Los rastros que dejamos en internet revelan información importante sobre nuestra vida: desde quiénes somos y las cosas que nos gustan, hasta estadísticas sobre nuestros movimientos en la Red. Los riesgos y las razones para eliminarlos.
05 de mayo 2024, 03:46hs
Así como en nuestra vida diaria dejamos rastros físicos de todo lo que hacemos, nuestras actividades online en Internet, también dejan una huella. Y a veces es mucho más profunda de lo que nos imaginamos.
Interactuar en el ciberespacio, ya sea navegar por sitios, ingresar a redes sociales y realizar compras, por ejemplo, implica enviar datos personales y dejar un camino impreso con nuestros comportamientos en línea y registros de actividad.
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Todos estos rastros revelan información importante sobre nuestra vida: desde quiénes somos y las cosas que nos gustan, hasta estadísticas sobre nuestros movimientos en el universo de internet. Es lo que se llama la huella digital.
¿Qué es la huella digital?
La huella digital es el conjunto de información que generamos al utilizar dispositivos digitales y plataformas en línea. Incluye datos como direcciones IP, historial de navegación, interacciones en redes sociales, compras en línea, búsquedas en motores de búsqueda, entre otros.
En concreto, se trata de la suma de todos los datos que acumulan al interactuar en el mundo online. Esta información conforma una especie de perfil digital que puede ser utilizado por empresas, gobiernos y ciberdelincuentes para diversos fines.
Actualmente, se estima que cada usuario de internet produce aproximadamente 150.000 megas de información por día.
Por un lado, la huella digital está compuesta por datos públicos, como el domicilio al cual están asociados nuestros servicios, resúmenes de tarjetas de crédito, documentos oficiales, etc., los datos que uno mismo genera, como los posteos, comentarios y fotos subidas en redes sociales, y la información publicada por otros: fotos, posteos de contactos, familia y amigos.
A su vez, se divide en rastros activos, en los cuales se incluyen los datos que generamos conscientemente, como las publicaciones en redes sociales, comentarios en foros o registros en sitios web, y una parte pasiva, integrada por los datos que se recopilan con nuestro conocimiento tácito, y a veces sin permiso, como el historial de navegación, las cookies y la ubicación geográfica.
Qué riesgos implica dejar una huella digital
Una huella digital extensa puede comprometer nuestra privacidad al revelar información sensible como hábitos de consumo, preferencias políticas, ubicaciones frecuentes, etc. Esto puede ser explotado por ciberdelincuentes para realizar ataques de phishing, robo de identidad o extorsión.
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“Existen grandes riesgos en lo referente a las huellas digitales que dejamos en internet”, afirmó a TN Tecno Sebastián Divinsky, especialista en temas de ciberseguridad y CEO de EducaciónIT. “Para mí, el más importante de todos es el tema de información sensible online que un ciberdelincuente puede robar para después usar en estafas y engaños de suplantación de identidad”.
El experto consultado advirtió sobre los peligros que genera subir fotos de nuestros documentos a sitios no oficiales, no regulados o no verificados: “Si alguien accede a nuestro DNI, que quedó grabado en algún lado, puede abrir cuentas bancarias o billeteras digitales a nombre nuestro o usar esos datos para hacer estafas online. Cuando se realizan estos engaños, y roban plata a víctimas de fraudes virtuales, el dinero nunca va a la cuenta bancaria del ciberdelincuente, porque si no lo agarran muy fácil. Va a cuentas bancarias de personas que accidentalmente dejaron su documentación en algún sitio, creadas a nombre de uno, sin que uno se entere”
Por otra parte, la huella digital también afecta nuestra reputación en línea. Algo que hayamos escrito u opinado hace años y que ya no represente nuestra forma actual de pensar, o un intercambio con otro usuario, o fotos de las que no nos sintamos orgullosos, pueden tener un impacto negativo: “Publicaciones inapropiadas o controversiales en redes sociales, pueden tener repercusiones desfavorables en nuestra imagen personal o profesional. Pueden perjudicarnos en entrevistas laborales, por ejemplo”, afirmó Divinsky.
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Por último, dejar activos los rastros digitales aumenta la posibilidad de ser víctimas de ataques dirigidos a nuestros dispositivos, como malware, ransomware o ataques de ingeniería social basados en información obtenida de nuestra huella digital.
Cómo reducir nuestra huella digital
Consultados por TN Tecno, desde el laboratorio de ciberseguridad de ESET recomendaron una serie de buenas prácticas para evitar que los rastros que dejamos en internet no sean tan grandes:
Limitar el volumen de información que se publica y comparte en Internet, ya sea en las redes sociales o con empresas u organizaciones.Pensar antes de publicar en internet y redes sociales, y evitar compartir contenido innecesario del que luego puedas arrepentirte.No revelar información privada como números de teléfono, direcciones de correo electrónico y domicilio, detalles financieros u otra información personal a menos que sea estrictamente necesario.Utilizar una VPN para enmascarar la dirección IP de los equipos y lograr que las acciones en línea sean prácticamente imposibles de rastrear.Verificar regularmente cuáles aplicaciones se utilizan y cuáles no, para eliminar las que corresponden. También es necesario revisar los permisos de las apps que se decidan conservar.Considerar el rechazo de las cookies, como también deshabilitar el seguimiento de terceros yendo a la configuración de privacidad del navegador.Evitar que las aplicaciones rastreen la ubicación.Crear alertas de búsqueda con tu nombre para conocer tus menciones en internet y gestionarlas rápidamente.Leé también: Un especialista reveló las claves para comenzar una carrera en ciberseguridad
Cómo eliminar la huella digital que contiene nuestros datos e información
En principio, una vez que los datos fueron subidos a internet y hechos públicos, es muy difícil eliminarlos por completo. Desde la primera vez que usamos internet, cada sitio con el que interactuamos recolectó algún tipo de información sobre nuestras actividades.
Sin embargo, hay ciertas acciones que podemos ejecutar para eliminar gran parte de nuestra huella digital.
Lo primero que hay que hacer es buscarse en Internet. Si encontramos nuestros datos en páginas, debemos contactar directamente a los propietarios de los sitios correspondientes para solicitar la eliminación de la información. También se es posible comunicarse con los motores de búsqueda para hacer lo mismo.
“Es importante revisar nuestros perfiles en las redes sociales, ver la configuración de privacidad que tenemos y de visibilidad de nuestra información personal”, explicó Divinsky. Las redes sociales cuentan con opciones para configurar cuánto queremos mostrar de nosotros y cuánto no. “Es importante entender que toda la información que ponemos en nuestras redes queda a la vista de todo el mundo. Mucha gente comparte demasiada información personal”.
El experto también aconseja eliminar los perfiles y cuentas de servicios y plataformas que ya no usamos. “Google ofrece una opción de eliminar resultados en la configuración de búsqueda también, que también se puede utilizar”, agregó Divinsky. Bing, el motor de búsqueda web de Microsoft, además permite la eliminación de imágenes no consensuadas o enlaces rotos y contenido obsoleto.
Otra práctica importante es revisar los ajustes de privacidad las aplicaciones. “Hay que tener mucho cuidado con los accesos y permisos que le damos a las apps cuando las instalamos”, explicó: “Muchas veces, cuando uno instala apps, te piden permisos para cosas que ni siquiera tienen sentido. Por ejemplo, instalás una linterna y pide acceso a tu micrófono. Y en realidad lo que están haciendo es robándote información para después venderla como publicidad”.
¿Se pueden controlar los datos que integran nuestra huella digital?
Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica, explicó que tener el control total de nuestros datos dependerá del tipo de usuario de internet y redes sociales que seamos: “Si te preocupa tu privacidad y tenés una presencia limitada en las redes sociales, es probable que puedas eliminar la mayor parte de tu huella digital”.
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Pero si por el contrario, tus datos, tus fotos, tu email y demás información está en todas partes, será casi imposible no solo borrar tu huella, sino poder controlar qué está a disposición de los demás.
“Minimizar la exposición de datos es una de las prácticas para reducir la huella digital y lo más recomendado para mejorar la seguridad y privacidad online”, aconsejó para finalizar Gutiérrez Amaya,