18 marzo, 2025

Trump responsabilizará a Irán de cualquier ataque de los hutíes: las consecuencias serán terribles

El mismo baile que han escenificado casi todos los presidentes norteamericanos desde principios de este siglo, vuelve a ejercitarse a paso febril. Tras tres días de bombardeos estadounidenses sobre Yemen, su presidente, Donald Trump, ha anunciado que cualquier represalia que adopten “a partir de ahora” los rebeldes hutíes, que controlan parte del territorio yemení, será atribuida a Irán. “Consideraremos a Irán responsable y sufrirá las consecuencias, que serán terribles”, ha dicho este lunes en las redes sociales. Las amenazas de Trump, un elemento habitual en su forma de interactuar con el mundo, podrían no tener demasiada relevancia, de no ser por la extrema animosidad que anida en su Administración hacia la República Islámica. A lo que hay sumarle la preocupación que despierta el incremento de la producción de uranio enriquecido en Irán, suficiente para fabricar “varias” bombas nucleares si se lo propusiera, según advirtió recientemente la Agencia Internacional de la Energía Atómica.  

El pulso es familiar, pero no por eso menos preocupante. El Pentágono anda embarcado desde el sábado en una campaña de bombardeos sobre Yemen, uno de los países más pobres del mundo, que han dejado hasta la fecha 53 muertos, incluidos cinco niños y dos mujeres, según el ministerio de Salud local. Los ataques comenzaron una semana después de que los hutíes, una milicia cercana a Teherán que controla el 30% del territorio yemení, anunciara que reanudará los ataques sobre “buques israelíes” si Israel no levanta el bloqueo draconiano que reimpuso en Gaza a principios de mes. No hay constancia de que barco alguno fuera atacado desde entonces en el mar Rojo y el golfo de Adén, lo que no ha impedido que Trump ordenara bombardear las zonas hutíes el sábado.

Este lunes fueron atacadas la ciudad portuaria de Al Hudayda y la región de Jawf, al norte de la capital, Saná. “Responderemos a cualquier ataque o represalia adicional de los hutíes con una enorme fuerza y no hay garantías de que nos detendremos ahí”, dijo horas después Trump. El republicano acusó a Irán de haber “creado” a los hutíes, un movimiento político-religioso nacido entre la comunidad zaidí chiita del Yemen a finales de los 80, y le exigió que deje de apoyarles. “Ellos dictan cada movimiento [de los hutíes] y les suministran armas, dinero y armamento sofisticado”, dijo refiriéndose a Teherán.

Respuesta de los hutíes

Los rebeldes yemeníes han respondido a los ataques estadounidenses lanzando misiles balísticos y drones contra el portaviones USS Truman en el mar Rojo, aunque según el Pentágono, todos ellos habrían sido interceptados. “Si continúan con su agresión, incrementaremos nuestra escalada”, dijo el domingo el líder hutí, Abdul Malik al-Houthi. Su organización, afirmó, pondrá de nuevo en el punto de mira a los buques estadounidenses que atraviesen la región, una de las rutas más importantes para el comercio internacional marítimo. No es la primera vez que sucede. Desde el comienzo de la guerra en Gaza, los hutíes han hostigado a un centenar de buques de diversa bandera “en solidaridad con los palestinos”. Acciones que llevaron también a la Administración de Joe Biden a bombardear Yemen. Pero esos ataques se detuvieron a mediados de enero, tras el inicio de la tregua en la Franja.

Lo que parece claro es que la campaña militar estadounidense no solo busca restaurar la libertad de navegación por la región, sino también incrementar la presión sobre Irán. Hace dos semanas Trump envió una carta a su líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, ofreciéndole la reanudación del diálogo para abordar el asunto nuclear. Una carta –todavía sin respuesta formal– que fue acompañada de nuevas rondas de sanciones contra la economía iraní. “El presidente dejó claro en la carta que hay dos maneras de lidiar con Irán: militarmente o llegando a un acuerdo”, le ha dicho a ‘The Washington Post’ el portavoz del consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes.

El mensaje es que la Casa Blanca no permitirá que Teherán pueda desarrollar la bomba, la misma línea roja que han establecido otras Administraciones. “Todas las opciones están sobre la mesa”, dijo el domingo el consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz. “Si Irán no entrega sus misiles y cesa el enriquecimiento de material nuclear, podrían enfrentarse a toda clase de consecuencias”, añadió. La respuesta iraní fue casi tan arquetípica como las amenazas estadounidenses. “EEUU no tiene autoridad para dictar la política exterior iraní. Esa era se acabó en 1979”, respondió su ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, refiriéndose al año de la caída del dictador proestadounidense Reza Pahleví, remplazado por otra dictadura, en este caso de corte islámico.

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