La mujer esperaba en el auto en la esquina de Miró y Florio, en Villa Luzuriaga. Hacía tiempo hasta que su hija saliera de sus clases de canto. Fue cerca de las 18 del jueves que la cruzaron para robarle. Rita Mabel Suárez tenía 47 años y no estaba sola: su hijo de 15 años, al que acababa de pasar a buscar por fútbol, estaba junto a ella dentro del coche.
Fue de un momento a otro que tres personas los abordaron para llevarse el Renault Sandero y le dispararon, aparentemente, sin mediar palabra. No está claro si ella intentó resistirse pero lo cierto es que fueron los vecinos de la cuadra los que la ayudaron y la llevaron a la Clínica Cruz Celeste, a unos 700 metros del lugar del crimen.
Los médicos nada pudieron hacer para ayudarla y la mujer finalmente murió delante de su hijo.
Rita tuvo dos hijos, una adolescente de 18 años, y otro de 15. Quienes la conocieron la describen como una madre “dulce y dedicada”.
Era preceptora de la Escuela de Educación Secundaria N° 142 de González Catán.
“Con profundo dolor les informamos que nuestra compañera Rita preceptora ha fallecido. Acompañamos en este momento de tristeza a su familia, amistades y seres queridos. Invitamos a que nos acompañemos mutuamente en este difícil momento“, difundieron entre sus compañeros.
La mujer había renunciado al turno tarde y trabajaba por la mañana en la escuela. Es que decidió apostar por su emprendimiento: Bordando Rock.
Hacía parches y bordaba camperas de bandas de rock y los vendía en redes sociales o en conciertos.
Estudiaba costura y bordado a máquina y así producía sus propios diseños que estampaba en prendas que después ofrecía. Era fanática de La Renga y viajaba por todo el país siguiendo a la banda junto a su familia, con la venta de los productos financiaba los viajes.
Además, quería estar presente para llevar y traer a sus hijos de sus actividades por lo que decidió apostar por su proyecto y acompañarlos.
“Amaba bordar y coser. Al ser fan de La Renga llevaba sus productos y los vendía para costear los viajes. Era una mamá hiper presente y protectora. Un ser lleno de amor, dulce, puras virtudes. Su energía era siempre positiva”, contó a Clarín Claudia, su profesora de costura.
“Lo que me gusta a mí, lo comparto… Por ahí a vos también te gusta”, escribía la víctima en una de sus publicaciones para promocionar sus productos.
De González Catán a Isidro Casanova
Rita Mabel Suárez pasó su niñez en González Catán, sobre la calle Bartolomé Cataneo. Creció en una casa modesta, en medio de un barrio donde todos se conocían y la vereda era un punto de encuentro. Los vecinos la recuerdan como una mujer buena, amable, de ojos hermosos y que siempre tenía una sonrisa lista para compartir.
Cuando se casó, se mudó a Isidro Casanova junto a su esposo y tuvo a sus dos hijos.
Este viernes por la tarde, los autos se acumulan frente a la casa de sus padres. Gonzalo, un vecino de toda la vida, cuenta que se enteró de la noticia al llegar del trabajo: “Mis vecinos me dijeron que la chica de la noticia era Rita, con la que jugaba cuando era chico. La verdad, una noticia horrible. Es muy triste enterarte de esto”, lamenta.
En la puerta del domicilio familiar, la cuñada de Rita sale con los ojos llenos de lágrimas. Apenas puede hablar: “No puedo ahora”, alcanza a decir a Clarín. El hombre que la acompaña, con la voz quebrada, resume lo que sienten todos: “Estamos devastados. Era docente y madre de dos chiquitos”
En tanto, los retos de la mujer asesinada serán velados de 17 a 20 en Isidro Casanova.
El caso
Después del crimen, los ladrones –uno mayor y dos adolescentes–, escaparon corriendo. Pero fueron identificados horas después de una manera insólita.
A seis cuadras del lugar del crimen, compraron un agua en un supermercado chino. Uno de ellos la pagó con una billetera virtual y así fue identificado como Máximo L., indicaron fuentes policiales. Allanaron su casa en Rafael Castillo, pero no lo encontraron.
Pero después de esa compra, los ladrones volvieron a pagar con una billetera virtual. Se tomaron un remis en una agencia del barrio hasta Rafael Castillo. Ahí, el que pagó con la aplicación de su celular fue otro de los acusados, Alex M., de 19 años.
Cuando los investigadores constataron su transferencia, cruzaron los datos con el Renaper y por la foto, los testigos lo reconocieron como otro de los ladrones. La Policía lo encontró en su casa, también en Rafael Castillo. Además identificaron a un tercer sospechoso del que no se difundió identidad y que continúa prófugo.
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Asesinaron a una madre frente a su hijo en La Matanza: cayó uno de los sospechosos
El fiscal Adrián Arribas, de la Fiscalía de Homicidios de La Matanza, llevó adelante la investigación y, por haber adolescentes involucrados, dio intervención a la fiscalía del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil N°1 de La Matanza.
El segundo crimen en 24 horas
Este homicidio durante un asalto es el segundo que se registró en el principal distrito del conurbano bonaerense en 24 horas, luego de que motochorros mataran a una mujer y balearan a su hermana policía para quitarles la moto.
El miércoles, también en La Matanza, motochorros mataron a una mujer y balearon a su hermana policía para quitarles la moto.
Esmeralda Bustamante, de 23 años, falleció de un disparo en el pecho. Su hermana, Emilce (24), que se desempeña en la UTOI de la Policía bonaerense, recibió un balazo en su mano derecha.
Según relató la mujer policía y se ve en las imágenes grabadas por la cámara de seguridad, ambas iban en una Honda Tornado cuando pararon sobre una vereda en Carcarañá y Ruta 21. En ese momento aparecieron cuatro ladrones armados en dos motos y las asaltaron.
Emilce forcejeó con uno de los ladrones, que sacó una pistola y empezó a disparar. Los motochorros se subieron a las motos y escaparon sin robar nada.
Esmeralda fue sometida a maniobras de reanimación, pero murió en el lugar. Su hermana también fue asistida por la herida en el brazo: está fuera de peligro y aportó datos sobre el episodio a los policías. Por el caso hay un detenido de 22 años.
AS/AA