Merlina Bustamante es hija de Ramón Bustamante, recordado integrante del área de Defensa Civil de Villa Carlos Paz, quien tuvo una destacada labor durante la inundación de 1992. Actualmente, ella vive con su familia en Balneario Camboriú (Brasil) y le tocó atravesar un hecho similar, causado por las intensas lluvias en el Estado de Santa Catarina.
Durante su infancia, fue testigo del desastre que causó la inundación y creyó que nunca volvería a ver algo igual.
Merlina se mudó a Balneario Camboriú hace 5 meses por una propuesta laboral y se vio sorprendida por el desastre. En diálogo con EL DIARIO, contó cómo se vivió la inundación y los daños que causó: «La lluvia comenzó el miércoles 15 a las 20hs y llovió de manera torrencial hasta el otro día. Nosotros vivimos en pleno centro, a 60 metros del mar y fue tremendo. Es importante explicarle a la gente que Camboriú y Balneario Camboriú son dos municipios diferentes, la zona más afectada no ha sido el balneario. En el momento en que la lluvia paró, toda la gente, comerciantes, vecinos y la Prefectura (lo que sería la Municipalidad) comenzaron a limpiar toda la ciudad y en cuestión de horas, ya todo andaba normalmente. Ya se encuentran los comercios abiertos, los negocios gastronómicos y volvieron los turistas a la playa».
«Nosotros estamos en Balneario Camboriú y muchos edificios con cocheras subterráneas sufrieron inundaciones y los autos quedaron bajo el agua. Hay algunos barrios que sufrieron la inundación y en la plaza, el agua dejó acantilados en la arena que fueron solucionados con máquinas en los últimos días»; añadió.
Los mayores daños se produjeron en la ciudad de Camboriú y en Itapema, donde muchas personas perdieron sus casas. «Muchos argentinos, venezolanos y colombianos perdieron todas sus pertenencias. Nos enteramos de gente conocida que perdió sus autos bajo el agua, sus motos y hasta sus mascotas. Los municipios de Balneário Camboriú, Camboriú, Itapema, Blumenau y hasta el estado de Río Grande Do Sul decretaron el estado de emergencia y salieron a socorrer a todos los damnificados. Hubo amigos nuestros que fueron evacuados con el agua al cuello y el pronóstico dice que puede seguir lloviendo»; reconoció.
La inundación despertó sus recuerdos de aquel acontecimiento registrado en enero de 1992 en Villa Carlos Paz: «Recuerdo cuando mi papá, Ramón Bustamante, formaba parte del área de Defensa Civil y se inundó la ciudad. Yo era muy chica, tenía 8 años y me gustaba siempre ir con él. Fuimos al Puente Central a cortar la calle porque se venía con todo la creciente y el agua llegó hasta la calle Alem. Íbamos en su auto por la Avenida 9 de julio viendo como el agua subía y la gente no quería irse de los negocios, mientras las cajas de zapatos salían flotando de las galerías comerciales».
«A diferencia de lo que sucedió allá, acá la gente salió rápidamente y dejó todo. Vivimos en primera persona todo lo sucedido y son cosas que nunca se olvidan»; completó.