7 julio, 2025

Page avisa de las grabaciones de los chorizos y el riesgo de derrumbe en el PSOE

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se quedó solo en el comité federal del PSOE al censurar la salida a la crisis puesta sobre la mesa por Pedro Sánchez, quien evitó una moción de censura o un adelanto electoral, como exigió. Pero lejos de rebajar su contestación, ha incrementado el tono de sus críticas al entender que el cierre de filas, en lugar de ayudar, perjudica a los intereses de la organización. “Algunos tienen tanto interés en demostrar fortaleza, porque el ambiente invita a lo contrario, que no están dándose cuenta de que trasmiten lo contrario. Con que una sola piedra se mueva, se cae el edificio”, alertó este mismo lunes, al mismo tiempo que se reunía la ejecutiva del partido renovada tras la salida de Santos Cerdán.

Tras asegurar que ni Sánchez ni ningún miembro de la dirección pudo garantizarle que la presunta trama de corrupción no se extenderá o tendrá más ramificaciones, fuera del denominado “triángulo tóxico” del ex secretario de Organización, el exministro de Fomento, José Luis Ábalos, y su asesor, Koldo García, el líder de los socialistas castellano-manchegos replicó que se tenga “más miedo a las críticas que a los chorizos”. “Tendrían que estar más atentos a los mensajes y grabaciones de los chorizos”, avisó en referencia a los audios incautados a la presunta trama, para incidir en la falta de autocrítica.

Si el pasado sábado no pudo replicar a otros compañeros de filas, al no concedérsele la excepción de una segunda intervención tras utilizar su turno de palabra, lo hizo este lunes en declaraciones desde Cuenca a los medios. Principalmente, para responder a las acusaciones de “hipócrita” que le lanzó el ministro de Transportes, Óscar Puente, en referencia a unas declaraciones suyas previas al comité federal. “No concibo que la izquierda pueda defender una organización que sea una fotocopia de su líder”, reprochó para lamentar en que “se vanaglorian de tener un puto amo”, en referencia a Sánchez. Con todo, interpreta que “la inmensa mayoría del partido no piensa lo de Óscar Puente”.

Sobre la negativa de presentar una cuestión de confianza o adelantar elecciones, García-Page insistió en que “lo más saludable es testar la opinión”. Sobre todo, “si eres consciente de que no tienes la mayoría social”, como se estaría reconociendo. El mensaje que se manda de este modo, según entiende, es que no se solicita la confianza del Congreso porque “se tiene miedo a no tenerla”.

El ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, vinculaba esta mañana la cuestión de confianza a una pérdida de apoyos parlamentarios que negó en estos momentos. Esta prerrogativa del presidente del Gobierno “se presenta cuando uno considera que no tiene mayoría para sacar adelante sus iniciativas”. Según ha argumentado este lunes durante un desayuno informativo en el Ateneo de Madrid, “la realidad” es que incluso tras hacerse público el informe de la UCO sobre el ex secretario de Organización el Gobierno ha ganado “las votaciones esenciales” en el Congreso.

El que es el principal negociador del Gobierno con los grupos parlamentarios incluso ha vaticinado que en estos momentos “tenemos mayoría para sacar adelante de aquí al pleno del 22 de julio otras siete” iniciativas.

Sánchez respondió en la réplica final al comité federal a puerta cerrada, según fuentes presenciales, que cuando deje de ser presidente y secretario general seré un afiliado al lado de mi secretario general. Una petición de lealtad que, además de García-Page, deslizó un mensaje hacia el ex presidente del Gobierno, Felipe González, quien tras avalar la amnistía el Tribunal Constitucional anunció su intención de dejar de votar al PSOE.

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