La Navidad no ha llegado en silencio a Córdoba. Ha llegado sobre ruedas, envuelta en luces, villancicos y sonrisas que lo decían todo sin parar. Ha llegado en forma de taxis decorados con mimo y de mayores dispuestos a dejarse llevar, un ratito, por la ilusión.
Desde las 18.20 horas, la explanada de la Diputación de Córdoba se ha ido llenando de vida. Los taxis ocupaban su lugar, convertidos en pequeños escenarios navideños con mensajes de “Feliz Navidad” y detalles muy cuidados. Así ha arrancado, un año más, uno de los momentos más especiales de las fiestas navideñas en la ciudad.
Había abrazos, risas nerviosas y miradas emocionadas. Taxistas y mayores compartían la espera. Muchos de ellos llevaban gorros de Papá Noel, gafas brillantes y adornos festivos. Incluso un taxi adornaba con un belén el capó, llevándose sin duda el título a la mejor decoración navideña.
Taxistas que repiten año tras años
José Antonio Coca, presidente de la Federación de Taxis de Córdoba, ultimaba “cosillas de última hora” al llegar, colocando con cuidado decoraciones en el capó de su coche.
Entre los protagonistas estaba Chari, taxista que realiza desde hace once años el Paseo de la Ilusión. Once ediciones que, ha confesado, siempre acaban igual, “los once años he acabado llorando. Siempre que pueda, aquí voy a estar”, ha dicho ya emocionada antes de arrancar. En su taxi no han faltado las luces ni las ganas de disfrutar. “El año pasado no querían ni que los llevara de vuelta a la residencia“, ha recordado con una sonrisa.
En uno de los asientos ha viajado Mari Cruz, que no ha podido ocultar su emoción. “Nos sacan de allí para hacernos felices y hay nada más bonito que eso”, ha asegurado. Para ella, el paseo ha tenido banda sonora. “Me encanta ir cantando villancicos, mi favorito es Los peces en el río”, ha comentado mientras animaba a sus compañeras a cantar con ella, convirtiendo el taxi en un pequeño coro improvisado.
En otro taxi viajaban mayores de la asociación de Alzheimer Córdoba. Cantaban contentos, ilusionados. “Esto para ellos es una alegría”, explicaba la cuidadora que los acompañaba, consciente de que este paseo significa “mucho más que solo ver las luces“.
Antonio es otro taxista que repite experiencia y, por quinto año, ha sacado su taxi a pasear por la ciudad. ”Es emocionante”, ha resumido. Sus acompañantes hablaban de él como “un encanto” y aseguraban que no les podía haber tocado “un mejor conductor”. En sus caras se reflejaba que este día es uno de los más especiales y que más esperan del año.
En otro vehículo, tres mujeres de una residencia han recorrido la ciudad junto a su cuidadora. Cantando sin parar. ”Nuestro villancico favorito es Campana sobre campana”, decían entre risas, provocando que quienes caminaban a su lado se unieran a la canción. José Luis también repetía como taxista, en su caso, diez años en esta tradición. “Algún año algún señor mayor incluso ha llorado de felicidad. Por eso repito. Hacerles felices es lo importante”, afirmaba.
Más de 350 mayores han podido disfrutar la experiencia
En esta edición han participado alrededor de 105 taxis, permitiendo que más de 350 personas disfrutaran del Paseo de la Ilusión. Cifras que, como ha dicho José Antonio Coca, “hablan del esfuerzo, pero no alcanzan a medir la emoción”.
Antes de iniciar el recorrido, la delegada de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Córdoba, Eva Contador, ha agradecido el compromiso de los taxistas. “Esta tarde he estado con un grupo importante de mayores y estaban todos deseando montarse en los taxis, recordándome lo bien que lo pasaron el año pasado”, afirmaba, “para nosotros puede parecer un acto más, pero para ellos es algo que esperan durante todo el año”.
Por su parte, el presidente de la Federación de Taxis, José Antonio Coca, ha recordado que este paseo también es especial para quienes lo hacen posible. “No es solo el paseo de la ilusión de ellos, también es el de los taxistas. Es un momento que se espera durante todo el año y que, mientras el taxi exista en Córdoba, se seguirá haciendo”.
Alegría compartida en toda la ciudad
Y la ciudad lo ha confirmado. Durante el recorrido, vecinos y comerciantes se detenían para saludar, aplaudir y animar. Muchos dependientes salían de sus tiendas, con móviles en mano, cantando y compartiendo el momento. En la calle Gondomar se ha formado un pasillo humano: niños, jóvenes y mayores unidos por la misma emoción. Sonrisas por todas partes y, en algunos casos, lágrimas de alegría y emoción inevitables.
Como broche final, el coro Los Romeros de la Vega se ha sumado al paseo, poniendo música a una noche, sin duda, inolvidable. Así, Córdoba entera se ha subido hoy al taxi de la ilusión, demostrando que la Navidad cuando se comparte brilla mucho más.
