dejaron, después la empresa no me dejó”. Hay mucha gente que necesita sacarse el equipaje de encima y ser más libre, buscar otras cosas.
Noticias: Pasemos al contexto político, ¿qué siente con las decisiones del gobierno respecto al INTA, por ejemplo?
Grobocopatel: El INTA es una institución muy querida para los ingenieros agrónomos, ha tenido importancia en todo el país, donde vas, hay un INTA; tiene mucho impacto. El punto es que el modelo organizacional no ha hecho modernizaciones y ajustes, la burocracia ocupa una importante porción de su presupuesto, se fue desnaturalizando. Y esto es algo que se sabe desde hace muchas décadas, pero no se hizo nada. Hay que cambiar muchísimas cosas: la estrategia de investigación, el vínculo con el sector privado, con el sector público, etcétera. ¿Las cosas que hay que hacer se tienen que hacer con motosierra? Yo creo que no, que uno lo hace con motosierra porque desconoce lo que hay que hacer, entonces es “te mato y después volvemos a hablar”. Y eso pasa en muchos lados. Por ejemplo con el Fondo Nacional de las Artes, una institución importantísima en la cultura argentina que también se desnaturalizó: el 80% del presupuesto iba a pagar sueldos incluido los de los directores. Es parte de una reflexión más amplia. Hay que hacer modificaciones profundas, hay que revisar todo, hacer reformas laborales, educativas, de sistema previsional, de todas estas instituciones que estamos hablando. El gobierno prefiere hacerlo con una motosierra, con el argumento de que es muy difícil modificar algo con la misma gente que hizo el problema. Tiendo a pensar que es cierto eso pero me parece que es motosierra y ladrillo. O sea, destruir pero construir.
Noticias: Estamos casi promediando esta gestión, ¿lo sorprendió para bien o para mal?
Grobocopatel: En el activo del gobierno, hay muchas cosas: la macroeconomía, la inflación, el déficit, toda esta agenda de desburocratización. Le queda la segunda mitad, las reformas profundas que tienen que ver con lo previsional, con lo laboral, con lo educativo, con lo impositivo, con la reforma del Estado. Son las reformas profundas que se necesitan. Si eso se termina más o menos bien, el gobierno que venga va a tener resuelta un montón de cosas y no va a tener el costo político. Entonces ahí vamos a poder elegir. Si no nos gusta cómo habla Milei, alguien que hable mejor, alguien que ejecute mejor. Y si no aparece ninguno y Milei sigue siendo el mejor, será Milei, no lo sé.
Noticias: Durante mucho tiempo se lo conoció como “el rey de la soja”. ¿Quién es usted?
Grobocopatel: Un ser humano, un ser humano que disfruta la vida. Y que mira la vida con esperanza.