31 julio, 2025

Tu gato siempre busca lugares altos? Estas son las razones científicas

Desde tiempos antiguos, los gatos han sido animales admirados por su elegancia, sigilo y comportamiento enigmático. Uno de los hábitos que más llama la atención —y que casi todos los tutores de gatos han presenciado— es su tendencia a subirse a lo más alto: estanterías, la parte superior del ropero, el respaldo del sillón o incluso cortinas. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué los impulsa a buscar esas alturas? La respuesta está en su naturaleza.

Un instinto cazador heredado

Los gatos domésticos comparten muchas características con sus ancestros salvajes. Aunque hoy vivan cómodamente en nuestros hogares, su instinto de caza sigue intacto. En la naturaleza, trepar les permitía tener una vista panorámica del entorno para detectar presas y, al mismo tiempo, evitar a los depredadores.

Desde un punto elevado, un gato puede observar en silencio y calcular cada movimiento, lo cual es esencial en su estrategia de caza. Este comportamiento persiste incluso en gatos que nunca han salido de un departamento: al subirse a lo alto, están ejerciendo su comportamiento instintivo de observación y acecho.

Seguridad desde las alturas

Más allá de la caza, las alturas les ofrecen refugio. En un entorno doméstico, cuando un gato se siente amenazado, estresado o simplemente busca tranquilidad, suele elegir lugares elevados donde nadie lo moleste. Allí se siente protegido, fuera del alcance de niños curiosos, perros inquietos u otros gatos.

Este comportamiento es particularmente evidente en hogares con varios animales o en situaciones de cambio, como una mudanza o la llegada de un nuevo integrante a la familia. Darles acceso a espacios altos les permite autorregular su ansiedad y sentirse seguros.

Dominio del territorio

Los gatos son animales territoriales y jerárquicos. Al ocupar un espacio elevado, no solo controlan visualmente su territorio, sino que también marcan su posición en la “estructura social” del hogar. Estar más alto puede ser una manera de establecer jerarquía frente a otros gatos o simplemente una forma de afirmar su dominio sobre el ambiente.

Además, desde arriba pueden vigilar todo lo que ocurre: el movimiento de las personas, la llegada de visitas, los sonidos del exterior. Esta vigilancia constante es parte de su naturaleza hiperatenta y les proporciona bienestar.

Ejercicio, juego y entretenimiento

Trepar y saltar también forma parte de su rutina de juego y ejercicio físico. Las alturas les permiten mantenerse ágiles, fortalecer su musculatura y liberar energía. Por eso, muchos etólogos recomiendan enriquecer el ambiente con rascadores verticales, estantes a distintas alturas o muebles diseñados para trepar.

Observar a un gato escalar y luego lanzarse con precisión felina desde una altura no solo es entretenido, sino que demuestra cómo este comportamiento cumple múltiples funciones: es una forma de ejercitar su cuerpo y también su mente.

En resumen

Los gatos buscan lugares altos por una combinación de razones instintivas, emocionales y físicas. Les brinda seguridad, control, estimulación y diversión. Comprender esta conducta es clave para ofrecerles un entorno enriquecido donde puedan expresar su comportamiento natural. Si vivís con un gato, ayudalo a “conquistar las alturas”: su salud emocional y física te lo agradecerá.

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