10 julio, 2025

La empresa que quiere resucitar el mamut anuncia que hará lo mismo con un ave gigante

La empresa norteamericana Colossal Biosciences parece decidida a acaparar titulares. Tras la supuesta ‘desextinción’ del llamado lobo terrible (aunque en realidad lo que nacieron fueron híbridos entre esa especie desaparecida y lobos grises), y después de su proyecto para resucitar el mamut lanudo, ahora sus responsables acaban de anunciar su intención de volver a la vida al moa, un ave gigante de casi 4 metros de altura que se extinguió hace siete u ocho siglos.

El moa vivía en Nueva Zelanda, pero cuando los humanos llegaron allí, hace entre 800 y 900 años, extinguieron rápidamente las nueve especies que habitaban en la isla. “En los primeros 150 años de presencia humana, las nueve especies desaparecieron”, explica el asesor de Colossal Paul Scofield, en el video en el que la empresa ha realizado su anuncio.

Recreación del moa gigante de la Isla del Sur / Colossal Biosciences

El proyecto, que promete ser tan polémico como otras ‘desextinciones’ anunciadas por la empresa, surge de la petición hecha por los Ngai Tahu, que es la principal tribu maorí de la región sur de Nueva Zelanda. El Centro de Investigación Ngai Tahu dirigirá el proyecto junto con Colossal, dentro de su estrategia para proteger las especies de su territorio y restaurar sus hábitats.

230 kilos de peso

Las nueve especies de moa tenían tamaños muy diferentes, pues algunas tenían un volumen similar a un pavo, mientras que el moa gigante de la isla del Sur, Dinornis robustus, medía 3,6 metros de altura y pesaba unos 230 kilos. Su desaparición provocó estragos en los ecosistemas, que aún hoy en día se dejan sentir en Nueva Zelanda. Su extinción se vio favorecida por el hecho de que es una de las pocas aves conocidas que carecía de alas.

En todo caso, se conservan restos de moa en forma de fósiles que retienen tejidos blandos intactos, lo cual permitirá abordar el proceso de ‘desextinción’, si bien, como en los demás casos en que trabaja Colossal Biosciences, no se podrá recuperar esta especie como tal, sino algo parecido.

En declaraciones al portal científico IFLScience, Ben Lamm, director ejecutivo de la compañía, afirma: “Hemos muestreado más de 60 huesos y ya estamos trabajando en los genomas de varias especies de moa. Nuestro objetivo no es solo trabajar en el genoma del moa gigante de la isla del Sur, sino también desarrollar genomas para las nueve especies de moa”.

Quinto proyecto en marcha

Este proyecto es el quinto que emprende Colossal para recuperar especies desaparecidas, tras el mamut, el dodo, el tilacino y el lobo terrible. De momento, el mayor avance conseguido es el nacimiento de tres cachorros de esta última especie, que ya tienen medio año de vida y presentan un aspecto saludable. Para su nacimiento se utilizó ADN de la especie extinta y se utilizó un ‘pariente’ actual, el lobo gris, para lograr su gestación y nacimiento. De este modo, los tres cachorros alumbrados hace seis meses son en realidad un híbrido entre las dos especies.

Lo mismo sucederá con el caso del mamut, pues se ha mezclado ADN de esta especie con elefantes actuales, de modo que el resultado final no será exactamente un mamut lanudo, recuerdan los científicos, que expresan sus reservas sobre la viabilidad de estas operaciones a largo plazo, e incluso dudan de la conveniencia de llevarlas a cabo, pues su eventual reintroducción en los ecosistemas (de donde llevan milenios ausentes) podría causar problemas ecológicos inesperados.

En cambio, Colossal justifica estos proyectos de ingeniería genética precisamente por su deseo de recuperar especies que han desaparecido a consecuencia de la acción del ser humano, y quieren aplicar también estas técnicas a especies extinguidas de forma más reciente y prevenir la desaparición de animales amenazados en la actualidad.

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