Carta 1) La justicia: orden. Ley. Equidad. Verdad.
Carta 2) Nueve de espadas: preocupación. Insomnio. Culpa. Arrepentimiento. Sufrimiento.
Carta 3) Rey de espadas: racionalidad. Lógica. Búsqueda de la verdad y la justicia. Claridad mental. Frialdad para tomar decisiones.
Mensaje final:
Ya se sabe que el tarot habla de la persona en quien esté pensando el consultante, por eso puede ser ella misma u otra persona. En este caso dice que a alguien le llega la justicia, lo que lo impulsará a tomar decisiones buscando equidad, verdad y honestidad. La justicia le está mostrando que toda acción tiene una consecuencia y acá parece que las consecuencias no están siendo buenas, porque la persona no está bien, no duerme, está angustiada, preocupada, tal vez arrepentida y con culpa. Esta persona en este momento sufre las consecuencias de malas decisiones y comportamientos que tuvo en un tiempo pasado. Es una etapa que tiene que atravesar para tener un gran aprendizaje, y aunque parezca un castigo, no lo es. Sin este dolor y sin la justicia, esta persona quizás nunca se hubiera dado cuenta de su mal proceder. Dios corrige como un buen padre que le muestra a su hijo como debe actuar y en esa corrección le muestra lo que está bien y lo que está mal y como todo lo que hacemos tiene consecuencias, como toda causa produce un efecto y que es preciso tomar conciencia de eso para evolucionar y crecer humanamente. La justicia nos hace ver la verdad y la verdad es claridad, es luz, por lo que finalmente si se la elige, despejará toda oscuridad de nuestra vida. Según dicen las cartas, la persona está despertando y se aferrará con determinación a esa luz que la justicia le está mostrando al final del túnel. Pero antes tiene que pasar por la oscuridad. Si atraviesa las pruebas poniendo esfuerzo en cambiar, llegará a la claridad sobre quien quiere ser y qué tiene que hacer para encontrar un camino verdadero y justo. Es momento de buscar soluciones basadas en la razón, de hacer un esfuerzo personal o pedir ayuda profesional para salir de ese estado negativo que no repara nada, ni a nadie le sirve.