En el corazón de la precordillera catamarqueña, los paisajes extremos y la identidad cultural confluyen en una ruta turística que cautiva a quienes buscan aventura, relax y tradición.
Entre Fiambalá y Tinogasta se encuentran cinco paradas imperdibles: el impactante Balcón del Pissis, las dunas más altas de Sudamérica, las termas enclavadas en la montaña, la histórica Ruta del Adobe y el original Museo del Sabor.
1. Balcón del Pissis: naturaleza extrema a más de 4700 metros
A 125 kilómetros de Fiambalá y a más de 4700 msnm, el Balcón del Pissis ofrece una panorámica única de lagunas multicolores que reflejan al imponente volcán Pissis, una de las cumbres más altas de la región de Los Seismiles. Este lugar es hábitat de vicuñas, guanacos y flamencos altoandinos (parinas), que pueden verse cuando suben las temperaturas.
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El acceso es posible durante todo el año —siempre que las condiciones climáticas lo permitan— y se realiza en vehículos 4×4 con guías habilitados. El ingreso está permitido hasta las 10 h, y la permanencia es hasta las 14 h, siendo primavera y verano las estaciones ideales para la visita.
2. Dunas de Fiambalá: aventura sobre arena
En el desierto catamarqueño, las dunas de Tatón y la Duna Mágica de Saujil son el escenario perfecto para la práctica de sandboard. Las excursiones parten desde Fiambalá, aunque también es posible llegar con vehículo propio. Las tablas se alquilan en locales ubicados cerca de la plaza principal.
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La mejor franja horaria para visitarlas es por la mañana. Se recomienda consultar el estado del clima y de los caminos antes de emprender la visita, ya que las lluvias pueden dificultar el acceso.
3. Termas de Fiambalá: relax en plena cordillera
Ideal para reponer energías, el complejo termal de Fiambalá cuenta con 14 piletas de piedra natural con temperaturas que oscilan entre los 28 °C y los 45 °C. Sus aguas son reconocidas por sus propiedades curativas.
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Ubicadas a solo 12 kilómetros de la villa de Fiambalá, estas termas se disfrutan durante tres turnos diarios: mañana, tarde y noche. Las entradas se adquieren en la oficina de la Secretaría de Turismo de Fiambalá, frente a la plaza principal. El ingreso es gratuito para menores de seis años y personas con discapacidad.
4. Ruta del Adobe: 300 años de historia viva
La Ruta del Adobe conecta Fiambalá con Tinogasta a lo largo de casi 50 kilómetros, pasando por iglesias, capillas y casonas construidas con técnicas ancestrales. La mayoría de los sitios están abiertos durante todo el día, excepto el Oratorio de los Orquera, que puede visitarse de 9 a 12:30 y de 15 a 19 h.
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El recorrido puede hacerse con guías locales o mediante autoguiado con información disponible en Google Maps. En puntos clave como La Falda y Anillaco se ofrecen artesanías y productos regionales.
5. Museo del Sabor: gastronomía con identidad
Ubicado frente a la plaza principal de Tinogasta, el Museo del Sabor es una antigua casona de adobe reconvertida en un espacio interactivo que recorre los sabores de Catamarca. Sus seis salones proponen una experiencia sensorial que combina imágenes, relatos y recetas típicas.
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El museo está abierto todos los días de 8 a 20 h. Para más información se pueden visitar las redes oficiales de la Secretaría de Gestión Turística de Catamarca (@visitcatamarca) y la web visitcatamarca.com.