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3 diciembre, 2024

Baterías de celulares: por qué no hay que abusar del modo ahorro de energía


Aunque muchos lo dejan siempre activado, se trata de una opción poco recomendada.

El ahorro de energía suele ser una manera de extender la batería cuando desciende de manera abrupta. Alarga la vida del celular es útil, aunque muchas veces, es a costa de sacrificar calidad. ¿Puede resultar peligroso que esta función esté siempre activada?

Este modo viene activado en la mayoría de los dispositivos móviles. Sea por costumbre o por un bajo rendimiento, muchos dejan está función activa para que la batería dure todo el día.

No es ninguna novedad que los smartphones aguantan cada vez menos lejos del enchufe. La razón principal es el diseño y la pantalla con brillo y colores saturados. Además, muchos quieren un móvil grueso, por más que con esta elección se vea rebajada la autonomía.

Uno de los trucos que ofrecen los teléfonos es el ahorro de batería. Este modo promete extender varias horas la vida de la pila para que así, uno pueda extender la carga durante unas cuantas horas extra. El problema es que también, se sacrifican prestaciones claves.

El modo ahorro está diseñado para optimizar la duración de la batería. Para coronar su objetivo, reduce notablemente el rendimiento del teléfono, llegando a desactivar algunas funciones o aplicaciones relevantes.

Porque no sólo bloquea apps que se ejecutan en segundo plano, sino que también, en el afán por bajar la demanda energética baja la perilla del GPS, los datos y en algunos casos, el Wi-Fi.

También hace que uno deje de recibir notificaciones, detiene la sincronización automática de aplicaciones, baja el brillo de la pantalla y deshabilita otras funciones básicas que se emplean a diario.

Por esta razón, en muchos dispositivos el  modo ahorro se acciona de manera automática o puede sugerirnos que se active cuando el porcentaje de batería está por debajo del 15%.

Los mayores devoradores de energía

La pantalla del móvil representa el mayor consumo. Foto Shutterstock.

La pantalla del móvil representa el mayor consumo. Foto Shutterstock.
Como el uso influye directamente en el consumo, lo recomendable, en lugar de recurrir a esta función con insistencia, es evitar el derroche de energía. Cuáles son los elementos que consumen la mayor cantidad de la carga.

Al tope de la lista figura tener la pantalla siempre encendida, aunque depende mucho de la tecnología de la misma. El uso de las redes WiFi y su búsqueda constante de redes disponibles también castigan el consumo.

Las aplicaciones, ya sea en ejecución o también en segundo plano, pueden ser grandes consumidoras de la batería. Las redes sociales como Facebook, TikTok o Instagram no son especialmente cuidadosas con este detalle.

También están las aplicaciones que requieren una mayor capacidad de procesador como los juegos visualmente más atractivos, las aplicaciones como Spotify o YouTube son grandes devoradores de miliamperios-hora (mAh).

A nivel energético es más eficiente tener descargada la música en la tarjeta SD para evitar que Spotify esté descargando cada tramo de la canción. Lo mismo se aplica para series o películas.

Además, muchas apps gratuitas incluyen publicidad, que también consume parte de los recursos del móvil cuando se ejecuta, aunque no se esté atento. Por lo general, se ejecutan en segundo plano y muestran anuncios que acaban por mermar batería a cuentagotas.

SL

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