19 marzo, 2025

Un relato del horror: El asesino describió cómo mató a Catalina Gutiérrez

El asesino de Catalina Gutiérrez prestó declaración este martes en el marco de la sexta jornada del juicio. Néstor Soto confesó nuevamente el hecho y describió, con lujo de detalles, cómo se produjo el crimen y la maniobra que utilizó para terminar con la vida de la joven influencer.

El joven le pidió disculpas a su familia, intentó despegarse de la figura del femicidio y dijo: «Se me apagó la tele».

Sobre aquella noche del 17 de julio de 2024, reconoció que él mismo organizó la juntada con Agustina Elías, Ulises Balián y otro amigo más. Posteriormente, habló con Catalina y ella se comprometió a buscarlo por su departamento de Podestá Costa al 3110. La joven se presentó en su domicilio y como él no estaba listo, le dijo que se bajara del auto para esperarlo.

Fue entonces que ocurrió el horror. «Estaba tensa y fría. Le dije que me iba a cambiar la ropa y me dijo ‘dale culiado, encima de que no me invitás (sobre la juntada del bowling a la que le avisó Agustina Elías) te tengo que esperar’. Me acuerdo que le contesté mal, me enojé y le dije ‘tomatela’. Ahí ella se enojó y me dijo ‘Nesti, no podés ser tan pelotudo’ y me pegó una cachetada»; reveló.

«Yo reaccioné de la peor manera, nunca respondí así. Reaccioné con un golpe y le dije ‘Cati, me fui a la mierda, perdón’. Y cuando me estoy acercando ella me dice ‘pelotudo, me pegaste re fuerte’. Me agarra (de la remera) y estábamos los dos en el piso peleando»; siguió el joven, quien llegó al momento más crítico del relato. «Ella estaba en el piso y me toca el cuello. Era una práctica que hacíamos antes. Ella me apretó fuerte la nuez y ahí se me apagó la tele. Ahí arranca Néstor Soto loco. Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer. Como que, no es que me cayó la ficha. En ningún momento paró ese estado de emoción. Cuando la suelto, lo primero que hago es escucharla si estaba viva y ví que no».

Soto explicó la maniobra a la que hizo referencia y reveló quese la enseñó «Cati».

Durante el relato, los padres de Catalina eligieron no mirar al asesino.

Tras haberse dado cuenta que había terminado con la vida de la joven, Soto dijo: «Se me pasó por la cabeza matarme, agarrar el auto y chocar. Vi arriba de la heladera el alcohol y dije ‘me prendo fuego acá en el departamento’. No sabía qué hacer, iba y venía, me senté y no entendía qué hacer. Ahí agarré la cinta, se la puse para llevarla y se zafa. La subo al auto y en ningún momento se fue de mi cabeza el ‘qué está pasando’. No entendía nada. De golpe iba al bowling y de golpe estaba con Cati atrás».

«Freno en un lugar, no quería manejar más, me quería matar. Agarro el alcohol, tiro en el piso y me tiro a mí. Prendo un fósforo y se empieza a prender despacito. Ahí es cuando no me dieron los huevos, el fuego avanzaba paulatinamente y arranqué a caminar»; recordó el confeso femicida.

Sin embargo, fue en este momento de la declaración en que admitió que comenzó a construir una coartada. «Me llamó Ele y empecé a hacerme el boludo. No tenía los huevos para contarle a ellos. Llegué a mi departamento, me cambié y me pasó a buscar Zaza. Yo sabía que íbamos a terminar en una comisaría entonces cuando me llevan yo lloraba porque era el único que sabía la verdad. Cuando llego a la comisaría empiezo a ver al papá, a la mamá, a la hermana y dije ‘ni en pedo hablo acá’. Seguí mintiendo. Dicen que se me vio nervioso. Y sí, más vale».

Luego que se radicó la denuncia por la desaparición de la joven y llegó el interrogatorio, confesó lo peor. «No aguanté más, exploté llorando y dije ‘me arruiné la vida señor, me arruiné la vida’ y empecé a hablar del papá de Catalina y del hecho».

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