29 junio, 2025

La Litoteca Nacional de Peñarroya-Pueblonuevo

De esto me enteré recientemente leyendo un artículo, y, aunque este mes iba a escribir sobre otra cosa, pensé: esto lo tienen que saber mis paisanos. El título dice «litoteca» que, como se puede intuir, se refiere a un sitio donde hay muchas piedras, líthos en griego, clasificadas y seleccionadas rigurosamente. Como sucede en las bibliotecas con los libros. La Litoteca de Peñarroya‑ Pueblonuevo es considerada una infraestructura científica de alcance nacional. Se trata de la única litoteca de estas características de acceso público en España, gestionada por el IGM (Instituto Geológico y Minero), adscrito al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y al Ministerio de Ciencia. Creada en 1988, custodia más de 2,5 millones de metros (en forma de cilindro) de testigos procedentes de unos 12.000 sondeos realizados en todo el territorio nacional (incluido mar territorial y plataforma continental). Este volumen la convierte en el mayor repositorio público de muestras del subsuelo de España. Dispone de equipamiento avanzado para la investigación y la realización de análisis no destructivos, catalogación, digitalización y asesoramiento técnico. Por su forma de gestión y por ser un centro para la investigación, la Litoteca no es “Nacional” en el sentido estricto, pero sí lo es en su importancia, cobertura y carácter público: es el único centro de estas condiciones en España. La Bilioteca, el Archivo Histórico, el Observatorio, el Museo Arqueológico… Nacionales, están en Madrid, y la Litoteca Nacional está en Peñarroya-Pueblonuevo. No lo digo por ninguna reivindicación territorial, lo hago para enfatizar su importancia. El norte de la provincia de Córdoba es una zona minera y su Litoteca es una instalación única. Es una nave industrial que conserva más de 100.000 cajas con las muestras de sondeos, cilindros de roca que se han ido extrayendo del subsuelo durante décadas. A lo largo de los años, estas muestras han servido para estudiar aguas subterráneas o planificar la cimentación de grandes obras.

La transición energética y las nuevas tecnologías dependen de materiales como el litio, el cobalto o las tierras raras, esenciales para baterías, paneles solares y motores eléctricos (ya les hablé de ellas en el artículo del pasado mes de abril, titulado «Cosas raras»). Europa apenas produce una mínima parte de estos elementos y depende casi por completo de China, Rusia y otros países para abastecerse. Esa dependencia se ha convertido en una amenaza, en sentido económico y también literal, y si no que se lo digan a nuestros amigos ucranianos.

Para avanzar hacia una solución, la Unión Europea ha lanzado la estrategia de autonomía minera para extraer en Europa el 10% de los minerales críticos que consume, procesar el 40% y reciclar el 25%, y lo quiere lograr antes de 2030. Pero antes de perforar es necesario saber qué hay bajo tierra, y ahí la litoteca de Peñarroya tiene un valor incalculable. Su archivo proporciona ya datos geológicos históricos muy valiosos, sin necesidad de iniciar nuevas y costosas campañas de exploración. La búsqueda de autonomía minera no parte de cero y un mapa reciente de las reservas minerales estratégicas de España confirma que tenemos recursos clave. Salamanca alberga la mayor reserva de litio conocida y en Abenójar (Ciudad Real) la Unión Europea financiará la extracción de 90 millones de toneladas de wolframio durante tres décadas, el 25% de la demanda europea. El alto potencial minero de Andalucía también ha sido reconocido en Bruselas, con Córdoba y Huelva a la cabeza en puntos de exploración, y Almería como una de las provincias con mayor número de zonas activas.

Lo de Córdoba ya lo sabíamos desde el siglo XIX y la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya fue una empresa clave de carácter multinacional en sus años de operación, entre 1881 y 1989, que comenzó en el sur de España. Aunque la actividad minera de la compañía se centró en la extracción de carbón y plomo, también alcanzó otros ámbitos industriales como la metalurgia, industria química, producción de electricidad, o ferrocarriles. Su actividad se extendía por las provincias de Córdoba, Jaén, Ciudad Real, Murcia, y Barcelona. Además de España y Francia, la compañía también estuvo presente en Bélgica, Italia, Grecia y el Norte de África.

Yo no he visto la litoteca, pero sí que conozco el Museo Geológico y Minero de Peñarroya-Pueblonuevo, muy recomendable. Y sí que he visto y sufro cada vez que lo vuelvo a visitar, el Cerco Industrial, el importante complejo minero-metalúrgico que albergaba industrias y talleres. Sufro viendo cómo, el que antaño fuera la referencia europea en la minería de carbón y plomo, se va desmoronando sin que nadie parezca ver la importancia que tuvo la infraestructura y la belleza e historia que reflejan los ya escasos restos. Las pocas paredes que quedan lucen preciosas y rojas cuando la luz del sol les da al atardecer, y se ven como paredes de encaje tejidas con ladrillo rojo, que debieron ser una catedral de la minería. Aún ahora, bellísimas.

Quiero hacer una llamada de futuro que nos permita relanzar una zona tan rica y ahora un poquito desolada… turismo, cielo oscuro, tecnología, minería, arte, historia, recursos, empresas «desubicadas»… una zona ideal para construir un nuevo porvenir. Puede ser un crisol que aúne disciplinas que, con algoritmos de inteligencia artificial y mucha inteligencia natural, creen una economía mixta, sostenible y avanzada. Pensemos cómo hacerlo y actuemos ya.

*Astrofísica

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