La Municipalidad de Córdoba reactivó los controles de velocidad en rutas y accesos a la ciudad con la incorporación de nuevos radares TruCam II, capaces de detectar infracciones a más de un kilómetro de distancia. La medida busca reducir la siniestralidad vial, aunque también despertó críticas entre conductores que la ven como una forma encubierta de recaudación por multas.
Los operativos, coordinados por la Secretaría de Gobierno, se realizan en puntos estratégicos y de manera aleatoria, con verificación de velocidad, carnet, ITV y alcoholemia. Desde la gestión que encabeza el intendente Daniel Passerini, sostienen que el objetivo es salvar vidas, y que los radares están homologados por el INTI y cumplen con estándares internacionales.
“Queremos calles seguras y respetadas. No se trata de castigar, sino de cuidar”, expresó el secretario Rodrigo Fernández en redes sociales, junto a imágenes de los equipos en funcionamiento.
Los controles se llevan a cabo en articulación con la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Global, que promueve buenas prácticas para bajar los índices de siniestros.
Sin embargo, algunos automovilistas cuestionaron la ubicación discreta de los radares y pidieron mayor cartelería preventiva, en medio de un contexto económico en el que las multas representan un peso significativo en el bolsillo de los infractores.