El primer día de la semana Carlos Paz regaló un respiro tras varios días de altas temperaturas en las sierras de Córdoba. Con un clima fresco que invitó a disfrutar al aire libre, el atardecer se llenó de vida y color en la costanera, donde turistas y vecinos aprovecharon cada rincón.
Los hidropedales en el lago San Roque se movían con calma bajo los últimos rayos de sol, mientras muchas personas se relajaban paseando o descansando junto al agua. La frescura de la tarde parecía revitalizar a todos, preparando el escenario para lo que sería otra intensa jornada en plena temporada veraniega.
Cuando el cielo comenzó a teñirse de naranja, la movida nocturna de Carlos Paz cobró fuerza. Los restaurantes y bares empezaron a llenarse de visitantes ansiosos por degustar sabores locales, mientras los teatros y discos se alistaban para ofrecer sus espectáculos y entretenimiento.
La ciudad, invadida por una importante cantidad de turistas, mostró su capacidad de transformar un día relajado en una noche vibrante, dejando claro por qué sigue siendo uno de los destinos favoritos del verano en Córdoba.