Los aragoneses tendrán que ir a votar a las primeras elecciones anticipadas de la historia de la comunidad el próximo 8 de febrero. El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha firmado este lunes el decreto por el que se disuelven las Cortes de Aragón y se convocan elecciones autonómicas, en la única convocatoria de la historia de la comunidad autónoma en las que los aragoneses solo elegirán a los diputados autonómicos, y no deberán participar en elecciones municipales.
La decisión tomada por el líder del Ejecutivo aragonés se produce por diversos motivos, aunque en su comparecencia ante los medios ha destacado el “bloqueo” para aprobar los Presupuestos de 2026.
Pese a ello, en los últimos meses se han indo produciendo una serie de acontecimientos que han acabado por marcar el camino del adelanto electoral Aragón.
Las cinco claves principales de este anticipo de la cita con las urnas van desde las declaraciones de Alberto Núñez Feijóo hasta la mala situación que atraviesa el PSOE y un calendario endiablado de adelantos electorales en otras comunidades autónomas gobernadas por el PP.
Feijóo pide elecciones si hay dos prórrogas presupuestarias.
El pasado mes de septiembre, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, propuso reformar la Constitución Española para que, cuando un gobierno acumulara dos prórrogas presupuestarias seguidas, se convocaran elecciones. Este movimiento forzaba no solo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que también arrastra esta falta de apoyos, sino a los presidentes autonómicos del PP, que podían elegir entre seguir esta pauta, o llevarle la contraria al líder de su partido.
Choque con la ultraderecha
En segundo lugar, el Gobierno de Aragón llevaba gobernando casi un año y medio en solitario y en minoría, desde la salida de Vox de todos los Ejecutivos autonómicos el pasado verano. Desde entonces, las relaciones entre el PP y la extrema derecha habían empeorado, con choques constantes en la política inmigración y de la Agenda 2030, que ya impidieron aprobar los presupuestos de 2025 y que han sido claves, también para no aprobar las cuentas de 2026.
El PSOE, en su momento más débil
La tercera clave es que el principal rival político de Jorge Azcón atraviesa uno de sus peores momentos de imagen y credibilidad. El PSOE Aragón, con Pilar Alegría como secretaria general y ministra portavoz de Pedro Sánchez, se está viendo salpicados por los escándalos de presunta corrupción y machismo que afectan al partido a nivel nacional.
El ‘timing’: o ahora, o nunca
Hace semanas que el presidente aragonés y su equipo sacaron la calculadora para intentar averiguar cuál era la mejor fecha para el adelanto electoral en Aragón, dadas las difíciles relaciones con el resto de partidos y la situación de minoría parlamentaria que arrastraba.
Además, la convocatoria de varias elecciones autonómicas por otros líderes del PP hacía que Aragón solo pudiera convocarlas ahora, o después del verano, ya que la intención de Azcón era “no coincidir” con el resto de convocatorias. Varias fuentes del Gobierno aragonés coincidían en que una cita con las urnas después del verano carecía de sentido: Azcón ya habría sufrido el desgaste de no aprobar presupuestos por segundo año consecutivo, y la convocatoria solo serviría para acotar la legislatura unos pocos meses.
Aragón, con voz propia
Puestos a adelantar elecciones, la que era “la última opción” del presidente de Aragón y líder del PP, Jorge Azcón, quería una convocatoria ‘a la aragonesa’, para evitar el desgaste que puedan arrastrar otros presidentes autonómicos del PP, como el andaluz Juanma Moreno Bonilla, que arrastra las dudas por la gestión de la crisis del cribado de cáncer de mama; o el castellano y leonés Adolfo Fernández Mañueco, y su deficiente gestión de los incendios del pasado verano.
Además, Azcón pretendía evitar que las negociaciones de unos gobiernos entre el PP y Vox entorpecieran el diálogo en Aragón. Pero con las previsiones de subida de la ultraderecha en la comunidad, el riesgo sigue patente.
