Cuando el frío arrecia y el cuerpo pide calor, nada mejor que una sopa casera, humeante y nutritiva. Las verduras de invierno no solo están en su mejor momento, sino que también son más accesibles y sabrosas. Aprovechar productos de estación no es solo una cuestión de economía: es una forma de comer más sano, apoyar la producción local y reconectar con los ciclos de la tierra.
A continuación, tres recetas de sopas simples y llenas de sabor, ideales para preparar con ingredientes que ahora abundan en cualquier feria o verdulería.
Sopa cremosa de calabaza, zanahoria y jengibre
Ingredientes:
1 calabaza mediana
2 zanahorias
1 papa chica
1 trozo de jengibre fresco (2–3 cm)
1 diente de ajo
Sal, pimienta y nuez moscada
Aceite de oliva
Preparación:
Pelar y cortar todo en cubos. Rehogar el ajo y el jengibre rallado en un poco de aceite. Agregar las verduras, cubrir con agua o caldo y hervir hasta que estén tiernas. Procesar todo hasta lograr una crema suave. Rectificar condimentos y servir con un chorrito de oliva o semillas tostadas.
Sopa rústica de puerro, papa y repollo
Ingredientes:
2 papas
1 puerro grande (o 2 chicos)
1 taza de repollo blanco o morado picado
1 zanahoria
1 litro de caldo (o agua con condimentos)
Tomillo seco, sal, pimienta
Preparación:
Cortar el puerro en rodajas finas y saltearlo en aceite hasta que ablande. Agregar las papas y zanahoria en cubos, el repollo y el caldo. Cocinar a fuego lento unos 25 minutos. Queda espesa y sabrosa. Ideal con pan casero.
Sopa verde de acelga, arvejas y cebolla
Ingredientes:
1 atado de acelga
1 taza de arvejas (pueden ser congeladas)
1 cebolla
1 diente de ajo
1 papa (opcional, para espesar)
Caldo vegetal
Sal, pimienta, comino o curry suave
Preparación:
Rehogar cebolla y ajo, sumar la acelga trozada (sin penca) y las arvejas. Si usás papa, agregarla en cubos. Cubrir con caldo y hervir hasta que todo esté tierno. Procesar. Esta sopa queda vibrante y liviana, ideal para variar los clásicos de invierno.
Tip extra:
Si tenés verduras muy maduras o feas para ensalada, no las descartes: convertilas en sopa. Con cocción lenta y buenos condimentos, todo se transforma.